Robert Plant, equilibrismo de leyenda en Barcelona
El antiguo vocalista de Led Zeppelin interpretó canciones conocidas como «Babe, I’m Gonna Leave You» y «Little Maggie»
Entre su garganta y la guitarra de Jimmy Page engendraron la alternativa musculosa a la «british invasion» y tallaron en granito el pilar maestro de lo que sería el hard rock, y eso es precisamente lo que se encargan de recordarle cada vez que decide salir de gira.
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¿ Robert Plant ? Sí, claro, el volcánico e inflamado vocero de Led Zeppelin . De nada sirve que el de Staffordshire lleve más de tres décadas intentando dar esquinazo a la leyenda de la banda británica y haya rechazado ofertas millonarias para una gira de reunión: él fue y será el cantante de Led Zeppelin , y así se lo recuerda la historia cada vez que tiene ocasión.
El cantante en uno de sus conciertos- EFE Así, alternando erupciones de intensidad añeja como «Babe, I’m Gonna Leave You» con visitas a los ancestros del folk para rehacer «Little Maggie» entre injertos africanos, el cantante diseñó un concierto a medida de una voz que ha perdido pegada, pero mantiene aún color y transformó la energía de Led Zeppelin en un apetecible cebo para arrastrar al público a sus nuevas aventuras junto a The Sensational Space Shifters.
Una vistosa travesía por las raíces del rock y alrededores que, eso sí, el público corría el riesgo de olvidar con el primer guitarrazo de una «Whola Lotta Love» anudada a «I Just Want To Make Love To You» y «Mona» y, sobre todo, con la febril detonación de «Rock And Roll». Porque, ya se sabe: ¿Robert Plant? Sí, claro, en la L de Led Zeppelin.
Otras actuaciones de la noche
Antes de eso, los granadinos 091, renacidos tras varias décadas en barbecho, se embarcaron en una nuevo rescate de ese pasado que es también piedra fundacional del rock español y, sobrados de electricidad, demostraron por qué son una de las bandas de culto que mejor ha resistido el paso del tiempo. El público, sin embargo, apostó por Alabama Shakes y su soul sureño con sabor a madera y metal.
Con la voz de Brittany Howard como poderoso imán y los teclados limando asperezas con el gospel, los de Athens se dieron un baño de masas y firmaron un acalorado y vibrante pase de soul con raíces, rock herrumbroso y canciones capaces de encamar a Janis Joplin con Sam Cooker.