crónica

El rock castizo de Leiva toma Sevilla

Leiva exhibe todo su potencial con un concierto compacto en Icónica Sevilla Fest ante más de 10.000 personas que vibraron con su propuesta repleta de talento

Leiva actuó anoche en Icónica Sevilla Fest Juan flores

FErnando rodríguez murube

Sevilla

En los prolegómenos del concierto latía sobre el escenario de la Plaza de España un espíritu de aldea gala. Por lo irreductible de la elegante apuesta pop rock del protagonista en un contexto tan 'hostil' para el género. Y es que obviando el papel protagónico que viene ostentando en los últimos años el reguetón y sus derivados latinos, el panorama musical español actual está copado por artistas y grupos pertenecientes al pop de corte juvenil y a géneros relativamente recientes como el indie, el trap o la electrónica.

Por eso es digno de resaltar el papel que está desempeñando Leiva, uno de los pocos diques de contención del género santo y seña de nuestro país durante décadas que ha cedido terreno a las nuevas tendencias. El artista madrileño se ha forjado una sólida carrera en solitario –este año cumple diez años de su primer disco de plena autoría tras su exitosa irrupción junto a Rubén Pozo con el dúo Pereza– rigiéndose por los cánones tradicionales transmitidos por sus predecesores.

Que un rockero madrileño de 42 años agotase hace más de un mes las 10.000 entradas puestas a la venta para su gran espectáculo de ayer en Icónica Sevilla Fest, del que ABC es medio oficial, hace tiempo que ha dejado de ser noticia porque lo viene haciendo desde hace muchos años; no obstante, sí es importante resaltar que es de los pocos, por no decir el único, menor de 50 que lo hace.

«Somos totalmente conscientes de lo que supone comprar una entrada, especialmente en el momento que estamos atravesando. Gracias desde el corazón». Saludó Leiva pasada la media hora de concierto, para a renglón seguido tener un recuerdo para la época en la que pasó mucho tiempo a caballo entre Sevilla y San Juan de Aznalfarache. «Todo el día yendo y viniendo». Además, quiso valorar el hecho de que hubo dos ciudades que le ayudaron especialmente a arrancar cuando se separó de Pereza, una fue Bilbao y otra fue Sevilla. «Esperamos estar a la altura de tantísimo cariño».

El influjo de Sabina y Calamaro

Los influjos de artistas como Joaquín Sabina o Andrés Calamaro fueron más que evidentes en multitud de temas. En este sentido, acaso sea en la soberbia 'Lady Madrid', cuyos primeros acordes provocaron que el entusiasmo cobrara visos de paroxismo, donde con mayor nitidez se dejen ver las reminiscencias, en este caso, sabinianas.

Su imagen, además, encaja perfectamente con el canon rockero: pantalón pitillo, sombrero, delgadez casi extrema, barbas de varios días y un aire canalla que encandila a sus fans. ¿Quiere decir todo esto que Leiva sea un 'copia y pega' de los referentes hispanohablantes del rock? Rotundamente no. El ex Pereza es un artista carismático, con una personalidad muy marcada, que ha sabido asimilar como propias las virtudes del género, poniéndoles su sello particular, el de un rock castizo que cuida con celo los versos que posteriormente se mecen exquisitas entre guitarras y demás instrumentos propios del rock.

De hecho, la estrella ganadora de un premio Goya y nominado varias veces a los Latin Grammy demostró anoche que ha conseguido algo que otros tardan décadas en conseguirlo o, incluso, nunca llegan a alcanzarlo, esto es, tener un sonido propio, sonar a Leiva. ¡Y vaya cómo suena! Escoltado por una banda de lujo que dio lustre a sus grandes éxitos –mención especial para el histórico 'Niño' Bruno, que volvió a dar una clase magistral a las baquetas–, el cantautor firmó una brillante actuación ante un público que rugía las letras de las canciones del ídolo: 'Lobos', 'Sincericidio', 'Superpoderes', 'Flecha' (exquisita con su envolvente sonido Funky), 'Estrella polar' y 'Como si fueras a morir mañana'…

Observando el formidable estado de forma que mostró anoche, un servidor elucubra con el convencimiento de que Leiva, dueño de unos envidiables recursos de estilo, está a las puertas de facturar su propio '19 días y 500 noches' o su particular 'Honestidad brutal', discos lanzados por Sabina y Calamaro en 1.999, cuando el jiennense acababa de cumplir 50 años y el argentino frisaba la cuarentena, y con los que ambos entraron directamente y con letras de oro en la historia del rock en castellano. La página de Leiva, impaciente, aguarda en ese lujoso Olimpo.

Tras superar el ecuador del ciclo, las citas musicales en Icónica Sevilla Fest dan una tregua hasta el próximo martes 4 de octubre, cuando suba al escenario la francesa Zaz. El miércoles será el turno de Miguel Poveda y el jueves el de Izal. No obstante, tanto este domingo como mañana lunes por la noche se podrá disfrutar en la Plaza de España de Icónica Lights, una gran experiencia inmersiva para todos los sentidos, llena de luz y sonido. Toda una novedosa apuesta por la inteligencia artificial que es un homenaje único lleno de luz y sonido a la capital de Andalucía, teniendo como telón la obra cumbre de Aníbal González.

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