Taburete y Paul Weller, los discos de la semana

Los críticos de ABC comentan «True Meanings» y «Madame Ayahuasca», dos de los lanzamientos discográficos más esperados de este viernes 14 de septiembre

Nacho Serrano y David Morán

1

Taburete «Madame Ayahuasca»

Hay que reconocer que estos muchachos tienen cosas muy intrigante s, empezando por los cariñosos homenajes a las drogas en los títulos de sus discos. El primero se llamó «Doctor Charas» en alusión al hachís elaborado de forma manual en India, y este recién publicado guiña el ojo a un poderoso entógeno amazónico con el que sólo se atrevería un valiente.

La portada de su nuevo disco «Madame Ayahuasca », que parece salida de un álbum de kraut austríaco setentero, también resulta fascinante de tan fea e inadecuada, e igualmente fascinantes son sus ascendentes familiares (donde encontramos a dos delincuentes condenados por la Justicia, Bárcenas y Díaz Ferrán) o su capacidad de convocatoria. Van a llenar Las Ventas con sus fans, los autoproclamados «pijos a muerte», e incluso los «indies» los acogen en su seno (actuaron este verano en Sonorama y no se vio volar ningún tomate).

Todo es fascinante en Taburete excepto, ay, su música. En este tercer trabajo insisten en el mismo estilo de canciones sencillas, sin ángulos afilados, sin sobresaltos (o sí: dicen la palabra «follemos» en una canción), con más instrumentación que en sus anteriores discos pero todo igual de masticadito. Se alejan de los sonidos bolerísticos y verbeneros de sus dos primeras entregas aferrándose a su lado más pop, pero éste tiene tantas referencias elementales que carece de personalidad . Letras de poca categoría, talento musical justito. Nada nuevo, nada interesante.

5 / 10

NACHO SERRANO

2

Paul Weller «True Meanings»

Especialista en hacer trizas cualquier expectativa y fintar las convenciones con hábiles movimientos de cadera, Paul Welle r cambia de nuevo de rumbo y, después de una década de más que notables cortocircuitos y exhibiciones de rock aguerrido, se pone tierno y melancólico con «True Meanings» . Un disco delicado que evoca el soul pastoral de Terry Riley y los susurros del Neil Young más acaramelado y con el que el británico, recién cumplidos los 60, hace un alto en el camino para tomarse un ligero respiro.

Un paréntesis de folk-pop generosamente bañado en vientos y cuerdas que, lejos del acomodo o la sequía creativa, presenta un perfil complementario del antiguo líder de The Jam y The Style Council. Un receso valiente y hermoso con el que, además de aliarse con músicos diferentes generaciones como Conor O'Brien (Villagers) y Erland Cooper (The Magnetic North) y rendir homenaje a David Bowie con una balada quebradiza, saca de nuevo a pasear su arrebatadora elegancia con canciones como «The Soul Searchers», «Wishing Well» o esa «May Love Travel With You» de acabado cinematográfico. Una inyección de serenidad para arrancar el curso con el mejor de los ánimos posible.

8 / 10

DAVID MORÁN

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