Elliott Murphy: «La literatura es mi religión y el rock & roll mi adicción»
El músico norteamericano actuará junto a Olivier Durand en la sala Galileo de Madrid el 22 y 23 de enero, y en Las Armas, de Zaragoza, el día 24
El año pasado el músico estadounidense Elliot Murphy adaptó su primer disco «Aquashow» (1973), y lo publicó con un nuevo giro, haciendo una deconstrucción. Murphy cuenta con una larga carrera de más de 30 discos. Su vida siempre respira música, pero no solamente. En 2014 Tropo editó en español su segunda novela «Justicia poética» que incluía un CD con tres temas compuestos para la ocasión. Ha escrito sobre música y ha entrevistado a músicos.
El documental «The Second Act of Elliot Murphy» dirigido por Jorge Arenillas acaba de ganar en San Sebastián el premio del público del festival de cine documental Dock of the Bay. Menciona entre sus influencias al bluesman Robert Johnson pero también a Bob Dylan y a Lou Reed y al folk revival de los 60. Lo próximo será «una ópera rock o un disco doble muy acústico con Olivier Durand y mi hijo Gaspard. Tengo unas 24 canciones preparadas», nos dice. Un músico con la garra, de los grandes ¡Larga vida, Murphy!
—¿Cuáles son las cosas que dirigen su vida, su filosofía de vida?
—Intento ser agradecido por todo lo que hago, por el viaje que mi música me ha llevado, por la maravillosa y talentosa gente como mi guitarrista Oliver Durand con el que trabajo. Desde luego, nada es más importante que mi familia y cuando mi hijo era muy pequeño y pasaba una semana lejos de él en la carretera era muy doloroso. Pero no puedo quejarme. Nadie tiene una vida fácil y la mía es más fácil que muchas. Así que estoy esperando para «El tercer acto de Elliot Murphy».
—Ha estado colaborando varias veces con Bruce Springsteen ¿Qué supone trabajar con alguien como él?
—Conozco a Bruce desde 1973. Ambos crecimos en la costa este de los Estados Unidos. Tenemos la misma edad y fuimos influidos por mucha de la misma música que sonaba en la radio en esa época. Fue una época dorada de la música con todo, desde The Beatles a The Beach Boys en la radio todo el tiempo. También, a ambos nos llamaron «el nuevo Dylan» a los inicios de nuestra carrera, lo cual es irónico porque no creo que ninguno de los dos suene realmente mucho como Dylan. He cantado con Bruce en el escenario por toda Europa y el cantó en «Everything I do (leads me back to you)» en mi disco «Selling the Gold» (1996) y también tuve el honor de tener a Patti Scialfa, la talentosa mujer de Bruce, cantando en «I am empty» del disco «Elliot Murphy» hace unos años. Cada vez que veo a Bruce en concierto aprendo algo. Es sin ninguna duda el mejor intérprete de mi generación.
—¿Qué representa la literatura en su vida? ¿Y la música?
—Me influyeron a temprana edad muchos escritores como F. Scott Fitzgerald, John Steinbeck y Jack Kerouac. Y como siempre digo, la literatura es mi religión y el rock & roll mi adicción. Necesito ir a un lugar tranquilo e introspectivo donde la gran literatura nos lleva y todavía necesito la energía extrovertida de la música. Ahora mismo estoy trabajando en la siguiente novela a «Justicia poética» (en inglés editada en 2006, en España en 2014 por Tropo) llamada «La Grisette» que es una historia de la hermana de Petit Jean. Y también tengo una serie de novelas de rock & roll (Marty May, Diamonds by the yard y Tramps). Creo que mis novelas son mi manera de conservar un diario.
—¿Se considera como un periodista musical?
—No me considero un periodista porque nunca podría escribir una crítica negativa de otro artista. He entrevistado a Keith Richards y Tom Waits y fue muy divertido y he escrito en los libretos de dos bandas que adoro, The Velvet Underground and The Violent Femmes, y me gustaría hacer más de ambas cosas. Creo que estamos en una época de las biografías rock y he leído algunas muy buenas sobre Tom Petty, Chrissy Hynde y Sam Philipps (que descubrió a Elvis). El próximo paso será la novela rock & roll, ¡y ahí es dónde espero dejar una marca inmortal como Cervantes!
—¿Desde cuándo vive en París?
—Me mudé a París en 1989, en el 200 aniversario de la Revolución Francesa. Había aviones volando sobre mi apartamento y grandes fiestas y ceremonias en toda la ciudad. Era muy simbólico.
—¿Se considera un estadounidense, un europeo o un francés?
—París es mi ciudad pero Estados Unidos es mi país. Las raíces de mi cultura son del siglo XX de los Estados Unidos, pero también tienen un poco de Europa como de Cervantes y Rimbaud. Como los románticos estoy siempre luchando contra los molinos.