La última vez que un Elvis Presley depresivo y con sobrepeso se subió a un escenario hace 45 años
Este domingo se cumple el aniversario del imprevisto concierto de despedida del Rey del rock en Indianápolis. La estrella está de plena actualidad pues acaba de estrenarse en España su película biográfica dirigida por Baz Luhrmann
«Nos volveremos a ver, que Dios os bendiga. Adiós», estas fueron las últimas palabras que el Rey del rock pronunció sobre un escenario. Era un 26 de junio de 1977 en el Market Square Arena de Indianápolis ante algo más de 18.000 personas que agotaron las entradas a las pocas horas de salir a la venta. Costaban 15 dólares, y aunque estaban citados a las 20:30h, no fue hasta las 22h cuando salió ante el público. Ninguno de los asistentes sabía que aquella noche sería la última vez que Elvis Presley tocaría en directo , aunque su forma física era llamativa por la depresión con la que cargaba. Vestía con pantalones de campana blancos, una capa con ribetes dorados y una camisa de brillantes blanca con las mangas ensanchadas.
Tocó 23 canciones de multitud de discos anteriores entre las que se encontraban 'Jailhouse Rock', 'How Great Thou Art' o 'Hound dog' entre otras. El tema de apertura fue 'See See Ride' tras una introducción con 'Also Sprach Zarathustra' y con el que cerró aquella histórica fecha para la música fue 'Can’t Help Falling In Love With You' junto con 'Closing Vamp' tras 80 minutos de recital. Los efectos del alcohol, los antidepresivos y las pastillas para dormir marcaban el ritmo de un personaje en decadencia desde que se divorciase de Priscilla unos años atrás. Tenía 42 años y una serie de problemas de salud de hipertensión y cardiopatías. Además, el fallecimiento de su madre en 1958 fue uno de los traumas que nunca llegó a superar y que se acrecentó en los últimos años de vida. Excepto cuando cantaba, su actitud era la de una persona bajo los efectos de psicofármacos con frases inconexas. Hubo un momento en el cual tuvo que leer de un folio la letra de 'Bridge Over Troubled Water', y pese a ello la recitó de maravilla. Aunque la crítica lo catalogó como un gran concierto, lo cierto es que muchos medios se hicieron eco del estado de debilidad, su triste mirada, y el sobrepeso de la que había sido la gran estrella norteamericana de las dos décadas pasadas.
Aunque los años 70 no fueron la mejor etapa de ventas de Elvis y que muchos artistas llegaban pisando fuerte, lo cierto es que la televisión seguía apostando por él . El mes de junio de 1977 fue uno de esos momentos en los que 'The King' pudo grabar el tercer programa especial televisivo de su vida tras los de 'Aloha from Hawaii' y 'The 68’ Comeback Special'. En esta ocasión la CBS grabó sus conciertos del día 19 en Omaha, Nebraska; y el de Rapid City en Dakota del Sur la jornada del 21 de junio de 1977. Un programa que vio la luz en el mes de octubre, a título póstumo, y donde se filmó una imagen del show de Indianápolis donde Elvis recibe un disco de oro. Tras este concierto Presley volvió a su casa de Memphis en el avión privado 'Lisa Marie' para poder descansar y seguir con sus fechas de la gira cuya próxima parada sería Portland.
Unas semanas después el cuerpo de la gran estrella de la música de los Estados Unidos aparecía tirado en el baño de su mansión 'Graceland'. Un infarto fue la causa de la muerte del artista el 16 de agosto de 1977. Nunca se ha sabido si fue un suicidio, una sobredosis de pastillas o una muerte natural debido a su estado de salud. Ese mismo día había estado leyendo un libro y cantando en su casa el tema de Willie Nelson 'Blue Eyes Crying In The Rain'. Además, era habitual que tomase unos sándwiches que han pasado a la historia como 'Sandwich Elvis' que contenían plátano, crema de cacahuete, tres lonchas de bacon, miel y mantequilla untada. Dicen que llegaba a comerse hasta siete de estos cada día, ya que comer era la única forma que encontró de satisfacción en los últimos años, y que una vez en Denver llegó a pagar una gran cantidad de dinero para conseguir uno. Aquel mediodía que el Rey del rock and roll fue encontrado sin vida tenía en su mesilla de noche un billete de Portland, el siguiente lugar donde debía dar otro recital, pero la historia quiso que la noche de Indianápolis fuese la última en directo. Una velada única donde Elvis hizo algo poco habitual como fue presentar ante el público a sus familiares , algo que muchos interpretaron tiempo después como que el artista se estaba despidiendo de forma consciente. Nunca se ha demostrado que se quitase la vida. Por cierto, el Market Square Arena fue demolido en 2001, y en el lugar de este edificio se colocó una placa donde reza 'Elvis has left the building' para explicarle a las futuras generaciones que allí se produjo su último show en vida. Esta frase era la que se solía pronunciar al final de todos sus conciertos.