'Rock contra el fascismo' propone el boicot a un concierto del 'fascista, racista y homófobo' Sherpa
La plataforma asegura que no quiere que haya censura sobre la próxima actuación del ex Barón Rojo en La Riviera, pero llama a los rockeros a plantearse si deben apoyarlo o no
José Luis Campuzano 'Sherpa' vuelve a estar en el epicentro de un terremoto en las tierras del heavy metal español. Tras protagonizar varias polémicas por sus opiniones políticas, el cantante y bajista está en boca de todos tras la emisión de un duro comunicado por parte de la plataforma 'Rock contra el fascismo', integrada por más de mil artistas, bandas, colectivos y trabajadores de la escena, entre los que destacan nombres como Celtas Cortos, Angelus Apatrida, Aurora Beltrán, Fernando Madina (Reincidentes), El Drogas, Hamlet o Alfredo Piedrafita (Barricada). El texto, que ha sido aprobado con consenso absoluto, dice lo siguiente:
«No es agradable ni fácil escribir estas líneas. Tampoco sería de recibo no escribirlas. Se ha anunciado un concierto en Madrid en octubre en La Riviera . Fuese cual fuese la banda que lo anunciase, sería motivo de gran alegría. La música en vivo debe retomar la actividad, siempre respetando las medidas necesarias ene l momento en que se haga el concierto. Pero este concierto no lo es. No es una alegría, lo cierto es que es una auténtica pena. Y no lo es porque no podemos permitir que haya concierto que normalicen un discurso rancio, profundamente racista, xenófobo y homófobo que no debe ser normalizado. En ese concierto se anuncian Los Barones , es decir, Sherpa. Sherpa, después de amenazar con denunciar a diestro y siniestro (típico lo de judicializar la libertad de expresión para luego exigir el derecho a la suya) aseguró públicamente en sus redes que iba a votar a la extrema derecha. Esto, que ya de por sí nos parece gravísimo para alguien que dice ser rockero, no sería motivo suficiente para que nos pronunciásemos. Simplemente, nos limitaríamos a ignorar ese concierto, a no acudir, a no apoyarle ni a publicitarle, y allá cada quien. El problema es que Sherpa, de manera reiterada, ha solicitado que se reciba a los inmigrantes con metralletas y que se bombardeen los cayucos con nuestros F18. Sí es literal. Amén de insultar una y mil veces a los inmigrantes a los que llama 'moritos' entre otras muchas lindezas que ha lanzado desde su twitter, tan gordas, que una gran mayoría de rockeros aseguraban y porfiaban que esa cuenta era fake, pero no lo era. Era Sherpa sin máscara, eran los pensamientos de un fascista racista, xenófobo y homófobo, de alguien que confrontaba los derechos humanos. Muchas de las bandas que firman el 'Manifiesto Rock contra el fascismo' han padecido persecución y censura en sus conciertos por sus ideas. Y nosotros no queremos ser como los que combatimos. No, que quede claro, no pedimos que se censure ese concierto. Tan solo ponemos sobre la mesa que un miembro de una de las banas que participa le hace un flaco favor al rock con su comportamiento fascistas, racista, xenófobo y homófobo y ahora, como siempre debió ser y muchas veces no fue con nuestras bandas, decides tú».
El texto se refiere, entre otros, a los tuits publicados hace unos días por Sherpa. «Doctor Sánchez Führer: ¿Le preocupa a ud la Seguridad Nacional? Pues pare inmediatamente la invasión de magrebíes en Canarias y destruya con nuestros cazabombarderos F18 a los miles de cayucos del puerto de Mauritania que están a la espera de embarcar a los invasores previo pago». Poco antes, escribía: «Con la ley soviética de Seguridad Nacional que el Traidor Sánchez quiere aprobar para momentos de crisis, basta con que unos «moritos» vuelvan a reventar 5 ó 10 trenes y ya tenemos «crisis». Podrá requisar nuestros ahorros, expropiar casa o mandarnos a limpiar el culo a los menas».
