Nuria Graham: «Veo cada vez más mujeres en la industria de la música, y no sólo sobre los escenarios»
La cantautora que acompaña a Amaia Romero publica su nuevo disco, llamado «Marjorie» en homenaje a la abuela que nunca conoció
La catalana Nuria Graham empezó a hacer música con dieciseis años, y debutó oficialmente con ‘Firsttracks’ en 2013. La calidad de su pop lleno de matices le abrió las puertas de la profesión con la que siempre soñó, y tras «Birdeyes» (2015) y «Doesit ring a bell?» (2017), ahora llega el momento de su consagración con “Marjorie’. Un álbum inspirado en sus raíces irlandesas que llega poco después de consolidar su relación artística con Amaia Romero.
- Enhorabuena por «Marjorie» discazo. ¿Llegaste al estudio con todo muy cerradito, o dejaste espacio para que surgieran cosas allí mismo?
¡Muchas Gracias! La verdad es que el proceso fue muy natural y no tenía nada planeado antes de entrar en el estudio, estuvimos grabando maquetas durante meses que al final se han acabado convirtiendo en el disco. Ha sido un proceso tranquilo en el que me he podido permitir trabajar como yo he querido y ha sido un regalo. Solo me he preocupado de escribir muchísimas canciones, y luego ir al estudio y experimentar libremente con el sonido, sin plantearme nada y ninguna expectativa concreta
- Esta suerte de búsqueda de conexión con tus raíces irlandesas, ¿ha surgido como necesidad personal, más que artística?
Totalmente, una cosa va muy ligada con la otra, lo personal y lo artístico van de la mano. Más que buscar conexión con las raíces estrictamente irlandesas, ha sido una búsqueda de cosas de mi manera de ser, de mi familia, del amor, de respuestas, de quedarme un poco en paz con el amor ligado al sufrimiento y mis relaciones. Ha sido casi casualidad que el escenario de muchas canciones sea Irlanda, pero seguro que tiene sentido, porque nunca he vivido allí. Tengo muchas cosas de mi manera de ser que salen de historias irlandesas. He buscado un pasado que no he vivido.
- ¿La canción «Marjorie» fue un poco la semilla del resto del disco?
Sí, totalmente. La más antigua del disco es «The stable», una canción que habla del romance pero también del sufrimiento del amor y la dependencia. Del miedo. De aquí surgió mi idea de relacionar mi historia con la de mi abuela, Marjorie, que nunca conocí, pero con quien de algún modo he empatizado porque sé que también sufrió. Pensé «we seem to be making the same mistakes», cuando me vi a mi misma fumando al lado de la ventana esperando a que volviera mi pareja, igual que hacía ella cada noche con mi abuelo.
- ¿Esta dedicada a tu abuela, a la que no conociste según creo. ¿Qué te contó tu familia sobre ella, para que acabara protagonizando una canción?
Estos últimos años he ido descubriendo muchas más historias no solo de mi abuela sino de mi familia que me han inspirado y recordado de dónde vengo. La imagen que contaba antes es la que más me ha marcado: la de mi abuela sentada en la ventana, fumando (muchísimo), esperando, bebiendo café, sufriendo. Al mismo tiempo era una mujer muy social que le encantaba estar con la gente y toda la gente del barrio la adoraba.
- Creo que hay algo de «colaboración» de un tío tuyo, ¿cómo fue eso?
Hay una versión de mi tío Niall Graham (hijo de Marjorie!) Otra vez, fue fue algo espontáneo. Mis padres estaban en su casa cuando les enseñó una grabación de una cuatro pistas de la canción “No Returning”, a voz y piano, mi tío debería tener mi edad por entonces. Mis padres dijeron que parecía mía. Al cabo de dos días mi tío me había enviado la canción y la grabé el día siguiente en el estudio.
Es curioso porque hay varios detalles de estos que hacen que todo sea un poco mágico. En el estribillo de «Hazel», hay una melodía donde canto «always blue» que es de mi tío. Hace muchos años una discográfica se interesó por su tema «Always blue» pero le dijeron que solo les interesaba el estribillo, que tenia que rehacer toda la canción. Él no pudo hacerlo, ¡pero sin saberlo es lo que he acabado haciendo 30 años después!
