Música
El nuevo disco de Depeche Mode, canción a canción
«Spirit», un álbum de electrónica densa, oscura y con un punto combativo se publica el 17 marzo
«Spirit» es la primera colaboración de la banda con el productor James Ford de Simian Mobile Disco (Foals, Florence & The Machine, Arctic Monkeys) y llega tras el exitoso «Delta Machine» de 2013 que debutó en el número uno de doce países. El grupo británico promocionará este nuevo trabajo (con portada diseñada por Anton Corbijn) con una extensa gira mundial que lo llevará a tocar ante más de 1,5 millones de fans en 34 conciertos que ofrecerán en 21 países europeos. La gira arranca el 5 de mayo en Estocolmo (Suecia) y hará paradas en varias ciudades europeas (con fecha única en España, el 6 de julio en el festival BIlbao BBK Live) antes de continuar la gira en Norteamérica y Sudamérica después del verano.
1. «Going Backwards»
El primer tema introduce el cuerpo conceptual del disco, probablemente el más político de toda su carrera, con frases que apelan a la reacción ante la intolerancia y la falta de control sobre nuestras propias vidas, como «we have no respect, we have lost control, we’re going backwards, to a caveman mentality» («no tenemos respeto, hemos perdido el control, estamos yendo marcha atrás, hacia una mentalidad de hombre de las cavernas»). El piano marcando un medio tiempo y la voz de Dave Gahan son protagonistas hasta la entrada de un poderoso bombo cuyo sonido y ritmo redondean una perfecta carta de presentación para abrir las puertas al universo de electrónica oscura y percusiva que domina el álbum.
2. «Where´s the Revolution»
La continuación lógica de «Going Backwards» es este tema compuesto por Martin Gore que ya fue adelantado como single, y que insiste en la idea de remover la conciencia con sentencias como «Who’s making your decisions, you or your religion, your government, your country, you patriotic junkies. Where’s the revolution» («Quién toma tus decisiones, tú o tu religión, tu gobierno, tu país, vosotros, yonquis del patriotismo. ¿Dónde está la revolución?»). Rítmicamente, la cosa sigue a medio tiempo, con bajos poderosos y penetrantes y una guitarra slide (a la vieja escuela Depeche) de fondo. Quizá demasiado de fondo.
3. «The Worst Crime»
La atmósfera sombría se agudiza en el tercer corte con un ritmo más lento y arrastrado, en el que los teclados llevan a un crescendo donde la voz de Gahan se erige sobre el resto con más mensajes críticos, o más bien autocríticos en esta ocasión. «We had so much time, how did we commit the worst crime?».
4. «Scum»
Probablemente cantado por Martin Gore (la voz suena muy distorsionada), es el primer tema que podría calificarse de baile, con graves machacones, un ritmo algo más acelerado y un estribillo muy pop. Sin llegar a serlo claramente, es uno de los que tienen más alma de hit de todo el disco.
5. «You Move»
Uno de los pocos cortes que se salen de la línea socio-política, con alusiones más sexuales y un sonido completamente dominado por los sintetizadores, en el que encajan con habilidad un puente de aires espaciales bastante interesante.
6. «Cover Me»
Es la canción más emocionante hasta el momento, melancólica, con una introducción sin percusión que abre las puertas a una parte final instrumental realmente intensa. Una gran balada, pero ya vamos por la mitad y no ha aparecido un hitazo de los que quitan el hipo.
7. «Eternal»
La anécdota del disco, por duración y por estructura, ya que viene a ser una suerte de salmo o nana-gospel electrónico en el que volvemos a dudar de quién canta realmente, Gahan o Gore.
8. «Poison Heart»
Aunque a estas alturas el ritmo a medio tiempo empieza a ser demasiado recurrente en el disco, esta es una de las canciones más especiales de su repertorio, gracias una atmósfera de duelo por desamor casi vampírica («You have poison in your heart, you know we have to break up», «tienes veneno en tu corazón, sabes que tenemos que romper») que resulta intrigante y acogedora al mismo tiempo.
9. «So Much Love»
Al fin suben las revoluciones. De aires claramente ochenteros, esta canción sí es un hit de pista de baile en toda regla, con ritmo acelerado, guitarras obsesivas y un estribillo para corear con públicos multitudinarios.
10. «Poorman»
Un piano y un ritmo lento (de nuevo) nos devuelven a la casilla de salida, y a pesar de tener unos atractivos coros de estilo soul, la contención de la canción no termina de funcionar, como una bomba de relojería que se queda sin estallar. Además, el leitmotiv político regresa con un tonillo panfletario bastante menos acertado que el del inicio del álbum. Lamentablemente lo mejor ya ha pasado, y no ha sido mucho.
11. «No More (This is the Last Time)»
Potencial descarte que se podían haber ahorrado. No añade nada nuevo, es aburrida y lo que es peor, lleva el concepto sonoro del disco a terrenos baldíos que pueden incluso dar la falsa sensación de que hasta ahora todo ha sonado igual.
12. «Fail»
El trío cierra su decimocuarto trabajo de estudio con una balada de electrónica muy percusiva medio tiempo (otra vez) interpretada por Martin Gore, que parece poner la vista en el pasado con nostalgia. Sin ser ninguna maravilla, al menos deja un poso reflexivo bastante verosímil.