Entrevista

Miguel Poveda: «Me daría pena convertirme en un funcionario del arte»

El cantaor barcelonés estará seis noches seguidas en el teatro Compac Gran Vía de Madrid, a partir del 12 de enero

Miguel Poveda Valerio Merino

DAVID CALZADO

El niño tímido que jugaba a la copla y el flamenco en Badalona recorre ahora el mundo emocionando con su cante y sus canciones. Más si cabe en estos últimos meses debido a su reciente paternidad. «Ahora afronto todo con una ilusión tremenda y la sensibilidad siempre a flor de piel», asegura Miguel Poveda.

En 2015 cerró el año con casi 60 conciertos –a pesar de cancelar dos por agotamiento–y presentó un documental que recorre sus 25 años de carrera. Empieza el año en plaza grande, y del 12 al 17 de enero puede verse su espectáculo «Sonetos y Canciones para la Libertad» en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid . Antes, este sábado, toca concierto flamenco en El Ejido (Almería).

—Lanzarse a por Madrid en enero ¿es una declaración de intenciones para el nuevo año?

—No, es simplemente estar en una ciudad que me ha acogido siempre con mucho cariño, con paciencia y en la que tengo gran parte de los mejores recuerdos de mi carrera.

—¿Le sigue imponiendo la capital?

—Madrid es exigente, pero no tanto como lo soy yo conmigo mismo, que trato de superarme día a día y dar siempre el mejor concierto. Ahora tengo seis noches para disfrutar, aprender y llenarme de toda la gente que vaya al teatro. 

—En esta ciudad tiene muchos amigos artistas. ¿Está preparando algún tipo de colaboración?

—Me gustaría, y es posible que venga Pedro Guerra y otros amigos de profesión. Yo voy proponiendo y seguro que cada día habrá alguna sorpresa.

—En octubre tuvo que suspender dos conciertos por agotamiento. ¿Se toma las cosas ahora de manera diferente?

—Enfoco las cosas de otra manera, lo que no puedo hacer es, cuando estoy varios días en un teatro, cargarme de entrevistas, colaboraciones en discos… y por la noche ir a actuar. La gente merece que estés al cien por cien. Ahora voy al teatro por la noche y el resto del día descanso.

—Este año toca Bienal Flamenco. ¿Estará de nuevo en la cita sevillana?

—No creo, porque esos meses es posible que esté en Estados Unidos. Habrá que esperar.

—¿Puede adelantarnos algo de su próximo disco?

—Estos días he estado pensando en posibilidades, aunque nada del todo claro, pero sí va en una línea más flamenca que este último trabajo. 

—En 2015 se ha estrenado el documental «13», en el que habla de sus 25 años sobre el escenario. ¿Es capaz de ver la evolución de los próximos diez?

—Ha sido emocionante pararte y ver el camino tan difícil. Ha sido como bucear en el tiempo y activar recuerdos que tenía olvidados. Pienso que siempre estoy en constante evolución porque no me permito no aprender algo nuevo cada día y mantener la capacidad de disfrutar haciendo lo que hago. Me daría mucha pena convertirme en un funcionario del arte.

—Antes y después de la cita de Madrid hay dos conciertos de flamenco en El Ejido y Nimes. ¿Cuesta cambiar el registro?

—No, va conmigo. Soy Poveda en todo, además en la gira de «Sonetos» siempre hago flamenco. No lo he dejado nunca porque soy cantaor por encima de todo.

—Enhorabuena por su paternidad ¿Cambia la manera de subirse a un escenario?

—Muchas gracias. El cambio es total, por lo menos para mí. Afronto todo con una ilusión tremenda y la sensibilidad siempre a flor de piel. Encuentro verdad y sentido a mi alrededor desde entonces. 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación