Talco Maskerade, la primera gira extranjera por España de la pandemia: «Los músicos estamos abandonados»
La popular banda italiana reabre nuestro país al circuito internacional actuando en Barcelona (sábado 15), Madrid (16), Zaragoza (20), Vitoria (22) y Valladolid (23)
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Que suenen los aplausos: la primera gira internacional que pasa por España desde la aparición del coronavirus ya está aquí. Se trata del 'Locktown Tour' de la popular banda italiana Talco, que llega bajo su alter ego 'folkie' Talco Maskerade para actuar en Barcelona (sábado 15 de mayo, Sala Apolo), Madrid (domingo 16 de mayo, Sala La Riviera), Zaragoza (jueves 20 de mayo, Teatro de las Esquinas), Vitoria (sábado 22 de mayo, Iradierarena) y Valladolid (domingo 23 de mayo, Porta Caeli).
¿Qué sensaciones les genera ser la primera banda de fuera de España que hace una gira por nuestro país?
A decir verdad, no estamos pensando mucho en ser el primer grupo en gira, estamos pensando más en la sensación de salir de gira después de mucho tiempo en el sedentarismo. Necesitamos familiarizarnos con ritmos a los que no estamos acostumbrados, pero lo estamos haciendo con mucha ilusión, sobre todo porque estamos de gira con el proyecto Maskerade que nos importa mucho. Queremos promover 'Locktown' tanto como sea posible, porque es una parte del Talco que tomó vida propia durante la pandemia y se transformó en un grupo de folk.
¿Vais a visitar más países en esta gira? ¿Qué países notáis más receptivos a giras extranjeras?
En octubre de 2020, en Alemania e Italia fuimos muy bien recibidos, y confieso que no me lo esperaba. Cuando empezamos a pensar en un proyecto acústico, nunca me pregunté cuál sería la reacción de la gente, solo sentí la necesidad de desarrollar esta idea y este deseo. En el momento de la gira, comencé a preguntarme si el público de una banda punk reaccionaría ante tal transformación, en un conciertos con sillas más íntimo y canciones folk. Y la respuesta me sorprendió gratamente. Esperamos hacer todo lo posible para ir este año por toda Europa, ya tenemos algo en mente para Alemania, Italia, Suiza, e intentaremos viajar tanto como sea posible.
El final del estado de alarma en España está generando bastante confusión e incertidumbre, ¿tienen bien claro qué se puede hacer en cada ciudad y qué no?
Ciertamente hemos asimilado las reglas en todo este año, en el que hemos estado siguiendo cada día las noticias respecto a lo que se podía y no se podía hacer. Siempre he creído en el sentido común de las personas, pero quizás porque lo relacioné con mi necesidad moral de respetar a los demás mediante la autodisciplina.
En varias ciudades españolas, el fin del estado de alarma ha hecho que haya gente bailando, cantando y saltando por las calles sin mascarilla como si hubiera llegado el fin del virus. ¿Qué pensáis de estas prematuras explosiones de alegría?
Cuando vi ciertas imágenes en la televisión, tengo que ser honesto, sentí un poco de resentimiento. Estamos en confinamiento durante un año y, como todos, tenemos una gran necesidad de volver a nuestras vidas. Respetar las normas no significa ser leales para hacer un favor a las instituciones, sino trabajar individualmente para volver cuanto antes a la normalidad colectiva. Son muchos los sentimientos que se derivan de esas imágenes: el resentimiento por la falta de empatía hacia los demás y por una cierta mundanidad por sí misma, todas formas de egoísmo nacidas durante la pandemia o quizás antes, y que han crecido con fuerza en esto año difícil. Pero no solo quiero culpar, creo que el discurso es muy amplio y no es ni blanco ni negro. No parece fácil analizar lo que pasó en una palabra, soy consciente de la desinformación y el oportunismo creado en la espectacularización de la pandemia en la tele, de la falta de empatía hacia los jóvenes. Pienso en muchas cosas, no puedo justificar actos como los que he visto en televisión, así como no puedo tolerar una carencia cultural, política y social por parte de instituciones europeas, que no tienen en cuenta los efectos psicológicos de la pandemia en los jóvenes, y económicas en las categorías más afectadas. A veces pienso que tengo suerte en la mala suerte: experimenté una pandemia a los 40, no me atrevo a pensar cómo hubiera sido si hubiera tenido 16 o 17 años en esta situación. Seguramente habría hecho algunas cosas inmaduras, aunque ciertamente no habría hecho ese tipo de tonterías.
¿Cómo nació este alter ego de Talco, y por qué decidieron crearlo?
