Ostracismo, sobredosis y muerte, ¿qué fue de Milli Vanilli, el mayor tongo de la historia del pop?
Hace 30 años que la pareja alemana le tomó el pelo a todo el mundo y se alzó con el Grammy al Mejor Nuevo Artista
« No teníamos nada para comer y éramos infelices. Queríamos ser estrellas. De repente, un tío nos dio una oportunidad y la cogimos». Así se excusó el dúo Milli Vanilli por la gran estafa que cometieron en 1988, al lanzar su primer disco con el profético título de «All or nothing» presentándose como autores e intérpretes de las canciones . El look y el atractivo físico de sus dos miembros, los alemanes Rob Pilatus y Fab Morvan, fue irresistible para la época y cuando publicaron su segundo disco, con el título aún más profético de «Girl You Know It's True» , se convirtieron en estrellas planetarias , el fenómeno del momento, el grupo del año.
El pecado original , sin embargo, lo había cometido su productor Frank Farian, que fue quien les propuso engañar a toda la industria discográfica estampando sus caras y sus nombres en unos discos prefabricados , grabados previamente por unos tales Charles Shaw, John Davis y Brad Howell, músicos sin carisma ni imagen para triunfar en el frívolo mercado ochentero.
Farian se había hecho de oro con otro invento ideado por él mismo, Boney M, pero en aquel mítico grupo los intérpretes sí eran reales . Esta vez se la jugó pensando que ni de lejos se rozaría la misma repercusión, pero se equivocó y al final el tiro le salió por la culata . «Era una idea loca, pensé que solo sonaría en discotecas y que no pasaría nada. Nunca pensé que serían un hit , pero para entonces ya era demasiado tarde y me daba vergüenza aclarar la verdad», confesó en una entrevista cuando se descubrió el pastel.
Los singles «Girl You Know It's True», «Baby Don’t Forget My Number», «Girl I’m Gonna Miss You» y «Blame It on the Rain» ascendieron como un rayo en las listas de ventas de Estados Unidos hasta alcanzar el número uno , y el dueto empezó a recorrer todo el país ofreciendo conciertos a sus fans. Breves, eso sí. No fueran a fijarse demasiado en la interpretacion vocal de Pilatus y Morvan.
Milli Vanilli experimentaron lo que es ser dioses del pop durante todo 1989 . Pero poco antes de que acabara el año, comenzaron a saltar algunas sospechas . Los dos interpretaban los temas en un perfecto inglés , pero en sus entrevistas con la prensa se hacía cada vez más evidente que no dominaban el idioma con soltura . En noviembre, durante un concierto para la cadena MTV en Connecticut, los pregrabados de la canción «Girl You Know It's True» fallaron y empezaron a repetir una estrofa en bucle , para sorpresa del público.
Pilatus y Morvan trataron de disumular durante un buen rato, pero finalmente abandonaron el escenario visiblemente avergonzados . Sin embargo, el «playback» en las actuaciones de galas al estilo MTV no estaba tan mal visto (y ni lo sigue estando a día de hoy, al parecer), y aquel ridículo no acabó yendo a mayores.
En diciembre de 1989 el tongo empezó a hacer aguas de verdad . Uno de los compositores e intérpretes de sus canciones, Charles Shaw, no acababa de llevar del todo bien que la gloria se la llevaran otros, y finalmente no pudo soportar la situación . Así que contó la verdad durante una entrevista con el periódico neoyorquino Newsday. « Yo soy el verdadero solista del grupo. Pilatus y Morgan son sólo unos impostores», aseguró.
Por increíble que parezca, aquellas declaraciones cayeron en saco roto . Los discos de Milli Vanilli se siguieron vendiendo como churros, y un par de meses después, la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos les concedió el mayor premio que puede obtener un artista debutante: el Grammy a Mejor Nuevo Artista . Y no sólo eso: poco después serían galardonados también con el premio American Music Awards por haber vendido casi diez millones de discos en 1989.
Los premios disiparon las dudas que se habían generado en torno a la veracidad de las cualidades artísticas del dúo, y lo hicieron de forma tan contundente que incluso el propio Pilatus se vio con la suficiente confianza como para asegurar en una entrevista que tenían « más talento que Paul McCartney o Bob Dylan».
Sus «playbacks» descarados en directo volvieron a dar el cante durante su gira en el verano de 1990, y ante los crecientes rumores en la prensa, Pilatus y Morgan exigieron a su productor que incluyese sus voces reales en el tercer disco de Milli Vanilli.
Farian, consciente de que sería absoluto desastre, se desmoronó por la presión y acabo confesando el tongo en una rueda de prensa el mes noviembre. E inmediata y lógicamente, el dúo cayó en desgracia : se les retiró el Grammy, su sello los despidió y descatalogó sus discos, y nunca más se supo de ellos. «Cuando nos nominaron al Grammy pensé que nuestro secreto estaba en peligro, y cuando lo ganamos, temí que nos descubieran», reconoció Pilatus.
«Llevábamos dos años temiendo que este día llegase. hemos llorado mucho, pero en el fondo queríamos que ocurriese. Me alegro de poder contárselo a nuestros fans . No los decepcionaremos, prometo que pronto tendremos un álbum con nuestras voces en el que demostraremos nuestro talento».
Farian tuvo el detalle de grabarles un disco con sus voces reales , llamado «The moment of truth», pero fue un fracaso estrepitoso . El dúo se rabutizó como Rob & Fab e intentó seguir adelante, pero el peso del fraude no dejó que dieran un solo paso más en la industria. Defenestrados , relegados al más humillante de los ostracismos, Milli Vanilli acabaron claudicando. Pilatus no pudo soportarlo , y en 1998 acabó falleciendo por una sobredosis de fármacos en Alemania.
Fab Morvan sí pudo lanzar un disco propio en 2003, «Love Revolution», pero su actividad posterior se limitó a la animación de eventos como DJ.
La de Milli Vanilli fue una historia tragicómica , que curiosamente acabó teniendo una representación en uno de los géneros musicales más elevados, la ópera . Fue en la obra experimental «WOW», que pudo verse en Nueva York en 2014. Pero lo más increíble es que en 2015, Morvan tuvo la valentía de unirse a uno de los cantantes originales de sus canciones, John Davis, y desde entonces actúan juntos por todo el mundo con el nombre de The Milli Vanilli Experience . ¿Cómo es que nadie les ha pedido que dejen de hacer el payaso sobre el escenario? ¿Será que los pregrabados vuelven a estar de moda?
Noticias relacionadas