¿Qué fue de la Kelly Family? La tumultuosa vida del famoso clan nómada de los noventa
Se pelearon por la herencia, uno de sus miembros se hizo adicto a las drogas, otro intentó suicidarse y acabó haciéndose monje, y otro pasó una temporada tocando en la calle. Veinticinco años después, algunos de ellos viven en España y planean su regreso
A mediados de los noventa, una familia de melenudos rubios que vivía como un clan de nómadas gitanos alcanzó el éxito masivo en la industria de la música. Por ridículo que ahora parezca, sus canciones, un azucarado batiburrillo de pop ochentero y folk, dieron con alguna tecla del sentir de los tiempos y los convirtió en uno de los mayores fenómenos súper ventas de la década. Pero, ¿qué pasó con ellos después de aquel fugaz «boom»?
Hay que recordar que el grupo tenía una relación especial con España. El patriarca de la familia Daniel Jerome Kelly , y su primera mujer Joanne, vinieron a vivir a Toledo con sus hijos en 1965. Poco después, Daniel se enamoró de la niñera de sus hijos, Barbara, se casó con ella y pasó un tiempo en Talavera de la Reina, en Pamplona, y ya en 1975, en Zaragoza, donde la familia formó su primer proyecto musical, The Kelly Kids.
Desde el arranque de la década de los ochenta, grabaron canciones de éxito como «Who'll Come With Me» y estuvieron de gira por Europa en un autobús de dos pisos. En 1982, Barbara murió de cáncer, y sus últimas palabras a su familia fueron «¡Continuad cantando!». Y eso hicieron.
Se cambiaron el nombre a The Kelly Family , y en 1994 arrasaron con el disco «Over the Hump», pero a partir de ahí comenzó una cuesta abajo que terminó estrepitosamente con la muerte de Dan en 2002. Desde entonces, el grupo fue incapaz de recuperar sus popularidad perdida , lanzando discos de nula repercusión como «La Patata», y desintegrándose poco a poco. Incluso llegaron a pelearse por cuestiones de herencia, y en 2012 tuvieron que subastar el palacio que había comprado su padre en el oeste de Alemania.
Michael Patrick «Paddy» fue uno de los que peor llevó la fama, y de hecho estuvo a punto de suicidarse tirándose desde lo alto de un edificio cuando todavía eran muy populares. «No sabía cuál era la razón de mi vida: la música no me llenaba; el dinero tampoco. Ni siquiera la fama. No encontraba sentido a las cosas. Entonces decidí acabar para siempre». Afortunadamente se arrepintió en el último momento («cuando estaba a punto de lanzarme al vacío, oí claramente la voz de Dios en mi interior, me aparté de la ventana y comencé a llorar»), pero ha sido incapaz de aceptar la propuesta de reunión que acaban de hacerle parte de sus hermanos, y sigue fiel a su epifanía: desde 2004 es monje en el monasterio de Burgundy, en Francia. La mayor de ellos, Caroline , tampoco ha querido volver a los escenarios. Tiene 56 años y ejerce como enfermera en Estados Unidos, donde vive con su marido, sin haber tenido hijos. Su hermana Barbara Ann «Barby» , que ahora tiene 43 años, abandonó la banda cuando detectaron que padecía esquizofrenia, y ahora vive con su hermano Jimmy en Bélgica. Maite , la más pequeña cuando el grupo arrasaba en los noventa, tiene 39 años y vive en Alemania, donde sacó dos discos y llegó a participar en la versión alemana de Mira Quién Baila.
El resto han decidido relanzar la carrera de The Kelly Family lanzando un disco con sus viejos clásicos y nuevas canciones, llamado «25 Years Later».
En esta formación está James Victor Kelly, que tras el final de la era dorada de la banda se divorció y cayó en el alcohol y las drogas . Pudo rehabilitarse gracias a que ingresó una temporada en un monasterio, y en 2008 lanzó un proyecto en solitario con el que ha publicado cuatro discos. También se ha unido a este regreso Paul , que no dejó del todo la música aunque tuvo que renunciar a ella como profesión, ya que sólo estuvo tocando en las calles de la ciudad de Irlanda en la que vive trabajando como cocinero. Tiene 55 años, está casado y tiene siete hijos. Kathleen Anne «Kathy» , que tiene 56 años, está divorciada y vive con su hijo en Irlanda, pero ha dicho que se sube al tren de la reunión con mucho gusto. John Michael Kelly tampoco ha querido perderse esta vuelta al candelero. Tiene 52 años y ha permanecido ligado a la música, ya que se casó con la cantante de ópera española Maite Itoiz y lanzaron un proyecto de ópera-rock con influencias de la música medieval.
Maria Patricia Kelly, de 49 años, ha desarrollado una carrera en solitario en Alemania y ya ha lanzado tres discos. Pero la llamada de la familia le ha convencido para unirse a esta reunión. Joseph Maria «Joey» , uno de los niños que nació en Toledo, renunció por completo a la música tras la separación del grupo, y desde entonces se ha dedicado a impartir sobre deporte y estilos de vida saludables porque como él mismo reconoce, no sabe cantar. Sin embargo, a él también le ha entrado el gusanillo del regreso y se ha apuntado a la reunión. Por último, el pequeño Angelo Gabriele (ahora tiene 36 años, pero tenía solo dos cuando entró en el grupo), que fundó un sello discográfico, es uno de los principales impulsores del regreso de la Kelly Family.