Por pura casualidad. Fue al final de la grabación de 'Videogame', el disco eléctrico que se lanzará al final de la pandemia. Después de los últimos seis o siete años de gira, honestamente, no podía más. Estaba muy cansado, estresado, asfixiado por la ansiedad y una vida divertida pero también de muchos sacrificios, sentí la necesidad de parar, mirar atrás y hacer balance de mi vida. Sentí la necesidad de retomar cosas que habían sido ahogadas por el frenesí de los Talco, como estudiar para abrir un estudio de música y video, escribir un guión y una banda sonora, y también estudiar cosas más personales relacionadas con disciplinas filosóficas orientales. Pude hacer cada una de estas cosas, y cuando nuestro manager nos ofreció algunas fechas acústicas para las reaperturas, había escrito unas 6 o 7 canciones en ese formato. Decidimos aprovechar este momento de negatividad transformándolo en un deseo que tenemos desde hace muchos años: un proyecto acústico. A partir de ahí decidimos grabar un disco y llamarnos Talco Maskerade, para subrayar que es un proyecto paralelo folk y más íntimo, aunque con los mismos integrantes de la banda.
El título de su nuevo disco, ‘Locktown’, es un divertido juego de palabras sobre un acontecimiento bastante trágico. Las ciudades confinadas entraron en coma durante meses, llevando a la ruina y/o a la depresión a mucha gente. ¿Cómo vivieron ese tiempo, en lo estrictamente personal? ¿Y en lo artístico y profesional, les sirvió para sacar algo positivo de todo esto?
Como te dije, no se puede decir que fue fácil porque no hemos podido trabajar durante meses y meses, pero a nivel personal puedo decir que lo he vivido muy positivamente, sí. Creo que me sirvió de lección entender que, aunque ser músico es algo que siempre he querido hacer, eso no puede tragarse por completo una vida que necesita muchas otras cosas, como hacer una gestión más humana del tiempo. Creo que esta fue la mejor lección que me ha dado la pandemia, la de tomarme las cosas con calma. Parece trivial, quizás porque aparentemente así lo consideramos, pero nunca le hemos dado demasiada importancia a las cosas simples, que en mi opinión son las más profundas.
¿Cómo ha afectado la pandemia a las salas y a los grupos de música en Italia?
En Italia, los músicos no son considerados trabajadores, ni por las autoridades ni por la gente corriente. No esperaba un trato diferente como músico. Nos han abandonado, más que económicamente, a nivel humano. Escribí una canción sobre esto, 'Freak'. Se trata de un payaso, considerado un loco inútil por la gente que ha venido a ver un espectáculo en el que parece estar bailando solo. En realidad, está bailando con su propia imaginación. Es lo que siento por la gente y su superficialidad banal. La cultura es un una cosa importante y profunda porque no es solo es un mecanismo económico, sino una medicina del alma. El día en que el mundo entienda que la mente es un instrumento de trabajo y magia igual a los brazos, quizás vivamos en una sociedad en la que el hombre habrá aprendido a mirar la Luna y no el dedo que la señala.
¿Ha habido ayudas a al circuito musical por parte de las autoridades en su país?
Ha llegado alguna ayuda, no me gusta hacer cálculos económicos, lo digo con toda sinceridad, si elegí esta vida ciertamente no fue por el dinero, pero realmente me hace reír que alguien tenga el coraje de llamar ayuda lo que uno ha recibido en casi año y medio.
Se han podido dar conciertos en los últimos meses, pero ¿cómo creen que está afectando la ausencia de baile al estado anímico de la gente?
Realmente no lo sé, el espectáculo de la pandemia en la televisión ha causado mucha aprensión en la gente, como si no estuvieran ya asustados por ellos mismos. Será necesario acostumbrarse a vivir quitando el miedo al miedo, y hacer un equilibrio de información más seria, clarificadora y ética.
¿Creen que los problemas sociales que había antes de la pandemia, se van a agudizar mucho en la post-pandemia? ¿Qué atmósfera política se respira ahora mismo en Italia?
Creo que nada ha cambiado ni cambiará, las buenas intenciones son pura retórica. En tiempos de dificultad se agravan las carencias a nivel institucional. Hay una propaganda orientada a culpar a la gente común, pero el problema real es la incapacidad de gestión de las instituciones, desde los gobiernos, los periódicos, la OMS, hubo una vergonzosa falta de preparación por parte de todos. Excluyendo naturalmente a los médicos y la sanidad, quizás la categoría más oprimida por la política en los últimos 15 años. Es por eso que me disgustan los 'no-vax, no mask', los teóricos de la conspiración y basura así. De verdad, después de una pandemia gestionada internacionalmente con esta ineptitud, ¿todavía se cree que el poder es tan inteligente que puede ocultar algo? El poder es estúpido, se rodea de herramientas de información, mecenas y grupos de presión para ocultar sus defectos y estupidez.
¿La obra de compositores folk con mensaje político como Rino Gaetano, Fabrizio De Andrè o Giorgio Gaber ha tenido alguna influencia en su música? ¿En qué sentido?
Seguramente De Andrè en la forma de escribir los textos, llamémoslo poética, lo digo en el sentido de que estamos hablando de maestros inalcanzables. Intentamos hacer algo parecido en base a las influencias pero con las proporciones debidas. De Andrè ha sido la banda sonora de mis 40 años. Dicho esto, sin embargo, al que considero mi principal maestro es sin duda Gaber, por el pensamiento que desarrolló, cómo lo desarrolló inventando el género de la canción teatral y por la apertura mental y cultural ligada a una reflexión que va más allá del caldero banal, y para mí poco atractivo, de las ideologías.