Jorge Drexler: «El paradigma de esta época es el surf»
El artista uruguayo publica «Salvavidas de hielo», grabado con sólo un instrumento
Como un hombre prehistórico o un indígena que aprovecha hasta el último hueso, hasta el último tendón de lo que caza, Jorge Drexler ha grabado un disco desmontando guitarras y utilizando hasta la última de sus piezas. No hay ningún otro instrumento en «Salvavidas de hielo» . El llamativo punto de partida no se queda en mera anécdota, pues abre un universo de fantasías melódicas y rítmicas, de sonidos orgánicos y procesados en el que, milagro, lo experimental y lo pop caminan de la mano como tortolitos.
¿Cómo se le ocurrió grabar un disco sólo con guitarras y lo que de ellas se puede extraer?
Estamos en una época en la que, antes de profundizar en un objeto, cambiamos y nos vamos a otro objeto. El paradigma de esta época es el surf, el andar por la superficie sin profundizar en nada. Sabemos poquísimo de muchísimas cosas.
Mucho estímulo.
La oferta para cambiar es tan permanente… Por eso, la analogía del hombre prehistórico me parece totalmente acertada. De hecho, mi show va a comenzar así. Empezará con el homo antecessor caminando; encuentra un hueso, se da cuenta de que le sirve de herramienta, y al tirarlo se convierte en un satélite, como en «2001 Odisea en el Espacio». En este disco fue como si la agarrara por primera vez, sin saber ni lo que era, y aprovechara hasta su última pieza. En lugar de surfear la guitarra, he hecho submarinismo, cada vez más profundo, más profundo. Es un disco hecho con el macro, en lugar de con el tele.
¿Este concepto tiene precedentes?
Uno de ellos es Matthew Herbert, que tiene una serie de discos con fuentes únicas de sonido. Pero una referencia muy clara es «The mechanics of destruction», un disco de canción protesta instrumental basado en procesamientos sonoros. Cuando vi eso, dije: ¿por qué no hacer un guiño a las premisas del arte del trovador? El hombre y su guitarra. Siempre trovador, Estoy revisitando el arte trovadoresco. No el cantautor. Odio la palabra cantautor, la sola palabra. Me suena muy mal ese diptongo.
