El «K-pop» da el cante global
Con vocalistas despampanantes, letras pegadizas y bailes que todos los jóvenes imitan, el pop surcoreano arrasa en todo el mundo
En Asia son expertos en copiar hasta el infinito una fórmula si funciona, ya sea fabricando camisetas, abriendo restaurantes o cantando. A base de repetir una serie de elementos infalibles, como letras pegadizas, vídeos de excelente factura, bailes molones que todo el mundo quiere imitar y cantantes despampanantes, la globalización hace el resto. Traspasando fronteras, un género tan particular como el pop coreano, popularmante conocido como « K-pop », se está erigiendo en un fenómeno de masas en todo el planeta gracias a esta receta que garantiza el éxito. De hecho, ya ha superado en repercusión internacional al modelo que reproduce, el «J-pop» o pop japonés que arrasó en Asia en los 80 y 90, pero que no dio el salto más allá de este continente.
Al igual que ha hecho con sus populares series de televisión, Corea del Sur se ha convertido en una potencia del entretenimiento con una pléyade de cantantes que tienen una legión de seguidores no solo en Asia, sino también en Europa y Estados Unidos. De ellos, el más famoso es Rain , que tiene ya 36 años y lleva más de una década en el candelero. Aunque debutó en una banda de adolescentes, Fanclub, que fracasó, su tercer disco, «It’s raining» (2004), le catapultó a la fama interncional al vender más de un millón de copias. Desde entonces, ha protagonizado una fulgurante carrera que le ha llevado al cine, con alguna incursión en Hollywood, y a dar conciertos multitudinarios como los que agotaron las entradas en el Madison Square Garden de Nueva York en 2006. Entre 2011 y 2013, cuando le tocó hacer la mili obligatoria en Corea del Sur, sus millones de fans casi montan una revolución. Aunque el propio cantante reniega de esta etiqueta, su estilo ha sido copiado por otras estrellas masculinas del «K-pop», por supuesto con un éxito descomunal.
Junto a los atractivos cantantes masculinos, en este universo musical brillan los supergrupos femeninos como Wonder Girls , que vendieron 9,5 millones de copias en todo el mundo con su bombazo «Nobody», o Girl’s Generation . Combinando a un grupo de elegantes bellezas orientales con letras almibaradas y vídeos picantes, las megabandas surcoreanas de chicas marcan tendencias en toda Asia. Desde sus vestidos, peinados y hasta operaciones de cirugía estética, sus admiradoras las imitan hasta en la hermética Corea del Norte, donde sus vídeos se cuelan de contrabando en memorias USB. Tras estas bandas hay colosales operaciones de marketing y formación a lo «Operación Triunfo» por parte de las discográficas, que invierten casi tres millones de euros en cada cantante, según «The Wall Street Journal».
A la expansión internacional del «K-pop», que nació en los 90 con grupos como Seo Taiji and Boys y H.O.T y se popularizó a principios de 2003 con TVXQ y BoA, contribuyó sin duda el vídeo de «Gangnam Style», de Psy (pronunciése Sai). Con más de 2.000 millones de reproducciones desde 2012, su popular «baile del caballo» llevó al «K-pop» al galope por todo el planeta.
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