Plan B, así es la única sala de conciertos que sigue acogiendo actuaciones en Europa

La revista británica New Musical Express se ha adentrado en este club de Suecia, donde se puede seguir disfrutando de música en directo manteniendo la distancia con el resto de espectadores

La sala Plan B Facebook

Nacho Serrano

Todas las salas de conciertos de Europa están cerradas a cal y canto por la pandemia, y no saben cuándo abrirán. ¿Todas? No. Un pequeño local regentado por irreductibles promotores suecos resiste todavía al coronavirus, y sigue acogiendo actuaciones de música en vivo de las que cualquiera puede disfrutar, si respeta la distancia mínima con el resto de espectadores.

La sala se llama Plan B y está en Malmö, la tercera ciudad más habitada de Suecia, ubicada en el extremo sur del país. La revista británica New Musical Express la ha visitado y ha confirmado que sus responsables no están haciendo nada ilegal según la normativa sueca, pero sí algo muy poco recomendable.

Las medidas contra el contagio en Suecia prohíben las reuniones de más de cincuenta personas, así que Plan B ha reducido el aforo de trescientos cincuenta a cuarenta espectadores. Los conciertos que allí se están celebrando arrancan con un ambiente de lo más frío, incluso para el público sueco, pero «poco a poco la gente se va animando y empieza a pedir bebidas y a bailar», cuenta uno de los músicos que ha pasado por allí estos días. Está prohibido acercarse a las barras, y son los camareros los que, a distancia, toman nota de lo que quiere cada cliente y después se lo deja en una bandeja. Divertido, curioso, pero también peligroso: ni siquiera se toma la temperatura a los que acceden, ni se les pregunta si tienen síntomas.

«No queremos parecer unos ignorantes», dice otro músico entrevistado por el medio británico. «No estamos ignorando la gravedad de lo que está pasando. Somos muy consciente de la situación. Pero las regulaciones no nos prohíben tocar para esta cantidad tan pequeña de gente, así que yo creo que todo está bien».

¿Cómo es posible que esté pasando esto? Es más, ¿cómo puede ser rentable para el propio club? «Irónicamente, no hay un plan b para el Plan B», dice su propietario. «Tal como están las cosas, si no abrimos, y si no viene nadie, tendremos que cerrar para siempre. Es así de simple. El gobierno no nos ha ofrecido nada que pueda cubrir nuestros costes básicos. Además le está diciendo a la gente que se quede en casa, y a nosotros que podemos seguir abiertos, lo cual es muy confuso. Pero no podemos quedarnos parados dándonos cabezazos contra la pared».

Esta noche vuelven a tener concierto, así que ya saben. Si están leyendo esto desde Suecia y quieren jugarse la vida y la salud y la economía del país por escuchar un poco de música en directo, vayan al Plan B.

Un concierto en Plan B Facebook

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