Pete Townshend cumple 75 años: las historias más locas del salvaje guitarrista de The Who

Desde su enamoramiento homosexual por Mick Jagger, a su agresión a un policía en un concierto o su legendario viaje de LSD en avión, el historial de anécdotas increíbles del músico británico es de los más impactantes del rock

Pete Townshend, en concierto ABC

Nacho Serrano

La primera imagen de un guitarrista salvaje, de pero salvaje de verdad, con permiso de Chuck Berry, es la de Pete Townshend aporreando las seis cuerdas, haciendo el molinillo sobre su instrumento y de vez en cuando, reventándolo contra el escenario. Y es que el hacha de los Who era de los que tenía su propia idea de cómo tenía que brillar una estrella del rock.

Por eso no extraña que todo un Jimi Hendrix fuese a pedirle consejo en los primeros días de su viaje iniciático a Inglaterra. El guitarrista zurdo le rogó a su manager que le llevase a al estudio donde Townshend estaba grabando, y al llegar allí, tras presentarle sus respetos le preguntó qué equipo debía comprar . «Le dije que había estado usando una mezcla de un amplificador llamado Sound City, un sustituto de Marshall, con un Marshall para obtener ese sonido realmente espeso», contó Townshend tiempo después en su biografía, en la que aseguraba que se arrepintió durante un tiempo de regalar aquellos truquillos, al ver que aquel prodigio llegado de Estados Unidos lo superaba como guitarrista a nivel técnico. Pronto lo haría también a nivel escénico: ambos coincidieron poco después en el festival de Monterey , y después de que Townshend rompiera su guitarra contra el suelo una vez más, Hendrix procedió a eclipsarle por completo escribiendo una de las páginas más ilustres del rock'n'roll, al prenderle fuego a la suya. «Yo estaba viéndole desde el backstage, tenía a mi lado a Mama Cass (de The Mamas & The Papas), y ella me dijo: Hey, está destrozando su guitarra, ¡eso es tuyo! . Le contesté que ya no lo era. Que ahora eso pertenecía a Jimi».

Sin embargo, aquella pequeña humillación debió dejarle algo tocado porque al terminar el festival, decidió aceptar el LSD que le ofreció Keith Moon en el avión de vuelta a casa . Con resultados desastrosos. «Fue la peor experiencia de mi vida», confesaría tiempo después. «Después de treinta minutos, la azafata se había convertido en una especie de porcino, y después en un cerdo de verdad, deslizándose y olfateando por todo el avión. El aire estaba inundado de música y me arrastré siguiéndola hasta mi asiento. De pronto empecé a escuchar miles de músicas en mi cabeza, compitiendo entre sí».

Townshend fue bastante gamberro en los sesenta, y en ocasiones violento. En un concierto atizó a un policía de incógnito que estaba en primera fila , y en otras ocasiones los golpeados fueron fans que se pasaron de la raya intentando tocar a su ídolo. Destrozó tantos Holiday Inns con su colega Moon al terminar sus juergas nocturnas de gira, que ambos fueron vetados de por vida en la cadena hotelera. También el cantante de The Who, Roger Daltrey, fue objeto de su ira. Pero Daltrey siempre fue un tipo muy fuerte, y en una ocasión le contestó con un tremendo puñetazo que le dejó inconsciente.

La biografía de Townshend está llena de peleas callejeras, borracheras salvajes y estados alterados de conciencia, pero sus anécdotas son tan variopintas que incluyen algunas de orden sentimental en las que están implicadas otras estrellas del rock.

Él ayudó a Eric Clapton a robarle la novia a George Harrison , Pattie Boyd. Él y «mano lenta» urdieron un plan: Townshend entretendría al Beatle simulando que le interesaban sus charlas sobre meditación y religiones hindúes, y mientras tanto Clapton se llevaría a Boyd por ahí. Y el plan surtió efecto, para desolación del pobre Harrison. En este terreno, también es conocida la debilidad sexual de Townshend por el cantante de los Rolling Stones , de la que también habló en sus memorias. «Mick Jagger es el único hombre con el que alguna vez quise seriamente acostarme». En 2010, cuando Keith Richards dijo que su compañero la tenía «pequeña», Townshend azuzó aún más el avispero, asegurando: «Lo que recuerdo del tamaño del pene de Mick Jagger es que era algo enorme y extremadamente sabroso». Menos graciosa fue la noticia por la que supimos que estaba implicado en un caso de pornografía infantil , en 2003. Él se escudó en que había sufrido abusos de pequeño, y en que había entrado en esas webs para investigar qué había ahí», pero fue condenado a permanecer durante cinco años en la lista de delincuentes sexuales de Gran Bretaña.

Otra pasión menos problemática es la que siente por los coches de lujo . En su casa tiene un Bentley Mulsanne Speed, un Lincoln Continental de 1963, un Jaguar E-Type de 1966, una VW Transporter de 1965, un Mercedes S600 Pullman de 1965, y una larga lista de Ferraris: un Ferrari 550 Barchetta, un Ferrari 550 Maranello, un Ferrari 400i, y un Ferrari 365 Daytona Spider (1972). Pero su joya de la corona es un precioso Packard hearse de 1935 (en la imagen).

Townshend es sin duda un miembro del Olimpo del rock, pero cada vez está más alejado de los escenarios por problemas auditivos . En los últimos tiempos incluso ha hecho alguna espantada por este motivo, como en 2012, cuando dejó tirados a sus colegas en el escenario al sentir molestias por el alto volumen de los instrumentos. «Pete salió del escenario porque el sonido estaba demasiado fuerte», dijo su hermano en Twitter. Y es que hasta los más salvajes se hacen mayores.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación