Cruïlla 2016, mapamundi sonoro en Barcelona
El festival llega este fin de semana a su séptima edición en el Forum con Alabama Shakes, Robert Plant y Damien Rice como principales reclamos
Además de erigirse como alternativa manejable y relajada a otros grandes festivales de la ciudad, si por algo ha destacado el Cruïlla en los últimos años ha sido por el acierto de cazar al vuelo a algunos nombres de peso del soul, el reggae y ponerlos al frente de una programación transversal y nutritiva. El año pasado, sin ir más lejos, el festival barcelonés contó con la presencia de Lauryn Hill, Kendrick Lamar, Damian Marley y Aloe Blacc, nombres de peso de la música negra cuya alineación no hacen más que confirmar que, en su séptima edición, la que se celebra este fin de semana en el Forum de Barcelona, el autodenominado Barcelona Summer Festival ha optado por un perfil algo más indie y rock que en otras ocasiones.
Ahí está, por ejemplo, Robert Plant, volcánico vocalista de Led Zeppelin, reivindicado su nueva vida junto a The Sensational Space Shifters y encabezando con sus incursiones en el blues y el folk una programación que se encomienda a astros con tirón de aquí como Bunbury, Vetusta Morla y Love Of Lesbian, se adentra en la fértil cantera de la americana para encumbrar a Alabama Shake s y sigue apostando por los cantautores sensibles y delicados con el fichaje de Damien Rice.
Con el cupo de las músicas urbanas cubierto por los británicos Rudimental y la estadounidense Esperanza Spalding reivindicándose como gran voz del jazz contemporáneo, el Cruïlla es, pese a cierta carestía, un mapamundi sonoro que viaja de los confines fronterizos de Calexico a la cumbia digital de Bomba Estéreo y de la electrónica rompepistas de Digitalism a a la fusión flamenca de Chambao.
Una apuesta por la variedad y la convivencia estilística que, además de cubrir prácticamente todos los rincones de la música popular y articular un programa con el que esperan seducir acercarse a ese tope autoimpuesto de 25.000 personas por día, echa mano de la memoria para recuperar nombres de los noventa como James o Skunk Anansie, cambia de continente para picotear en rap brasileño y chileno con Emicida y Ana Tijoux y bucea en la música de raíz americana para acoger el regreso a Barcelona de Chan Marshall, ese talento indomable que pilota Cat Power.
En el apartado nacional, y más allá de todos los focos que acapararán Love Of Lesbian y Bunbury, el festival acoge también la única para en la ciudad de la gira resurrección de los granadinos 091 y ahonda en la senda de la canción de autor catalana para viajar del genio rehabilitado de Adrià Puntí al potencial de Ramon Mirabet.
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