Muerte Prince

Las noches secretas de Prince en Lisboa

El cantante se dejó llevar por su amiga Ana Moura, la gran embajadora actual del fado

Ana Moura ÁNGEL DE ANTONIO

FRANCISCO CHACÓN

Cuando Prince adquirió una mansión más en 2009 llamó a su amiga Chaka Khan para que lo acompañase en la puesta a punto. Fue así como se encontró con una larga lista de CD's sobre la mesa, uno de los cuales le llamó la atención especialmente. Correspondía a Ana Moura , la gran embajadora internacional del fado en los últimos años.

Escuchó el disco de la atractiva cantante, quien había sido invitada a subir al escenario por los mismísimos The Rolling Stones en el Estadio Alvalade de Lisboa, y quedó fascinado por su emotiva voz.

No paró hasta conocer a la excepcional cantante portuguesa. Se citaron en el aeropuerto de Ámsterdam a las ocho de la mañana. Sólo cinco minutos, no había más tiempo. Suficientes para que él le dijese que iría a verla cantar en la sala La Cigale de París , donde cayó definitivamente rendido a sus pies.

Después del espectáculo ambos salieron a cenar y Prince le prometió visitarla en Lisboa, tal cual aconteció a finales de ese año. Ella se lo llevó de ronda nocturna al Barrio Alto , una de las zonas más animadas de la capital portuguesa.

Quiso conducirlo a una de las casas de fado más auténticas, Tasca do Chico , un enclave famoso porque se admiten espontáneos que se arrancan a interpretar fado con gran sentimento.

Pero no pudieron entrar porque la gente reconoció al «príncipe púrpura» y los guardias de seguridad tuvieron que emplearse a fondo. A cambio, se dejaron ver en un cercano bar especializado en música cubana en vivo.

Se desataron los rumores de que se estaba fraguando un romance entre ambos cantantes , pero nunca pudo confirmarse nada en este sentido. Lo que sí sucedió fue que Ana Moura logro que «Su Majestad» rebajase sus emolumentos para que el festival Super Bock Super Rock pudiera contratarlo.

Y allí, al lado de la playa de Meco, cerca de Lisboa, se desató el delirio. Prince anunciaba que iba a invitar a Ana Moura y el público enloqueció. Tocaron juntos «A sós com a noite» y «Vou dar de beber à dor», com el músico de Mineápolis en una curiosa transmutación fadista. «Me encanta este país», dijo ante el griterío ensordecedor de los fans antes de componer una canción, «Walk in sand» , en homenaje a Portugal.

Su amor por el país vecino corrió paralelo a su alejamiento de España. De hecho, cuando en 2013 se propuso realizar una gira sorpresa por diversas ciudades europeas, incluyó en su agenda el Coliseo de Lisboa y no apareció ni por Madrid ni por Barcelona.

Aún se reunió con Ana Moura en otra localidad lusa más, Nazaré , donde esta conquistadora desplegó el mismo arte que ahora la mantiene en el número uno de las listas de éxitos al otro lado de la frontera.

Prince llegó incluso a firmar una brillante remezcla de «Dream of fire» , una de las piezas en inglés del álbum «Desfado», un verdadero fenómeno comercial porque se mantiene entre los más vendidos cuatro años después de su publicación.

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