crónica
La noche en la que Jorge Drexler se reflejó en la luna de Sevilla
El cantautor uruguayó triunfó en su regreso a la capital hispalense con un concierto impecable en el Cartuja Center Cite
Jorge Drexler: «Despojarse de los orígenes es una actividad enormemente liberadora»

La última vez que Jorge Drexler había actuado en Sevilla fue justo un poco antes de que comenzara la pandemia. En aquella época de incertidumbres, el músico uruguayo fue escribiendo algunas canciones que no siempre llegaban a buen puerto. Él mismo padeció el coronavirus. Sin embargo, supo reponerse de aquellas adversidades y poco a poco armó los temas de su nuevo disco, 'Tinta y tiempo', con el que anoche regresó a la capital hispalense por la puerta grande.
El público que acudió al Cartuja Center Cite pareció intuir que el de este sábado iba a ser un concierto especial, por eso llenó todo el aforo de un auditorio que el propio cantautor uruguayo alabó por su buena acústica. Antes de que saliera al escenario, llegó la primera sorpresa con la presencia de Tiago Iorc, un músico brasileño que tiene un gran reconocimiento en su país y que ha actuado con grandes como Milton Nascimento. «Él es una estrella en Brasil y es un privilegio que toque antes de mí. El próximo concierto creo que se lo abriré yo», bromeó Drexler.
Tras este breve recital introductorio, sonaron unos mensajes en off, destacando los de la prima del propio músico, una científica que hablaba sobre la importancia del amor, el sexo y que introducía el concepto del mesoproterozoico, término científico que alude a una etapa que comenzó hace 1.600 millones de años. Sin solución de continuidad, sonó la primera canción de la noche, 'Plan maestro', en la que se expone dicho concepto.
Posteriormente interpretó uno de sus temas más populares, 'Deseo', primero de los temas de su disco 'Eco', del que cantó cuatro a lo largo del recital. Al finalizar esa canción le dio paso a otra de las del nuevo disco, 'Corazón impar', que resalta «la importancia de las relaciones cítricas y de que uno sea la naranja completa y el otro le dé la otra mitad».
El que fuera primer adelanto de 'Tinta y tiempo', 'Cinturón blanco', sonó a continuación en el escenario. Se trata de una historia de amor que habla de la importancia de rebobinar y de volver al punto de partida. «Qué privilegio ser principiante», exclamó.
Luego volvió a otro de sus clásicos, 'Me haces bien', que se incluía en su álbum 'Sea'. Al concluir ese tema abordó 'Fusión', de la que dijo que «esta canción dice todo lo contrario a 'Corazón impar' porque dice que 'donde termina tu cuerpo empieza el mío', mientras que la otra habla de la necesidad de estar completo. Quiero a todas mis canciones pese a sus contradicciones y por esas contradicciones», señaló.
También Drexler, aunque no es muy partidario de celebrar las efemérides, echó la vista atrás y recordó que su carrera había comenzado hacía treinta años, por eso interpretó un tema de esos primeros tiempos, 'Era de amar', que cantó en su momento Ana Belén. Ese fue su particular homenaje a Gustavo Cerati.
Otro de los mejores momentos del concierto se vivió cuando sonó otro de los nuevos corte del nuevo disco, '¡Oh, algoritmo!', que versa sobre el libre albedrío. El tema está coescrito junto a Noga Erez, pero ante la ausencia de esta, Drexler deslumbró al público con su interpretación de un rap en inglés con el versátil músico argentino Javier Calequi a su lado. También tuvo protagonismo Miryam Latrece, que cantó a dúo con el uruguayo 'Asilo'.
Sin solución de continuidad llegó 'Tinta y tiempo', en la que Drexler habla sobre el hecho de que «escribir canciones es aprender a perder contra la hoja en blanco» y que refleja lo que tuvo que luchar en la pandemia para sacar adelante el nuevo disco.
En un formato acústico interpretó luego su clásico 'Milonga del moro judío' junto al poeta cubano Alexis Díaz Pimienta, que con sus improvisaciones en los versos maravilló al respetable. A continuación, salió de nuevo Tiago Iorc para cantar a dúo 'Al otro lado del río'. En esa parte más intimista llegó 'Duermevela', dedicada a la memoria de su madre.
El final se acercó con temas como 'Telefonía' o 'Silencio'. Tras un descanso, Drexler interpretó en los bises 'la guerrilla de la concordia', 'La luna de Rasquí', 'Todo se transforma' y se despidió con 'Amor al arte'.