Tito Ramírez: «El misterio ha formado parte de mi juego»
El artista, que hoy actúa en Madrid, ha ganado el premio «Enlace Funk» al mejor disco del año
La de Tito Ramírez es una de esas historias que generan una fascinación melómana tan poderosa que acaban mutando de boca en boca para convertirse en leyenda. En noviembre de 2016, Discos Antifaz lanzó al mundo un single de un artista llamado Tito Ramírez sin dar mas información. Pronto comenzó a circular el rumor de que se trataba de una grabación perdida y nunca publicada de la década de los sesenta. Nadie encontró datos acerca del artista, y el misterio ayudó a que la tirada se agotara en tan solo cuatro dias. Al poco tiempo, el single empieza a sonar en los mejores clubs de Soul, R&B y Popcorn de todo el mundo, especialmente en Bélgica e Inglaterra, y su valor alcanza los 300 euros en el mercado de segunda mano. Así, el sencillo termina convirtiéndose en un clásico, siendo calificado por el Club Pow Bow de Londres como «lo mejor de la década».
Pero cuando llegó la hora de la verdad, es decir, de la presentación del single en directo, los coleccionistas descubrieron que el enmascarado Tito Ramírez no era una vieja gloria, sino un artista actual que ensaya en los locales madrileños Pandora’s Vox. «La única información que dimos es que el single procedía de las cintas perdidas de un tal Tito Ramírez, y que no había mas datos. Entonces cada uno se montó su película», cuenta el artista. «Evidentemente, el secretismo y el misterio formaban parte del juego. Sinceramente, jamás pensé que saliera tan bien, ya que el público, los periodistas, los DJ... todos dieron por hecho que se trataba de una grabación antigua. De ahí se creó la burbuja, y todos hablaban de mí sin saber realmente quién era, hasta que hice mi primera aparición en publico y vieron que era mucho mas joven de lo que pensaban».
Primer disco
Ahora, Ramírez vuelve a los escenarios para presentar su primer LP, «The Kink of Mambo», «que yo traduzco algo así como “El perverso del mambo”», dice el autor, que ha plasmado en los surcos de vinilo estilos como el R&B, boogaloo, cha cha cha, y por supuesto el mambo desde una perspectiva muy personal y que, por tanto, trasciende el ejercicio de estilo. «Creo que el título define bien el concepto, ya que aunque tocamos esos géneros, normalmente son ritmos muy bastardos, en cuanto a que no se centran en los cánones o patrones rítmicos propios de estos estilos, sino que en su gran mayoría están pervertidos».
A partir de ahora, Tito Ramírez intentará no cerrarse al circuito retro, «sino que trataré de que conozca mi música el mayor número de gente. Sería una suerte que contaran conmigo los festivales de verano. Como hago música de baile, la respuesta siempre es buena. El show es enérgico y no hay descanso».