Críticas de los discos de la semana: Rex Orange County y The Boo Radleys
Nuestros críticos musicales hacen un repaso de las novedades discográficas más interesantes de esta semana
![Críticas de los discos de la semana: Rex Orange County y The Boo Radleys](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2022/03/16/rex1-kNcF-U53540183477xxQ-1248x698@abc.jpg)
Rex Orange County - 'Who Cares' (Sony)
![Críticas de los discos de la semana: Rex Orange County y The Boo Radleys](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2022/03/16/who-cares-k01D-U40874271408RMc-220x220@abc.jpg)
Por María Alcaraz.
Cuando uno – Rex Orange County – con 17 años publica un debut tan interesante como ' bcos u will never be free ', y después se reafirma un par de años más tarde con un elepé primoroso como resulta ser ‘ Apricott Princess ’, consigue que todo lo que venga después sea esperado con alta expectación. Alex O'Connor, el nombre detrás de Rex Orange County, vuelve, tras un álbum que no terminaba de aterrizar (‘Pony’), con ‘ WHO CARES? ’, su cuarto disco, en el que orbita antiguos trabajos y también echa alguna que otra cana al aire, manteniendo siempre la redondez que caracteriza su trabajo.
En ‘Pony’ Alex se desligaba un poco del sonido de su ‘Apricott Princess’, marcadamente melancólico, en el que mezclaba jazz, soul y pop de una manera singular. En ‘WHO CARES?’ vuelve, en parte, a esas raíces adolescentes con canciones como ‘OPEN A WINDOW’ o ‘MAKING TIME’. En otras busca una sonoridad un poco distinta –aquí entrarían canciones como ‘IF YOU WANT IT’ o ‘SHOOT ME DOWN’–, pero también lejana a lo propuesto en ‘Pony’, donde se embarcaba en una aventura con un corte pop… ¿más purista?
Si de raíz Rex Orange County es un ‘sad boy’ –ya saben, chiquito triste que se lame las heridas–, en su nuevo trabajo también tiene ramalazos de optimismo. Así, canciones como ‘AMAZING o ‘KEEP IT UP’ se significan como lo hacían esos singles de hace un par de años (‘Sunflower’ o ‘Loving is Easy’) en los que las melodías y las letras lo que transmiten son colores vivos.
Sobre su sonido, lo de Alex O’Connor siempre ha sido muy especial. El uso del piano y los violines, presente en toda su discografía, se abre un amplio camino en el nuevo trabajo y envuelve sus canciones, más o menos melancólicas. Hay pianos que evocan un poco a los años 70 (la influencia de compositores como Randy Newman es clara; ya versionó con el mismo Newman la archiconocida ‘Hay un amigo en mí') y también una influencia del hip-hop que, aunque está más presente en sus primeros trabajos, continúa patente.
Y de las letras… ¡Ay Alex!, cómo de fuerte sientes. Si su segundo álbum estuvo dedicado a su primer amor, aquella princesa de los albaricoques, y en ‘Pony’ reflexionaba sobre lo rápido que cambia todo y lo que cuesta adaptarse a ello, en ‘WHO CARES?’ encuentra el punto medio entre esa murria que a veces nos llega y el ver que no siempre nos vamos a sentir así. Lo mismo pasa con lo sonoro, se acerca al equilibrio entre cómo sonaban sus primeros trabajos y la innovación; un paso más cerca de la armonía perfecta . Si alguien puede conseguirlo, ese es Rex Orange County.
The Boo Radleys-'Keep On With Falling' (Boostr)
![Críticas de los discos de la semana: Rex Orange County y The Boo Radleys](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2022/03/15/boo1-U81163833646hEz-220x220@abc.jpg)
Por David Morán.
Como el Batman de Christopher Nolan, hubo un tiempo, allá por los primeros noventa, en que los Boo Radleys eran los héroes del pop que nos merecíamos pero no los que necesitábamos. Sus discos, efervescentes e ingeniosos, superaban en ambición y puntería a los de la mayoría de sus compañeros de quinta, pero entre la escandalera de My Bloody Valentine y las gamberradas de los Gallagher y sus adláteres, los de Martin Carr se quedaron sin sitio en la foto. Voltearon el noise y le dieron al cabizbajo y taciturno shoegaze una fabulosa dimensión artística, pero si por algo se les recuerda es por el trotón y festivo 'Wake Up Boo!', himno pop pluscuamperfecto que las emisoras de radio calcinaron en 1995. No mucho después de aquello, en 1998, bajaron la persiana definitivamente, Carr puso en marcha Brave Captain y, bueno, nadie le dio demasiada importancia a su adiós del mismo modo que tampoco nadie ha prestado demasiada atención a su retorno más de veinte años después.
Será, que después de todo, una reunión de los Boo Radleys en la que no participa Martin Carr, principal compositor de la banda, ya nace coja y descabezada. O será que los británicos han decidido volver justo cuando ni nos los merecemos ni los necesitamos. Tampoco hay nada en 'Keep On With Falling' que invite a pensar lo contrario. Marejadilla pop, una suave brisa rica en armonías vocales y melodías agradables y poco más. Ni rastro del riesgo aventurero de 'Giant Steps' o del ensalmo pop de 'Wake Up!', álbumes a los acuden en busca de ejemplos a seguir pero que apenas se traducen aquí en un par de rasguños de reggae decorativo y un puñado de canciones con cuerpo pero sin alma. Se deja escuchar, sí, pero nadie rompe dos décadas de silencio para convertirse únicamente en música ambiental, en un bien-casi-notable que si algo consigue es que a uno le entren unas ganas locas de reecontrarse con 'Lazarus' y 'Barney (... and Me)'.