Entrevista
Toquinho: «Con el disco de "La Fusa" vencimos al tiempo»
El guitarrista brasileño actúa este martes con Maria Creuza en Las Noches del Botánico recordando el legendario disco que grabaron con Vinicius de Moraes en Buenos Aires
«En la Fusa con Maria Creuza y Toquinho» , de Vinicius de Moraes , es uno de los discos totémicos de la música brasileña. La historia es conocida: el poeta de la bossa nova viaja a Buenos Aires en 1970 con dos jóvenes artistas, un guitarrista y una cantante, para dar una serie de conciertos en una pequeña sala llamada La Fusa , con un aforo de no más de cien personas.
En medio de aquel ambiente íntimo surge la magia, llega el éxito y les ofrecen trasladar esa sensación a un estudio. Hoy, 46 años más tarde, aquellos por aquel entonces músicos noveles llegan a Madrid, al festival Noches del Botánico , para recrear esas canciones inmortales.
«Fue es un disco casi irresponsable, porque tiene muchas imperfecciones» , nos cuenta Toquinho (Sao Paulo, 1946), que tras esta experiencia trabajó durante diez años con el poeta. «Lo hicimos casi jugando. Cuando me llamó Vinicius yo no lo conocía personalmente, y tampoco a Maria Creuza, pero surgió entre nosotros una relación de amistad impresionantemente rápida . Y grabamos de una forma infantil, sin preocuparnos de la técnica. Lo primordial era el factor humano, y creo que por eso la gente lo adora, porque suena muy auténtico, muy familiar».
En aquel momento, la bossa nova no atravesaba su mejor momento: «Estaba en una etapa decadente, porque vino el movimiento tropicalista, y todo el mundo empezaba a mezclar a los Beatles con la música brasileña, cuando la guitarra eléctrica era un sacrilegio en la bossa nova. La bossa pertenecía ya al pasado. Además Vinicus era diplomático, y la dictadura militar lo cesó, y se quedó sin empleo. Empezó a trabajar fuera de Brasil en sitios pequeños. La situación en aquel momento en Argentina era buena, y podían pagar bien en un sitio pequeño. Para Vinicus era muy simple hacer un show minimalista, y al mismo tiempo era conocido de una forma elitista , al igual que la bossa nova, que nunca tuvo un éxito masivo. El disco de La Fusa era como un homenaje, para unir el pasado con gente joven. Y Vinicius se adaptó muy bien, porque siempre tuvo un espíritu joven».
En el hecho de recrear estas canciones dice que «no hay nostalgia, los buenos tiempos son estos. Se trata de vivir y recordar cosas buenas». Aunque, sin embargo, sí habla de un tiempo más feliz, esa época en la que los jóvenes como él empezaron a mezclar la bossa nova los aires que llegaban del extranjero: «Teníamos un presidente, João Goulart, que hizo de Brasil un país nuevo. La selección de fútbol jugaba como nunca, con grandes jugadores, teníamos orgullo de ser brasileños, hoy un poco menos. Emergía un Brasil mñas sano, con esa generación de Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil, influida por el del rock, por Elvis Presley, los Beatles, Scott Walker... aunque teníamos la bossa nova en la sangre... Ahora hay gente de talento, pero no hay esa unión que tuvimos entonces».
El encuentro con Toquinho sirvió también para que contara el origen de una de las canciones más celebradas del disco, «A tonga da mironga do kabuletê» , obra del propio guitarrista con Vinicius. «Mi relación con él fue muy divertida. Teníamos ganas de mandar la situación militar de Brasil a la mierda, y yo había escuchado en Bahia esta expresión, que es una cosa horrible. Entonces le dije a Vinicius que ya teníamos la manera de mandar todo "a tonga da mironga da kabuletê", a la gente que miraba y no hablaba. Y fue un éxito impresionante, en la radio la tocaban y tocaban. Una vez llamó un africano a la radio y todo... Una cosa era la traducción literal otra la popular».
En cualquier caso, Toquinho sabe que dejaron una obra por la que no pasa el tiempo: «Las canciones que hicimos tienen una vida impresionante . Vencimos al tiempo».
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