Mägo de Oz: «Los rockeros tocamos más porque ganamos menos»
La banda ofrecerá este viernes su espectáculo «Diabulus in Opera» en el Wizink Center de Madrid
Los folk-metaleros Mägo de Oz vivieron un fin de semana rocambolesco el pasado verano en Bolivia. El Parlamento del país andino les concedió un reconocimiento por «su invaluable aporte en la cultura musical iberoamericana», pero solo unas horas después tres de sus miembros eran arrestados y retenidos ocho horas en el calabozo de una comisaría de La Paz. «Yo fui uno de ellos», explica el líder y baterista del grupo, Txus di Fellatio . «El promotor de nuestro concierto no cumplió las codiciones pactadas, y cuando nos quejamos no tuvieron mejor idea que denunciarnos a la policía».
Desde que volvieron de América, los Mägo han seguido dando conciertos por toda España, pero siempre teniendo una fecha en mente, el 26 de octubre. Hoy viernes, por fin, ofrecerán «Diabulus in Opera», el gran concierto sinfónico que tuvo que aplazarse en julio, cuando se vieron asediados por una competencia festivalera que hacía peligrar la rentabilidad de un recital en el Wizink Center . «Es un concierto con unas dificultades logísticas enormes, y hubiéramos palmado pasta seguro», dice di Fellatio, que reconoce haber llevado un ritmo de conciertos demasiado frenético incluso para unos heavies hechos y derechos. «En seis meses hemos dado más de setenta conciertos», proclama sin pestañear.
«Es que nuestro mundillo es muy diferente al del pop o el reguetón. Que por cierto, cómo son los del reguetón... Para ver un videoclip de reguetón prefiero ver porno (risas). Para nosotros no hay un mercado tan grande, y por eso tenemos un caché bastante más bajo que los grupos de pop. No es lo mismo cobrar 80.000 euros como hacen Izal o Love of Lesbian, que cobrar 25.000 como podemos hacer las grandes bandas de rock. Por eso nosotros tocamos mucho más, porque ganamos menos. Tenemos que currar mucho más. Pico y pala».
Sin beneficio personal
Para traer la escenografía de este concierto por vía marítima (ya que fue construida en México), Txus di Fellatio y los suyos han tenido que invertir «unos 22.000 euros», lo que da una idea del escaso beneficio económico que supondrá para cada uno de ellos. «Mira, te lo voy a decir sinceramente: este concierto nos viene fatal», dice entre risas el baterista. «No es solo por ese gasto. Hemos dado cuarenta conciertos por toda España, así que será difícil llenar el Wizink Center. Pero nosotros cumplimos nuestra palabra. Aplazamos el concierto cuando no había más remedio, pero ahora todos nuestros fans tendrán su “Diabulus in Opera”. Si de setenta conciertos hay uno que no cobramos, tampoco pasa nada. Y para los fans que asistan va ser una auténtica salvajada. Además de los coros y la orquesta hay bailarines celtas, bailarines de flamenco, actores... Pasan muchísimas cosas en el show».
Después de este gran concierto, Mägo de Oz no se van a tomar el descanso que cualquier médico les prescribiría. «Volvemos a América otros veinte días, y sacamos nuestro nuevo disco en marzo», dice di Fellatio. «Será la segunda parte de nuestro álbum conceptual “Jesús de Chamberí”».
Mägo de Oz tocará en el Wizink Center este viernes 26 a las 20.00.