Primavera Sound: el indie abraza la sabrosura

El festival, que se celebra en Barcelona entre el 29 de mayo y el 2 de junio, ahonda en la diversidad con Rosalía, J Balvin, Miley Cyrus, Janelle Monae y Tame Impala, entre otros

Rosalía, durante una actuación en Nueva York Efe

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Superado el shock inicial con el que algunos recibieron que el Primavera Sound, aparentemente inexpugnable bastión del indie, se hubiese rendido definitivamente a los encantos de las músicas urbanas y, sobre todo, del todopoderoso reguetón, lo que en realidad queda es un cartel de impacto global y prime time mucho más contemporáneo que de costumbre y un buen puñado de preguntas que no empezarán a resolverse hasta que el Fórum abra puertas el próximo miércoles, 29 de mayo. Cuestiones relativas a relevos generacionales, incidencia en el público extranjero, códigos de vestimenta -¿será este el año del chándal y la gorra calada?- y, en fin, a menear el bullarengue a según qué edades de las que el festival quiere hacer no la excepción, sino la norma.

De ahí que, en su XIX edición, la cita barcelonesa se presente bajo el lema de The New Normal (la nueva normalidad). Porque lo normal, dicen, es que se derriben fronteras entre géneros y se abrace la paridad. Que prime el atrevimiento aún a riesgo de que alguien proteste por el (aparente) déficit de señores tristes-enfadados armados con guitarras y tambores. Nada que, bien pensando, no se haya venido haciendo ya en los últimos años aunque resuelto ahora a lo grande y con la oreja bien pegada a las últimas mutaciones de la música popular. O, mejor dicho, prestando toda la atención que se merecen nuevas encarnaciones del pop como el hip hop contemporáneo, el trap y las músicas urbanas de raíz latina.

No faltan, es cierto, sospechosos habituales de lo que algunos llamarían canon clásico del Primavera como Suede, Interpol, Tame Impala, Primal Scream, Built To Spill o, crucemos los dedos, unos Guided By Voices que más de tres décadas después de su fundación aún no se han estrenado en Barcelona, pero no son para ellos los titulares. Ni siquiera los escenarios principales, copados este año por figuras de peso como el estadounidense Future, santo y seña del nuevo hip hop forjado en Atlanta; el colombiano J Balvin, astro latino que llega después de haber coronado la cima del reguetón con «Vibras»; o la sueca Robyn, superdotada alquimista del nuevo pop bailable. También, claro, por una Rosalía pletórica que desembarca en Europa por el puerto del Fórum después de pasear el ciclón de palmas y tramas electrónicas de «El mal querer» por Estados Unidos y Latinoamérica.

En femenino

Un broche triunfal a seis meses de infarto que permitirán a la de Sant Esteve Sesrovires codearse con artistas de la talla de FKA Twigs, Kate Tempest, Charli XCX, Ivy Queen, Nathy Peluso, Kali Uchis, Rosa Pistola o Héloïse Letissier, alma mater de ese fenómeno pop que son ¿Más mujeres? Sí, muchas más. Porque, insisten desde el festival, lo normal también debería ser que hubiese una paridad real entre artistas femeninas y masculinos. «Si la mitad de nuestro público es femenino, ¿por qué no puede serlo nuestro cartel?», se preguntaban desde el festival.

Dicho y hecho, el Primavera Sound del 2019 será el de reguetón y los ritmos urbanos, sí, pero también el de Erykah Badu, Janelle Monáe y Solange, estelar y deslumbrante trío de divas soul que explorarán el presente y el futuro de la música negra. O el de la definitiva confirmación de Courtney Barnett , nueva heroína del indie más peleón, y el carnaval pop de Miley Cyrus, jugoso fichaje de última hora para cubrir la baja de Cardi B.

Será, en fin, el Primavera Sound de las sorpresas, los descubrimientos y las incógnitas (por primera vez en los últimos años, a la hora de escribir esto aún quedaban entradas y abonos a la venta) y también el de las certezas inquebrantables. Ahí están, sin ir más lejos, los infatigables Shellac sumando su millonésima actuación en el festival y abriendo la puerta a una facción de viejos conocidos en la que caben desde el terciopelo electrónico de James Blake al pop torcido de Mac DeMarco pasando por los afiladísimos salmos responsoriales de Low, las cicatrices de Snail Mail o las detonaciones de los vascos Lisabö.

Tampoco faltan las primicias -el rapero Nas también se ha hecho de rogar lo suyo-, la república electrónica que conforman los cuatro escenarios del Primavera Bits, y una jornada inaugural gratuita que, el miércoles, 29, llevará al Fòrum a Big Red Machine (proyecto que comparten Justin Vernon, Bon Iver para los amigos, y Aaron Dessner de The National), Cuco y Hatchie, entro otros. El eco de esa primera noche llegará el domingo 2, con otra jornada de puertas abiertas en el CCCB que contará con Christina Rosenvinge, Cupido y, ojo ahí, Filthy Friends, la banda de Peter Buck (R.E.M) y Corin Tucker (Sleater-Kinney).

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