Dead Combo, cuando Fernando Pessoa y Tom Waits se dan la mano
El dúo lisboeta da rienda suelta en su último disco a una amalgama sin prejuicios, con rastros de Ennio Morricone, de Ry Cooder, de jazz, de blues y hasta de post-rock, siempre con las piezas instrumentales por bandera
Como si fueran personajes salidos de una novela de Charles Bukowski, como si Fernando Pessoa se diera la mano con Tom Waits… Así se las gastan los portugueses Dead Combo, es decir, Pedro Gonçalves y Tó Trips. La Lisboa mestiza los vio nacer y crecer. Llevan en el alma la noche de la fusión y en su nuevo disco, «Odeon Hotel», dan rienda suelta a una amalgama sin prejuicios, pues caben en ella rastros de Morricone , de Ry Cooder, de jazz, de blues y hasta de post-rock , siempre con las piezas instrumentales por bandera.
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Tó Trips, un verdadero lisboeta empedernido, responde a ABC sobre su estilo heterodoxo , fraguado en esas madrugadas sin tregua a orillas del Océano Atlántico.
—La gran referencia de Dead Combo es Ennio Morricone.
—Esa referencia es obvia y universal, pero antes existen en Portugal inmensas referencias donde todo comenzó. Unas más universales, como Carlos Paredes [legendario guitarrista que sentó las bases del fado junto a la gran Amália Rodrigues] o Fernando Pessoa , y otras más «underground», como el cineasta Edgar Pêra. Después están la luz de Lisboa y una cierta vida mundana en zonas como Cais do Sodré o el Barrio alto [los dos principales feudos de la vida nocturna de la capital portuguesa]. Al fin y al cabo, toda una Lisboa antigua y moderna que se mezcla en la espuma de los días.
—¿Se inspiran en sus calles?
—Sí, acostumbramos a decir que nuestra música tiene a Lisboa dentro porque fue donde nacimos.
—La capital portuguesa está cambiando y se ha puesto de moda. ¿Cuál es su Lisboa favorita?
—Lisboa cambió radicalmente en los últimos cinco años. Mi Lisboa favorita es la de las personas que habitan en ella, una ciudad cosmopolita, multicultural, de todos. Como somos lisboetas, nos gusta toda entera , pero especialmente el Chiado, el Barrio Alto, Cais do Sodré… Fue donde Pedro y yo pasamos gran parte de nuestra juventud.
—El sonido de Dead Combo es único en Portugal, y eso no parece fácil.
—Es más fácil de lo que parece. Solo hay que prestar atención a las cosas que son únicas en el lugar donde se vive. Y eso fue lo que hicimos: dar valor a esa diferencia que existe en Lisboa y no existe en Río de Janeiro, Madrid o Nueva York.