Israel Fernández, el cantaor del futuro al que le gusta perder el control

El autor de Corral de Almaguer presenta en Madrid su homenaje musical a Pastora Pavón

El músico toledano durante su encuentro con ABC MAYA BALANYA

DAVID CALZADO

«De Barcelona a Valencia, de Valencia “pa” Sevilla, está “arreglá” esta gitana cantando por seguiriyas, al guruguru y al guruguru». La letra que cantaba Pastora Pavón define bien el momento de Israel Fernández , todo el día de una ciudad para otra para cumplir con sus compromisos y los que le depara haberse enrolado en la compañía de Sara Baras . «Trabajar con ella es estar en la Champions . Gracias a ella me ha conocido mucha gente», asegura.

En un lugar de la Mancha, Corral de Almaguer , nació un gitano guapo que gastaba las casettes de sus padres mientras sus hermanos se entretenían con la Play y el balón. No tenía once años cuando su madre lo llevó a la tele a dar su primer concierto. Fue en el concurso «Tu gran día» que presentaban Lolita y Juan y Medio. Unos fandangos de Porrina y una bulería de Camarón y el primer premio , a la buchaca. «Fue mi primera actuación y gané un dineral. Unos días después, mi padre fue al banco a pedir un crédito y el director le dijo que para qué, si nos habían ingresado 750.000 pesetas (4.500 €) de la televisión. Casi le da algo», comenta orgulloso.

Israel Fernández es un cantaor del futuro que en el presente va arrancando olés por donde pasa. Puede que llegue a cantar mejor pero ya ha moldeado una expresión personal tremendamente flamenca que hace cumbre cuando pierde el control . «Me la juego muchas veces porque me sé el camino y me gusta derrapar . Lo fácil es dar la curva despacio porque así no te chocas, pero la curva hay que darla con arte. Yo, a veces, cantando me choco un poco pero llego a la meta», reflexiona.

El lunes presenta en Madrid «Universo Pastora» (Universal Music), disco homenaje a la que considera mejor cantaora de todos los tiempos «Como ha cantado ella no ha cantado ni mujer ni hombre, ni en su época ni nunca. Cuando la escuché me cambió la forma de cantar. Vi ahí un universo para hacer música », comenta.

A Israel le sorprende que se hable del flamenco como un arte cerrado. «El que está cerrado es el que lo considera así. Es todo lo contrario. El flamenco es muy agradecido y está abierto a todas las músicas», comenta. El cantaor, que ha vivido de cerca la fusión con el jazz , sentencia: «Fíjate, el flamenco se fusiona con el rock o el jazz y se queda más señorial, le puede, en el buen sentido. No los hace pobres. El flamenco enriquece todo lo que toca ».

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