- Cuando tenía 18 años hice un viaje iniciático a Irlanda. Mis padres me apuntaron a una academia de inglés y me mandaron a vivir con una familia, pero a los dos días de llegar me fugué con unos hippies gallegos que conocí en una taberna, recorrimos todo el país y viví historias increíbles, ¿tú has tenido viajes por la isla de este estilo, de ir en plan mochileo tocando por la calle, etc…?
¡Qué bonito! Debe haber sido una experiencia mágica. He tenido muchas historias increíbles sobretodo las últimas veces que he viajado allí sola y me he ido a la zona de Connemara a la casa de mi tía y su novio pescador. He pasado horas y horas encerrada en los pubs con la gente de allí, es como viajar en el tiempo. La ultima experiencia que recuerdo con cariño fue cuando fuimos con mis amigos de Escafior films a grabar el videoclip de «Connemara». Fue una semana alucinante, todos juntos y con mi familia, grabando, yendo en barca, bebiendo cada noche en el pub, con varias situaciones esperpénticas increíbles.
- Me encanta tu manera de jugar con la imperfección, que en mi opinión, es la clave para que el oyente sienta que hay «soul», alma. ¿Tiendes a evitar la sobreproducción y el perfeccionismo extremo?
¡Me gusta que me digas esto! Soy fan de la imperfección, o mejor dicho: me considero una persona muy perfeccionista, pero viendo la perfección como algo en que quede plasmada la magia del momento, la magia de las tomas con fallos pero que dicen algo, esta cosa inexplicable y irrepetible es lo que yo creo que es la perfección en la música. No soy de comerme la cabeza repitiendo 40 veces una toma de voz para que quede perfecta, yo no soy así ni en el estudio ni en la vida, soy de dejar fluir.
- Creo que eres bastante fan de ls forma de trabajar de Carole King, Laura Nyro o Burt Bacharach. ¿Qué proceso de composición y/o grabación de un disco mítico te gustaría presenciar si pudieras viajar en el tiempo, y por qué?
Me encantan estas figuras de compositores de canciones pop, de cabo a rabo. Si pudiera viajar en el tiempo sería muy difícil escoger pero probablemente me iría a ver el proceso de grabación de Pet Sounds, ¡por ejemplo! (Brian Wilson si que era un buen perfeccionista!).
- La primera vez que te vi con Amaia fue en el programa de Buenafuente. Y me quedé alucinado por la belleza musical que desplegaste. ¿Qué te está aportando esta experiencia, en lo artístico y lo personal?
Está siendo una experiencia preciosa en muchos sentidos, aparte de lo musical, a nivel personal, conocer a gente nueva, adaptarme y tener un papel nuevo en un proyecto musical… ¡me está dando mucha perspectiva! Pero si tengo que escoger un momento, para mi seria cuando toco «Porque Apareciste» con Amaia. Es una canción que yo compuse hace un par de años, no suelo escribir mucho en castellano pero esta me salió casi sola, y me trae preciosos recuerdos y unas imágenes de algo que no he ni vivido. Quería dársela a alguien pero no sabía quien, y en el momento en que conectamos con Amaia pensé: ya está, esta canción la escribiste para ella. Y la verdad es que nadie podría cantarla e interpretarla mejor, es como si estuviera hecha ¡expresamente para ella!
- Leí que alguna vez te han llamado de un festival “para cubrir el cupo femenino”, y que eso te genera cierto conflicto. ¿Crees que se debe valorar sólo y exclusivamente el trabajo, no el género?
Me genera conflicto y al mismo tiempo creo que es algo necesario y que ahora tenemos que luchar y ser insistentes con la paridad en los festivales y las programaciones. En todo caso soy muy optimista y estoy cada vez más y más contenta de la situación en la que personalmente estoy, trabajo con un montón de mujeres en mi equipo que me inspiran y cada vez veo más mujeres no sólo en los escenarios sino también de técnicas, etc. Actualmente estoy produciendo un disco de unos amigos y planeo continuar aprendiendo a hacer esto, porque me encanta la idea de poderme dedicar a producir discos, componer, a parte de hacer lo mío!