La farsa del trap, al descubierto
Referentes de esta escena musical actúan en «playback» en sus conciertos sin disimulo alguno. ¿Es esto una estafa?
Dicen que los melómanos mayores de treinta reaccionan al trap de la misma forma que lo hicieron ante el punk en su momento: criticando su escaso nivel musical. Pero parece que los traperos han ido mucho más allá, y en lugar del DIY (Do it Yourself), su actitud es la de LTCDIFY (Let the computer do it for you) . Muchas de las grandes figuras de este movimiento cantan en playback (con pregrabados, para ser más precisos) en sus conciertos, y aunque hay algunos fans que no lo admiten (como los de este vídeo de Pxxr Gvng actuando en México), al público de esta escena no parece importarle demasiado escuchar una interpretación cien por cien enlatada.
Se ha dicho en infinidad de crónicas y reportajes, pero no hay mejor prueba que los vídeos de estos «recitales». Dos de los más recientes, protagonizados por Yung Beef y Bad Gyal , han devuelto a las redes el debate sobre la autenticidad de las actuaciones en directo de las estrellas de nuevo cuño. En ambos puede verse claramente cómo las voces autotuneadas siguen sonando sin que el artista cante.
quieres venir a un concierto de yung beef conmigo y cantar ready pa morir juntos🥺🥺
— danonino caducao🤢🤮 (@pablolpez_) December 7, 2019
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El día que Mozart o AC/DC hagan algo tan bueno como esto entonces serán alguien; de momento bad gyal wins pic.twitter.com/lXVQPqWhjy
— tu hoe favorito 🎄 (@frxngonzxlez) December 10, 2019
Algunos fans de Bad Gyal aseguran que las voces que suenan en su vídeo son coristas, pero otro vídeo del mismo tema en directo, en el festival Arenal Sound, demuestra lo contrario.
C. Tangana es otro artista al que no le importa dejar sonar su voz pregrabada, y unirse a ella solo de vez en cuando.
¿Se sienten estafados los fans por pagar una entrada para un concierto en el que el artista sólo se dedica a posar, cantando de vez en cuando? Parece que no, que es un nuevo paradigma al que habrá que acostumbrarse. Por eso, los artistas de esta escena ya ni siquiera se preocupan por disimular .
¿Es esto una farsa? Objetivamente sí. Pero no para los jóvenes fans del trap. Ellos no van a los conciertos para disfrutar de la música en directo, sino para observar, adular y asimilar una expresión corporal y estética. Los amantes de la música en vivo muchas veces cerramos los ojos en mitad de un recital, para gozar al máximo de cada detalle de la interpretación sin la menor distracción. Si ellos lo hicieran alguna vez, tan sólo durante unos segundos, quizá se darían cuenta de unas cuantas cosas.