El «streaming» salva las ventas de música en España pese al frenazo de la pandemia

Mientras la compra de CD's cae un 57% por el cierre de las tiendas, las plataformas digitales han experimentado un incremento del 4%

Nacho Serrano

Para los músicos sólo supone una victoria moral, ya que los beneficios del streaming no dan para cubrir las catastróficas pérdidas por la ausencia de conciertos, pero al menos la pandemia ha dado un respiro para traer una noticia positiva: El consumo de música a través de las plataformas digitales de streaming ha salvado del retroceso al sector en España durante este convulso primer semestre de 2020.

Según los datos de la asociación de productores de Música de España, Promusicae , la industria musical española ha logrado resistir esta primera mitad del año al obtener un repunte del 3,99% en sus cifras globales de ventas, pese al impacto de la pandemia en el mercado físico, que pierde casi el 45% de sus ingresos como consecuencia del cierre de tiendas durante el confinamiento, cumpliendo así todas las previsiones de caída que había anunciado la entidad.  

Los ingresos, según las cifras recopiladas por Promusicae (que representa a cerca del 95% de la industria fonográfica española), alcanzaron entre el 1 de enero y el 30 de junio los 145,1 millones de euros, frente a los 139,5 millones registrados en idéntico periodo de 2019 . Es un incremento tímido y que corta la racha de crecimientos por encima del 20% que venía acumulando el sector, pero muy indicativo del vigor de los modelos digitales que ya representan casi el 88% de los ingresos obtenidos. Un dato positivo que viene a aliviar las dificultades extremas a las que se enfrentan los músicos en este 2020.

El auge del streaming (escucha online sin necesidad de descarga) no solo parece estar lejos de haber tocado techo, sino que se consolida en un semestre más complicado para la economía de todo el mundo marcado por la crisis del coronavirus. « Tras largos años de trabajo, innovación, adaptación e inversión de la industria, podemos presumir de haber alcanzado una alta digitalización en la distribución de la música grabada, algo que, en circunstancias como las actuales, nos beneficia y que, lamentablemente, no han logrado otros sectores de la economía», declara Antonio Guisasola, presidente de Promusicae . «El hecho de que la industria haya demostrado ser resiliente en la crisis del Covid en la primera mitad de 2020 es muy gratificante y es el resultado de la exitosa estrategia digital de las compañías en los últimos años. En tiempos de pandemia y reclusión doméstica, las compañías discográficas han sido prácticamente la única fuente de ingresos para muchos artistas , ante la caída generalizada de su actividad y con la imposibilidad de organizar conciertos en directo».

Los ingresos del mercado digital de la música consiguieron dar en España un estirón del 18,9%, al pasar de 106,9 a 127,1 millones de euros . Esta mejoría, se sustenta en las subidas que experimenta el streaming en todas sus modalidades, a pesar de ser muy inferiores a lo previsto a comienzos de año.

En relación al streaming de audio, las suscripciones crecen en 17 puntos porcentuales (de 77,1 millones en 2019 a 90,2 en el semestre recién finalizado), y la gratuita y financiada mediante inserciones publicitarias se dispara por encima de los 55,7 puntos porcentuales : de 10,3 millones a 16,1. A juicio de los analistas de Promusicae, estos datos demuestran que los consumidores han incorporado el streaming a sus hábitos de consumo de manera ya abrumadora, pero también que el confinamiento apuntaló la escucha de música por parte de ese aficionado más circunstancial, que recurre a las modalidades gratuitas de las plataformas. No obstante, se llama a la prudencia con las cifras de esta modalidad ya que, debido a la drástica reducción de los ingresos de publicidad que ha generado la contracción general de la economía, previsiblemente sufrirán una caída en la segunda mitad del año por la reducción de ingresos que genera cada escucha .

Por otro lado, el consumo de música a través de streaming de vídeo (YouTube, Vevo) también se anota una mejoría sustancial del 14,9% (de 14,1 millones en el primer semestre de 2019 a los 16,3 millones actuales). Este crecimiento se cimentó a comienzos de año, ya que, a pesar del incremento en el número de visualizaciones que se experimentó durante el confinamiento, se observa una caída de ingresos en esos meses. Este hecho viene a reforzar aún más las advertencias del sector, puesto que los resultados provenientes del streaming de vídeo quedan lejos de unos ingresos proporcionales al enorme volumen de visualizaciones que registran estas plataformas. Por ello, la industria pone de manifiesto, una vez más, la necesaria trasposición fiel de la directiva comunitaria relativa al value gap, para establecer un marco legal que permita recibir una remuneración adecuada por este uso.

Por último, otros productos digitales, como las descargas permanentes de álbumes y canciones o los productos para móvil, siguen registrando caídas (del 11 y del 20%, respectivamente ) y se sitúan en valores ya casi residuales.

La otra cara de la moneda la representa el mercado físico, lastrado irremisiblemente por el cierre temporal de tiendas durante lo más crudo de la alerta sanitaria. Sin embargo, el comportamiento de este apartado cambia mucho en función del formato escogido por el comprador. Las ventas de álbumes en vinilo se contrajeron en un modesto 7,7%, desde los 7,8 millones del semestre inicial de 2019 a los 7,2 millones actuales. Sin embargo, la contracción en las ventas de CD es muy severa: pasan de 24,2 a 10,6 millones, lo que equivale a un desplome de casi 57 puntos porcentuales .

Así las cosas, el vinilo sigue ganando partidarios entre los aficionados que apuestan por las compras físicas y ya absorbe prácticamente el 40% de las ventas. El CD se mantiene con el 58,2% de la cuota de mercado (el vídeo y los discos sencillos completan la tarta con el 1,3% y el 0,5%, respectivamente).

En términos globales, las ventas físicas apenas alcanzaron en España los 18 millones de euros entre enero y junio (un 45% menos que en 2019), mientras que los ingresos digitales se auparon por encima de los 127 millones (casi un 19% más) . El desequilibrio es cada vez mayor a favor de las fórmulas digitales, solo cinco veranos después de aquel 2015 en que, por vez primera en la historia de la música en España, los ingresos on line superaran tímidamente a los que generaban los discos físicos en vinilo o CD.

Como conclusión, Guisasola señala que «es absolutamente importante situar estas cifras positivas en el contexto general de la industria de la música, porque el ligero crecimiento de nuestra industria en este semestre no debe restar valor a la magnitud de la crisis a la que nos vamos a enfrentar en la segunda mitad del año, especialmente intensa para el sector del directo, con efectos devastadores para los artistas y todos los que participan en la creación de valor».

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