La rueda de las televisiones, «el cáncer» que podría acabar con la SGAE
Varios artistas reclaman una urgente intervención del Gobierno en la entidad de gestión, que va a ser sancionada por la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores
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La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ha aprobado un informe para reformar la Ley de Propiedad Intelectual, con el que se daría el primer paso para la modificación del mecanismo de recaudación conocido como «la Rueda» . Hasta ahora, la SGAE recaudaba la mayor parte de sus beneficios autorales de las televisiones -en torno al 70%- en la franja de la madrugada, pero con la reforma aprobada esa cifra no podrá superar el 20 por ciento, la misma cantidad impuesta por el laudo emitido el pasado año por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Ahora, el Senado deberá ratificar la medida en una votación que podría producirse el día 17 de diciembre.
Mientras tanto, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (Cisac) ha iniciado un «proceso sancionador» contra la entidad por el presunto favoritismo hacia algunos de sus miembros y el fraude en el cobro de derechos de autor de piezas musicales emitidas en televisión («la rueda»), que está siendo investigada por la Audiencia Nacional.
Este sistema, por el cual algunos miembros de la Sgae habrían estado recibiendo ingresos millonarios en los últimos años, ha provocado una profundísima división entre los músicos españoles. ¿Por qué? Las televisiones, que pagan una cantidad fija anual a la SGAE (varias decenas de millones de euros) por el uso indiscriminado de todo su repertorio, idearon una forma de recuperar parte de ese dinero : crearon sus propias editoriales musicales y llegaron a acuerdos con músicos para darles espacio en su programación nocturna, a cambio de ceder éstos a las cadenas el 50% de sus derechos de autor. En algunos casos, editando composiciones que son una burda modificación de piezas originales cuyos derechos han expirado por antigüedad (más de 80 años), especialmente obras de música clásica.
¿Por qué perjudica esto a los músicos que no participan en «la rueda»? La SGAE reparte los ingresos procedentes de las televisiones entre sus socios basándose en la duración de las interpretaciones, por lo que los músicos que se prestan a participar en la rueda, que les da espacios bastante prolongados prácticamente cada noche, reciben liquidaciones muy cuantiosas. Así, un artista que aparece veinte minutos cada madrugada en un programa sin apenas espectadores, gana mucho más dinero que otro que actúa durante cinco minutos en prime-time ante una audiencia millonaria. Además, la SGAE reparte poder (votos) entre sus socios en función de las cantidades percibidas por generación de derechos de autor, lo cual genera una espiral que ha impedido que se ponga freno a este mecanismo por vías internas.
«Hay mucho caradura en la SGAE», dice un peso pesado del pop nacional como Pablo Alborán . «Es surrealista que canciones que suenan mucho y que tienen más difusión, en la lista de ingresos por derechos de autor estén cien posiciones más abajo que otras que no conoce nadie. Pido sentido común, ética y honestidad». El malagueño participó en una cena organizada por Alejandro Sanz, en la que reunió a varios artistas para defender sus derechos, «una cena en la que estudiamos cómo podíamos denunciar la "rueda" desde el punto de vista autoral, buscando buenos argumentos y buenos aliados».
Otro superventas de la música española como Manuel Carrasco señala que «lo normal es que la música que más le llega a la gente sea la que más dinero genere. No puede ser que porque unos cuantos se hayan montado un chiringuito a su gusto ocurra esto tan raro: que nadie conozca a los artistas que más dinero generan por los derechos de autor procedentes de la tele».
El Premio Nacional de Músicas Actuales, Javier Ruibal , cree que «la emisión de música en horas de casi nula atención de los espectadores, no es lo mejor para los creadores, aunque pueda resultar rentable para sus economías. Creo que las editoriales de televisión desfavorecen la presencia de música en vivo en prime time y obtienen un retorno que está relacionada con una posición de privilegio que la SGAE en su día les otorgó».
Mucho más contundente es Jorge Martínez de Ilegales . «Estamos pidiendo socorro al gobierno», exclama al respecto. «Aunque claro, qué gobierno se va a meter ahí. Nadie se atreve. En esta gran estafa están muchos canales de información, y así, ¿quién le pone el cascabel al gato? Además el enemigo lo tenemos dentro. Sólo ha votado un siete y pico por ciento, las elecciones han sido amañadas. La presidencia, el presidente, me parecen personas indignas no… Me parece repugnante que hayan aceptado estar donde están. Dicen que van a intervenir la entidad, que han dado un plazo, pero mientras tanto están haciendo repartos, y hay que decir que es una gran estafa. No se estafa a la gente, se estafa a los autores. No a compañeros... porque esta gente no son compañeros. Además, la mayor parte de los que están ahí jamás han escrito un libro, ni una obra de teatro, ni una canción, ni una sinfonía, ni un nada. Son gente que firma cosas de otros, de gente que ya no tiene derechos, Mozart, Beethoven… A mí que un tío se atreva a firmar una obra de Mozart… Pues en fin, no hago más que ventosearle en la cara. A mí me ofrecieron entrar en “la rueda”, y yo facilité a la policía el teléfono de la persona que me contactó, porque hay una investigación abierta. Me dijo que si no entraba jamás saldría en la tele y esto y aquello… y le dije “Pues no saldré, pero yo no hago esas mierdas”. A muchos de estos artistas que están a favor, les dan unas migajas a cambio de su aquiescencia, les dan una pequeña, pequeñísima parte de los beneficios. Existe la posibilidad de que nos vayamos todos en bloque de la SGAE. Así no podrán administrar nada, se quedará en una gran bolsa de nada, de fraude. Y con una deuda cojonuda».
