Norah Jones, la revelación que quiso sonar añeja
La neoyorquina Norah Jones actúa este domingo en Madrid para clausurar el festival Noches del Botánico
«Me gustaría que mi voz sonara como la de una persona mayor. Quiero sonar más vieja, pero no lo consigo. Supongo que la edad lo curará». Así se presentó al mundo una joven revelación del jazz vocal llamada Norah Jones , allá por 2002. Una década después, aseguró que seguía pensando lo mismo. Ahora, convertida en una supernova de la música , apenas da entrevistas, así que no sabemos si esa obsesión insiste en amargarle el dulce. Porque viendo cómo le han ido las cosas, no parece que tenga motivos para quejarse.
Ha vendido la friolera de 47 millones de discos en todo el mundo, ha ganado nueve premios Grammy y ha colaborado con artistas tan célebres como Willie Nelson , Outkast , Herbie Hancock , Foo Fighters , Billie Joe Armstrong o Danger Mouse . Además, todo lo que toca se convierte en oro.
Norah Jones , hija del famoso sitarista hindú Ravi Shankar y hermana de la también artista Anoushka Shankar , irrumpió en la industria musical en febrero de 2002 con el lanzamiento de « Come Away With Me », un disco de debut que describió como «pequeño y temperamental», con el que rompió moldes en la escena de jazz y vendió unos veinte millones de copias. Su ascenso meteórico quedó confirmado con « Feels Like Home » (2004), « Not Too Late » (2007), « The Fall » (2009) y « Little Broken Hearts » (2012), todos ellos aclamados por la crítica.
Banda excepcional
Su última entrada al estudio de grabación fue en 2016, cuando registró « Day Breaks » en colaboración con el mítico saxofonista Wayne Shorter . Este álbum protagonizará gran parte de su repertorio del próximo domingo en el festival Noches del Botánico (20h., entradas agotadas), que cierra así su programación de este año. En su directo Norah contará con una excepcional banda formada por los aclamados Brian Blade (batería) y Chris Thomas (bajo), con los que emprenderá un viaje hacia sus orígenes sentada al piano, y entrelazando los hilos de varios estilos básicos de la música estadounidense como el country, el folk, blues, rock, soul y, por supuesto, jazz. Se trata, pues, de un fenómeno global que ha logrado desafiar a las tendencias imperantes en cada momento de su carrera, manteniéndose siempre en lo más alto sin faltar una sola vez a la elegancia.
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