El Parlamento británico insta a la industria musical a reinventar el modelo de negocio del 'streaming'

La Comisión de Cultura pide que las regalías se repartan al 50 por ciento entre artista y sello

Nacho Serrano

La música en streaming en el Reino Unido genera alrededor de un billón de libras de ingresos, del que los artistas sólo perciben aproximadamente un 15 por ciento. Desde ahora, este reparto va a tener que cambiar tras la publicación de los resultados del estudio que el Parlamento británico ha hecho sobre esta industria, que tienen una clara conclusión: es absolutamente injusto.

«Si bien el streaming ha traído ganancias significativas a la industria de la música grabada, el talento detrás de ella (intérpretes, compositores y compositores) se está perdiendo. Sólo una reinvención completa de este negocio, que consagre en la ley sus derechos a una parte justa de las ganancias, puede solucionarlo», asegura el miembro del Parlamento Julian Knight, quien preside la comisión de Digital, Cultura, Medios y Deporte (DCMS).

En Reino Unido, la plataforma mayoritaria, Spotify, paga entre 0.002 y 0.0038 libras por reproducción, mientras que Apple Music paga alrededor de 0.0059. YouTube paga menos aún: alrededor de 0,00052. Todo ese dinero va a los titulares de derechos, que en la mayoría de los casos son las compañías discográficas. Luego ese dinero se divide entre todos los involucrados en la realización y lanzamiento del disco, quedando un 15 por ciento o incluso menos para el artista . Según una encuesta realizada por la Academia Ivors y el Sindicato de Músicos británico, en 2019 el 82 por ciento de los músicos profesionales ganó menos de 200 libras con el 'streaming', mientras que solo el 7 por ciento superó las 1.000.

Las comparecencias de músicos y miembros de la industria discográfica ante la Comisión dejaron momentos reveladores, como el protagonizado por la compositora Fiona Bevan, quien confesó que había ganado solo 100 libras por una canción del álbum de Kylie Minogue 'Disco', que había alcanzado el número uno y por tanto había generado muchísimo dinero. «En este momento, los compositores de éxito estamos conduciendo Ubers, es vergonzoso ». La nominada al Premio Mercury, Nadine Shah, contó que se había visto obligada a mudarse con sus padres, y el veterano Nile Rodgers señaló el «secretismo» de los métodos de reparto como el gran problema a solucionar. «Ni siquiera sabemos lo que vale una reproducción y no hay forma de saberlo. Esa no es una buena relación».

Los parlamentarios también interrogaron a representantes de las tres compañías discográficas más importantes, Sony, Universal y Warner Music , acusándolas de falta de transparencia. Pero éstas se defendieron argumentando que cualquier cambio radical en el negocio podría frenar las nuevas inversiones, y alegando que el 'streaming' no es igual que la radio, donde los artistas sí reciben el 50 por ciento. «El streaming es claramente una venta, ya que se basa en la demanda concreta que el usuario hace al elegir escuchar a este o aquel artista», dijo un portavoz de Universal.

Intervención española

La Sociedad de Artistas AIE de España fue una de las invitadas por el Parlamento de Reino Unido a comparecer ante la Comisión para aportar información de primera mano. Su director general, José Luis Sevillano, informó detalladamente acerca de la situación de los artistas y respondió a las preguntas de los parlamentarios británicos, incluyendo la esencial: '¿Es justo el reparto?'. «De ningún modo», aseguró Sevillano: «Actualmente más del 50 por ciento del dinero pagado por los usuarios va a las compañías discográficas, el 30 por ciento se queda en las plataformas, y únicamente menos de un 10 por ciento va a los artistas. Pero, además, ese 10 por ciento en la mayoría de los casos no es dinero que se pueda distribuir. ¿Por qué? Pues debido a la falta de la información necesaria por parte de las compañías para localizar al artista indicado (contratos perdidos por las transferencias de catálogos, incapacidad de manejar información actual sobre los intérpretes y ejecutantes…)».

Tal como informa la AIE, su director general abordó también la controversia sobre la distribución de los ingresos entre artistas y discográficas y los porcentajes que recibe cada uno de esos dos grupos: «Yo diría -explicó- que cuando la radiodifusión analógica llegó al mercado, los legisladores en ese momento entendieron que ambos, compañías y artistas, debían ser compensados por el uso de su música en radios, televisiones, etc… Pero cuando la radiodifusión cambió a digital nos encontramos con que, de repente, solo las compañías son justamente compensadas. Podemos debatir si el streaming es radiodifusión o alquiler, pero en cualquier caso no es venta de música. Esto significa que, si el streaming es radiodifusión digital, los ingresos deberían repartirse 50/50 entre artistas y compañías; y si por el contrario, o además, es alquiler de música (un servicio), los artistas deberían tener un derecho de remuneración adicional a su contrato como los artistas tienen reconocido en las legislaciones actuales de Reino Unido y España. Sin embargo la industria discográfica aplica el mismo esquema de ventas a la radio digital. IFPI (la Federación Internacional de la Industria Fonográfica) prohíbe que sus entidades de gestión nacionales gestionen derechos de radiodifusión digital».

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