La cantante malagueña Vanesa Martín opina que en la Sgae hay «muchas sombras» y que «hay que clarificar muchas cosas», y por eso formó parte del movimiento de abstención en las últimas elecciones. Lo mismo hizo José Ignacio Lapido , que cree que «la Rueda” es “el cáncer que amenaza con acabar con la SGAE». Como firme defensor de los derechos de autor, cree que «fueron una conquista del mundo de la cultura que muchos, al amparo de la falsa modernidad de las nuevas tecnologías, han querido denostar. Pero el derecho de autor es el salario de los trabajadores de la creación y es justo y necesario defenderlo. Lo que no se puede es prostituir los mecanismos de recaudación de una forma tan burda y mafiosa como están haciendo los que ahora dirigen la SGAE en connivencia con las grandes cadenas de televisión, que son la otra pata del negocio fraudulento de la Rueda. Es inaceptable».
En las últimas elecciones, tras el «bochornoso bloqueo al voto electrónico», también participaron en la campaña abstencionista los veteranos indies granadinos Niños Mutantes . «La SGAE está en manos de una panda de pícaros», aseguran. «Ya no tenemos fe ninguna en que esto tenga arreglo. Llevan años riéndose de los que no formamos parte de esos trapicheos, que son de muchos millones de euros. Espero que en un futuro cercano un tribunal condene por estafa a los que se han lucrado con estos tejemanejes. Entre las televisiones y cuatro listos organizaron un sistema que apesta y que ha hundido los ingresos de los autores de los que no estamos en ese lío y que trabajamos honradamente. El Gobierno debe de intervenir SGAE urgentemente, y la Fiscalía está tardando en llevar a unos cuantos a los tribunales».
David Ruiz, el cantante de La M.O.D.A. , se expresa con similar indignación. «Después del resultado de las elecciones, no tenemos muchas esperanzas de cambio. Y nos va mucho en ello, porque si no estás en SGAE, el dinero que generan tus derechos de autor se lo reparten entre los socios mayoritarios, los más poderosos. Haciendo una analogía con el fútbol, podríamos hacer como la liga inglesa, que hace un reparto de ingresos televisivos intentando favorecer a los que menos tienen, o seguir como estamos, perpetuando que los poderosos sean los que salen más favorecidos. Por eso SGAE, como instrumento nos parece una mierda. No sólo porque esté corrupta, y eso no lo decimos nosotros, lo dice la Justicia. Pasan cosas como lo de “la Rueda”, los mecanismos de recaudación y reparto no funcionan bien… En cada concierto que damos aparece un tipo de la SGAE que se lleva el diez por ciento de la recaudación. Eso se lo llevan rapidísimo. Pero luego, para que nosotros veamos ese retorno pasa mucho tiempo. A nosotros, la SGAE todavía nos debe dinero de conciertos de hace dos, tres años. Esto es un desastre, y hay que buscar una forma de repartir los derechos. En Francia hay varias alternativas, pero en España sólo está la SGAE. Hay mucha opacidad, hay gente que ha entrado en la cárcel, ahí hay gente que se está llevando mucha pasta».
Adrià Salas, el cantante de La Pegatina , lleva «dos años» informándose de todo lo que pasa alrededor de “la Rueda”, y su conclusión es que «es indignante». En su opinión, «están jodiendo la Cultura, y no se informa a la gente de lo que está ocurriendo porque las televisiones están metidas en el ajo. Por eso espero que intervenga el Ministerio de Cultura y señale que el hecho de que sea una entidad privada no es excusa para repartir la tarta como a algunos les apetece. Cuando se permitió el voto electrónico todos votamos en contra de los estatutos de la SGAE. Pero en las elecciones quitaron el voto electrónico, cuando los músicos no podemos ir a votar en persona porque estamos grabando o de gira. Hevia, Teo Cardalda, Ismael Serrano, Tontxu, Huecco, se están beneficiando del cambio de estatutos en la SGAE, y de que salir en el prime-time o salir de madrugada generen los mismos derechos. Además, hay socios que se están haciendo de oro con los derechos de autor no reclamados, que son muchos porque hay muchos artistas y bandas que no no saben o no quieren reclamar su parte. Por ejemplo, si una radio pone una canción tuya pero tú no te enteras, esa radio paga a la SGAE pero tú no sabes que tiene que reclamarlo. Al cabo de cinco años, ese dinero no reclamado pasa a la Fundación SGAE. Por eso ahora todo el mundo quiere entrar en la Fundación. Si te metes a investigar, es muy “heavy”. Ahí alguien tiene que intervenir. Al ser una entidad privada, es muy complicado que ella misma se pueda regenerar. Por eso tiene que haber una intervención externa urgente, y por eso es muy importante que los medios de comunicación ayuden a clarificarlo todo, para apoyar a nuestra Cultura como se merece».