Música
O Sister!: «Es curioso, algunas letras de los años 30 podrían haber sido escritas hoy»
El grupo sevillano de swing presenta su nuevo disco en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, en el marco del III Festival Internacional Jazzmadrid
La banda sevillana O Sister! se ha ganado a pulso el título de máxima responsable de la popularización del jazz de los años 20 y 30 en nuestro país. Tras dos elepés llenos de fantásticas versiones que los han llevado de gira por todo el mundo, ahora lanzan un nuevo disco, «Stompin’ in joy», que supone su reto más especial hasta la fecha por tratarse del primer álbum que contiene composiciones propias (siete de un total de once). Grabado en los Estudios Sputnik a la antigua usanza –tocando en directo y en la misma sala– y con la colaboración de excelentes músicos invitados, este nuevo trabajo será presentado con honores este sábado 19 de noviembre en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, en el marco del III Festival Internacional Jazzmadrid .
¿Cómo han vivido el reto de componer material original dentro de este estilo?
(Paula Padilla, voz contralto) Con bastante respeto al principio, pero con muchas ganas e ilusión, pues veíamos que era un paso más que debía llegar tarde o temprano para seguir creciendo como banda. Ahora nos alegramos mucho de habernos animado a hacerlo, pues vemos que los temas propios se integran perfectamente con las versiones que hacemos de temas antiguos y, al mismo tiempo, nos dan la oportunidad de expresar ideas sobre las que nos apetecía hablar.
¿Han intentado seguir las lecciones de sus compositores favoritos, o por el contrario se han entregado a la libertad total?
Nuestro referente es la música que escuchamos de la época, claro está, pero hemos crecido rodeados de otros muchos estilos y eso también se deja ver en las canciones, aunque sea de forma indirecta. El swing y el dixieland son géneros de inicios del siglo XX pero nosotros vivimos en el siglo XXI y, por tanto, componemos influidos por nuestras vivencias en el mundo de hoy. A la hora de componer, y también de hacer arreglos, nos ayuda pensar «cómo hubiera escrito esto tal artista de los años 30» y así tratar de aprender de los grandes. Pero nos sentimos libres en ese sentido, y con madurez suficiente como para permitirnos introducir temas bastante diferentes entre sí. La propia personalidad que hemos alcanzado como banda hace que todo se unifique.
De alguna forma, componer estos temas en 2016 es una forma de hacer algo por esa música que tanto ha hecho por ustedes, ¿no lo ven así?
No diríamos tanto como que nosotros hacemos algo por esa música, la música jazz temprana y el swing, ya que es esta música la que ha hecho y sigue haciendo mucho más por nosotros. Pero sí podría entenderse como una forma de rendirle sincero homenaje el hecho de que nuestras composiciones son fruto de un análisis profundo del estilo, tras muchos años practicándolo. Y, si bien llevamos ciertos aspectos musicales a nuestro terreno personal, como banda actual que hace este tipo de música, siempre procuramos respetar e incluir elementos de la estética y el estilo musical tradicional, ya que es algo que nos apasiona.
Por cierto, ¿en estas canciones originales se pueden encontrar guiños a esta época, la que vivimos, o podrían pasar perfectamente por temas de hace 90 años?
Por supuesto, nuestras canciones hablan tanto de temas cotidianos y desenfadados con cierto fondo trascendental, como de vivencias personales y de temas de total actualidad que nos preocupan, y sobre los que sentimos que tenemos cosas que decir. Pero lo curioso es que, comparando aquellos años 30 con la época actual, encontramos muchas situaciones históricas similares que hacen que las letras de nuestras canciones pudieran haber sido escritas entonces, y paralelamente, muchas de las letras de las versiones de temas originales de la época que interpretamos podrían perfectamente haber sido escritas hoy en día. Es algo muy interesante.
El título del disco resume divinamente el espíritu del swing, ¿cómo surgió?
A veces es complicado encontrar un título que refleje todo lo que nos gustaría transmitir en sólo unas palabras. Efectivamente queríamos un título fresco, con fuerza, que sonara bien... y así hicimos una lluvia de ideas de la que salieron diferentes opciones. Entre ellas nos pareció muy acertada la frase de uno de uno de nuestros temas propios, llamado «The Dances I Owe You» (Esos bailes que te debo), y así dimos con el título del disco: «Stompin' in Joy» (Zapateando de alegría). Justamente estamos zapateando de alegría por la buena acogida de este nuevo álbum repleto de experiencias, mucho esfuerzo y ganas de seguir mostrando al público nuestro trabajo.
¿En qué se parece y en qué se diferencia un concierto de O Sister! en Malasia de otro en Dinamarca?
Pues lo llamativo es que no se diferencian prácticamente en nada... Bueno, seguramente la única diferencia está en la transpiración del ambiente, pero en todas las partes del mundo donde hemos tocado tratamos de llevar el swing tan hot como es posible. Y eso nos ha funcionado muy bien tanto en países nórdicos como asiáticos o en Estados Unidos, donde tuvo origen ese estilo.
¿Qué les parece el cartel de Jazzmadrid este año?
De lo más interesante. Vemos un cartel muy variado y completo, con interesantes figuras internacionales tanto consagradas como emergentes, artistas norteamericanos pero también europeos e incluso asiáticos, incluyendo diferentes variantes estilísticas, y a la vez prestando atención y dando espacio a proyectos de artistas nacionales, tanto en las dos sedes del programa principal como en la programación paralela de clubes. Y además, a precios asequibles. Una apuesta ambiciosa por la difusión del jazz en todas sus variantes que esperamos tenga mucho éxito y larga vida. La gente de Madrid lo merece.
Más o menos en paralelo a su carrera, empezó a extenderse cierto interés por la música y por el baile swing en Sevilla, Madrid y otras ciudades. ¿Eso ha crecido, o ha bajado?
Ha crecido y de momento, por lo que vemos en nuestros conciertos y en cada edición del festival Sevilla Swing –en cuya organización estamos implicados–, sigue creciendo. El revival del baile lindy hop y demás estilos vinculados al swing viene del norte de Europa, en España vía Barcelona y Vitoria, y sus fiestas contribuyen a recuperar el interés por la música en directo. Es también buena noticia porque ayuda a que se redescubra y valore esa música de hace ya un siglo, tan revolucionaria e influyente en su día, tan fértil y en definitiva tan contemporánea, pues su potencia radica en que lleva en su mismo ADN el mestizaje de ritmos y melodías africanos y europeos, inaugurando la cultura global en la que estamos inmersos hoy día.
Recuerdo su ilusión cuando hablamos por su participación en el homenaje a las hermanas Boswell, ¿qué otros viajes interesantes tienen entre manos?
Si, estábamos muy ilusionados. Y, desde luego, fue una experiencia que nos influyó de una manera muy potente. Esos conciertos en Nueva Orleans, el público de allí, conocer a toda esa gente y el posterior viaje por el Misisipi fueron vivencias que han nutrido al grupo muchísimo. A aquel viaje le siguieron otros muchos internacionales muy interesantes también, por eso no sabemos qué será lo próximo. Sí es cierto que las fronteras se abrieron y el grupo está calando mucho fuera de España, una suerte y una oportunidad para seguir avanzando y creciendo como banda y como músicos.
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