El nuevo cantante de Spandau Ballet nació después del primer éxito del grupo
El grupo, formado en 1979, volvió ayer a los escenarios con Ross William Wild como nuevo vocalista líder en sustitución de Tony Hadley
Cuando Ross William Wild nació, hace ahora treinta años, los integrantes de la banda Spandau Ballet ya habían sido coronoados como los reyes de los Nuevos Románticos. Ahora, el joven músico es el nuevo cantante principal de la banda.
El grupo, formado en 1979, volvió ayer a los escenarios con Wild como nuevo líder en sustitución de Tony Hadley , que abandonó el grupo el año pasado. Volvieron, sí, y lo hicieron en una sala situada cerca del mítico mercado de Portobello en Londres.
La banda de pop, que ya se separó por primera vez en 1990 debido a desavenencias económicas, rememoró viejos tiempos y se dio un homenaje en su vuelta a los escenarios. La expectación era máxima y por eso las entradas, que alcanzaban precios de hasta 50 libras (55 euros), estaba agotadas desde días antes del show.
Por eso, no tardó en estallar el griterío cuando Gary Kemp , el guitarrista salió solo al escenario y comenzó a dejar caer los primeros acordes de «Through the Barricades», una de sus baladas más delicadas.
Instantes después, Ross Wild , enfundado en una camisa blanca, saltó al escenario y comenzó a recitar, casi en acústico, los primeros versos de la romántica canción. Cuando el público ya se movía al ritmo de las notas, el resto de la banda, compuesta por Martin Kemp al bajo, Steve Norman al saxofón y John Keeble a la batería, aparecieron en escena para darle más marcha a la canción.
De menos a más
El grupo realizó un pequeño repaso de sus seis álbumes de estudio que sirvió para mostrar la energía y ritmo de Ross Wild. Su aparición siguió diferentes etapas, primero intentando tímidamente esconderse del público, dándole la espalda en algunos momentos, para después agotar cada gramo de esfuerzo en interactuar con el público, bailar e, incluso, atreverse a ser él el encargado en presentar a sus compañeros de banda.
Gary Kemp, pese a la desenvoltura con la que se movía y disfrutaba Wild, no dudó en echarle elogios para desperezar esa tensión de las primeras veces y aseguró que «no fue fácil encontrar a alguien para ser cantante, pero que tras muchas audiciones, no encontraron a un tío tan divertido como Wild».
