Música
Un concierto vital y emotivo en el aterrizaje de Antonio Orozco en Cádiz
El Gran Teatro Falla inaugura la temporada con el concierto del cantante catalán, que cautiva con su disco 'Aviónica'
Se hizo esperar pero no decepcionó. Antonio Orozco dio la bienvenida a lo grande a la nueva temporada del Gran Teatro Falla de Cádiz. Con un concierto vital e íntimo, el artista catalán puso los mimbres de una nueva era bajo el amparo de un disco de altura, 'Aviónica', que cautiva allá por donde vuela.
En esta ocasión, el aterrizaje fue en Cádiz, con un espectáculo en sesión doble, que contó con todos los ingredientes para hacerlo único. Sobre las cinco y media de la tarde llegaba el popular cantante al teatro para no salir de allí hasta pasadas las doce de la noche. Ataviado con su habitual camisa de cuadros rojos y negros como talismán, bajaba del coche ante la mirada de un puñado de aficionados, que intentaban arrancarle sin éxito una fotografía.
El cantante saludaba sin prisas y daba explicaciones sobre la normativa Covid, que sigue vigente para garantizar un regreso seguro de la música a los escenarios. Y de ahí, prácticamente sin tiempo para nada más, salía al escenario del Falla para hacer vibrar a un público entregado desde el principio hasta el final.
Unos espectadores que permitieron al cantante volar entre acordes y mensajes llenos de vitalidad y emoción. Precisamente con unos focos rojos palpitando a modo de latido y la canción 'Hoy' de su nuevo disco, daba comienzo el concierto de una de las giras más esperadas y multitudinarias del cantante.
Tras casi una hora de canciones entrelazadas, Antonio Orozco cogía el micrófono para presentar «un concierto único». De esta manera presentaba su espectáculo y saludaba a un público con ansias de música y cultura. «No todo el mundo puede ser de Cádiz», decía el autor para meterse definitivamente al público en el bolsillo.
«Hoy le prometo que van a escuchar un concierto como nunca antes porque todo lo que se va a cantar y escuchar aquí habla de cada uno de vosotros», seguía explicando un emotivo Antonio Orozco que incluso tenía que parar por la emoción del momento.
Los clásicos
«Esto es el reflejo de un Cádiz que mira al futuro», terminaba su discurso el cantante para dar entrada a una segunda parte del concierto, donde quizás el elevado sonido de la instrumentación no dejaban oír con nitidez al cantante. 'Giran y van', 'Seis segundos' o 'La Nana del camino' fueron sonando en la voz de un cantante pletórico y entregado al público gaditano, que respondía con las manos levantadas, aplausos interminables y vítores halagadores.
Un río de emociones que dejó para el final lo mejor. Fue cuando Antonio cogió su guitarra y salió a escena para rememorar viejos tiempos con 'Pedacitos de tí', 'Devuélveme la vida' o 'Mi héroe' , que cantadas al unísono por un Falla admirablemente afinado terminaron de arrancar el reconocimiento de un artista que terminó de rodillas mirando al cielo.
Casi cinco minutos en pie despidieron a un artista que como era de esperar dejó para el final la obra maestra de 'Aviónica', 'Entre sobras y sobras', que esta vez sonaba a piano y dejaba silencios tan vivos como el Cádiz que ayer se dio cita en el Falla.
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