La plataforma 'Rock contra el fascismo' fue impulsada por Fernando Madina, de la banda andaluza Reincidentes, y Óscar Sancho, de Lujuria. «Nos hemos visto con la necesidad de decir basta ya. Lo hacemos desde nuestra humilde profesión, y sumar bandas que tienen esta misma idea», explica Madina. ¿El por qué? «Porque de un tiempo a esta parte se está blanqueando poco a poco una ideología que tiene el odio y la xenofobia como principales líneas de pensamiento. Se está normalizando». La plataforma también tiene apoyos desde fuera de España, con grupos de Colombia (Angkor, Orfeo), Argentina (renacer), Chile (Excomunión) o México (Luzbel). En nuestro país también se han sumado nombres como como Ska-P, Malavita, Manolo Kabezabolo y los que no dan pie con bolo, Desastre, Clan Perro, Cryting Blood, Lucem ac Tenebras, Mordor, Cyan Bloodbane, La Cataluña Metálica, Lyra Mortem, Rockura emergente, Origen, Fugitivos, Fabes con Almejes, Def con Dos o Salpicadura.
Este es su manifiesto fundacional:
«Pertenecemos a un colectivo que sabe que el futuro será feminista o no será porque la palabra que nos une, que nos define, es la música, en femenino: somos música. Pertenecemos a un colectivo que lo está pasando mal en esta pandemia. Nos hemos sentido personas abandonadas a un destino incierto para nuestro modo de vida e incierto también para ganarnos, en muchos casos, la vida. Hemos aprendido que la unidad y el compromiso de unas personas hacia otras es más necesario ahora que nunca. Que somos una voz única que representa al pueblo y que solamente el pueblo está salvando al pueblo. Pertenecemos a un colectivo que ha aprendido a distinguir las promesas huecas de las verdades necesarias. Necesitamos distinguir a quien promete, por su propio interés, lo que no cumplirá de quien de verdad ayudará a la gente. Pertenecemos a un colectivo que ha sido criticado, repudiado y marginado desde que nació porque vinimos a decir verdades, a denunciar privilegios que generan desigualdad. Vinimos a buscar igualdad, equidad, libertad, hermandad. Denunciamos a esas personas que, en palabras de Metallica, son los «Master of Puppets», es decir, los «dueños de las marionetas» y, a los que, por eso, no les gustamos. No somos una moda, no somos una «movida» ni una corriente, ni siquiera una contra-corriente, no estamos «organizados». Aprendimos a vivir como una tribu, somos una tribu (una comunidad hermanada). Aprendimos a vivir con el desdén de los que no nos importan porque no les importan los demás y estamos y somos personas orgullosas de ello. Somos indios en una película de vaqueros, somos los de las pintas y las pinturas, los de los pelos raros, los que amamos la madre tierra… Somos ingobernables, imposibles de domar… Salvajes contra la adversidad, la injusticia y el desprecio… Somos todas las tribus: cheyenes, lakotas, apaches, arapajoes, seminolas, cherokees, sioux, comanches… Somos todas las tribus diferentes, pero nos une la misma lucha. Esta lucha que hace que seamos una sola voz contra el fascismo en todas sus formas. No solo levantamos la voz contra el fascismo de los «bigotitos», de las manos alzadas y rígidas, ese fascismo que utilizó cámaras de gas, campos de concentración o exterminios de todo tipo… Alzamos la voz contra el fascismo que se encubre, ese fascismo que se disfraza como el «lobo con piel de cordero», ese fascismo que asoma la pezuña por debajo de la puerta de cada uno de nuestros hogares. Ese fascismo en el que una mujer niega que la violencia machista exista mientras proclama que la violencia no tiene género. Ese fascismo en el que vemos a una persona cuya piel es negra gritando que no hay racismo. Vemos que no se habla de igualdad, esa igualdad necesaria para que podamos ser libres como personas. Solo siendo iguales y libres podremos ser igual de libres. Somos la tribu del rock. Nacimos comprometidas y comprometidos con el ser humano, nunca pasamos de moda. Hoy, os pedimos que meditéis bien. Es mucho lo que está en juego. Hay que hacer que caiga la máscara del fascismo. No te dejes embaucar por los mensajes fáciles que generan desigualdad enarbolando privilegios. Somos la tribu del rock y hoy queremos decirte, creemos necesario decirte: hay que parar al fascismo. Es urgente parar al fascismo en todas sus formas. Nuestra tribu va a poner sus guitarras y sus voces a gritarlo, alto y claro. Si escuchas lo que cantamos, si estás de acuerdo con nuestro mensaje, te pedimos que hagas lo mismo. Demuestra que una canción no es solo una canción y tú y nosotras y nosotros, nos sentiremos mejor. Si algo ha sido el ROCK, desde que nació, desde su semilla en el blues de los esclavos, es antifascista. ¡Gracias por leer este manifiesto! ¡Gracias por compartir nuestro mensaje! ¡¡No al fascismo!!».