Spotify anuncia pérdidas de más de cien millones y se desploma un nueve por ciento en Bolsa

El batacazo se debe al aumento de los derechos de autor que tiene que pagar a artistas y discográficas

Su CEO Daniel EK anuncia que el precio de las suscripciones podría subir pronto

El CEO de Spotify, Daniel Ek ABC

Nacho Serrano

¿Qué pasa con el negocio de Spotify ? Es la gran pregunta de la industria de la música grabada desde hace años. Los músicos se quejan de que apenas obtienen ingresos por las reproducciones de sus obras en la plataforma, y ésta no consigue hacerse rentable a pesar de que todos la usamos y la vemos como una empresa de éxito.

Cabía esperar que los confinamientos jugarían a favor del consumo de streaming, pero el último dato desvelado por la compañía es todo menos halagüeño: ha registrado unas pérdidas netas de 101 millones de euros en el tercer trimestre del año , frente a las ganancias de 241 millones de euros del mismo periodo del 2019.

El quid de la cuestión no está, sin embargo, en que Spotify esté yendo mal. De hecho va bien: su número de usuarios sigue creciendo, y los ingresos en el trimestre se situaron en 1.975 millones, un 14,1 por ciento más que el año pasado. Pero los costes asociados a los ingresos, derivados en gran medida de los derechos de autor que Spotify tiene que pagar a artistas y discográficas, se elevaron hasta 1.486 millones, un 15,2 por ciento más que el año pasado. Tras este inesperado batacazo, las acciones de la compañía han caído más de un 9 por ciento en la Bolsa de Wall Street.

Del total de la facturación, 1.790 millones proceden de las suscripciones 'premium', que aumentan un 15 por ciento, y los otros 185 millones se corresponden con la publicidad en el servicio gratuito, que sube un 9 por ciento. El número de usuarios activos entre julio y septiembre ha aumentado en seis millones situándose en los 320 millones, un 29 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. De esa cifra, 144 millones de usuarios eran de pago (un 27 por ciento), y 185 millones (un 31 por ciento) se servicio gratuito. Los gastos de venta y marketing crecieron un 43,8 por ciento, hasta los 256 millones, mientras que los de investigación y desarrollo (I+D) se situaron en 176 millones, un 29,4 por ciento más. Los costes generales y administrativos registraron un alza del 32,9%, hasta 97 millones de euros.

La primera consecuencia de estos malos datos no se ha hecho esperar: Daniel Ek, CEO de Spotify, ha anunciado que está dispuesto a subir los precios de la plataforma . Aunque «sólo en los mercados (es decir, los países) donde el servicio está más maduro». Según Ek, «los resultados iniciales indican que en los mercados en los que probamos precios más altos, nuestros usuarios siguen creyendo que Spotify tiene un gran valor y han mostrado una disposición a pagar más por nuestro servicio. Como resultado, expandiremos aún más los incrementos de precios, especialmente en lugares donde estamos bien posicionados frente a la competencia».

A pesar del desplome en Bolsa, Ek se muestra optimista, achacando el aumento de los pagos a discográficas y artistas a que «el tamaño de nuestro catálogo total creció significativamente», y señalando que «los ingresos por publicidad volvieron a crecer». Además, añade, «también superamos las expectativas en nuestros mercados más nuevos, donde vemos que el crecimiento continúa acelerándose. Esto afirma nuestra creencia de que existe una importante demanda acumulada de Spotify en todo el mundo, incluso en lugares donde nuestro servicio aún no se ha lanzado. Estos resultados ilustran el poder de nuestro negocio a pesar de COVID y otros desafíos relacionados en todo el mundo». Daniel Ek (que según Forbes tiene un patrimonio de 4.200 millones de dólares) asegura que Spotify ha pagado más de mil millones de euros a los titulares de derechos en cada trimestre de 2020, «y me enorgullece decir que estamos en camino de pagar otros mil millones de euros en el cuarto trimestre», asegura.

Los músicos reclaman más

Mientras tanto, Spotify ve cómo los músicos siguen reclamando obtener más beneficios de este negocio. El Sindicato de Trabajadores de la Música de Estados Unidos acaba de lanzar una campaña llamada «Justicia en Spotify» para exigir mejores pagos por la reproducción de sus obras. «Se está ganando dinero en la industria de la música durante la pandemia, y simplemente no va a los artistas. Necesitamos unirnos para obtener nuestra parte de una forma justa», aseguró Cody Fitzgerald, integrante de la Unión de Músicos y Trabajadores Aliados en Estados Unidos (UMAW por sus siglas en inglés).

Esta campaña para presionar a la empresa sueca supone la primera acción colectiva de una organización de trabajadores de la música contra un servicio de streaming. Entre sus demandas está el incremento del pago por reproducción hasta al menos un centavo, el aumento de la transparencia sobre los datos de la compañía, y el fin de las demandas contra los trabajadores de la música. Spotify actualmente no paga royalties directos por reproducción, sino que utiliza un sistema prorrateado para asignar partes del montante total de esos royalties. El cambio sugerido por la campaña «Justicia en Spotify» requeriría la aprobación de los mayores titulares de derechos –Sony BMG, Universal Music Group y Warner Music Group-,, que utilizan los derechos de sus catálogos masivos para asegurar anticipos mensuales de Spotify.

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