Crítica de música
«Les Rois Mages»: la ilusión de crear
Las imágenes, los ruidos y la música cobran sentido disfrazados de teatro musical mutimedia
Desde lejanos lugares, los Reyes Magos acudieron a Belén convocados por el cometa. De las peripecias y descubrimientos que se sucedieron da cuenta el escritor Michel Tournier en sus novelas «Gaspard, Melchor y Balthazar» y «Les Rois Mages» . A partir de ellas Gilles Rico ha elaborado un texto sugerente, de cadencia suave y ritmo sosegado. Pero la llamada también ha tenido eco en lugares aparentemente inconexos. En Lyon trabaja Étienne Guiol, escenógrafo y videoartista, que ha entremezclado su imaginario con la realidad del universo sintetizada por Mathias Jäger, astrónomo del ESO Supernova Planetarium de Múnich. Camille Gouglaris recogió el ruido de los planetas en su consola del CIRM, de Niza. Y Fabián Panisello, en Madrid, ha coordinado el total poniendo música y dirigiendo al Plural Ensemble y a la cantante Elodie Tisserand. De cómo todas estas acciones terminaron yendo de la mano da cuenta «Les Rois Mages», obra estrenada el viernes en Madrid.
Hay momentos felices . En el texto abundan por su capacidad metafórica. El negro Gaspard lo es tras descubrir a la blanca Bitiline. Las imágenes, los ruidos y la música también cobran sentido disfrazados de teatro musical mutimedi a . La denominación es referencial pues atiende a la primera realidad del espectáculo, configurada por la superposición de elementos, no necesariamente homogéneos. La propia escenografía de Guiol funciona por acumulación. La orquesta se sitúa en el lateral derecho. Al fondo una pantalla refleja las imágenes. Luces y cajones, en el difícil escenario de la sala de cámara del Auditorio Nacional de Música tratan de parecer una realidad coherente gracias a la música de Panisello y su capacidad para fusionarlo todo.
Porque la partitura dibuja el verdadero espacio de la obra, con notable singularidad cuando se entrecruza con la electrónica. Los apuntes narrativos son evidentes sobre una síntesis instrumental cuidadosa y una línea vocal que ensalza el texto. Apenas hay detalles de verdadero canto y es una pena porque cuando aparece, la larga recitación y sus muchos gestos vocales tan estupendamente traducidos por Tisserand adquieren una profundidad nueva. El melodrama es encargo del Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la Universidad Autónoma. Es lo propio. Ciencia y arte comparten muchas cosas.