Música

Crítica de discos: Leon Bridges, Gaz Coombes y Damien Jurado

«Good Thing», «World's strongest man» y «The horizon just laughed» son los álbumes más llamativos que se publican este viernes 4 de mayo

Leon Bridges ABC

NACHO SERRANO y DAVID MORÁN

Crítica de discos: Leon Bridges, Gaz Coombes y Damien Jurado

1

Leon Bridges, «Good Thing»

En 2015 revolucionó la escena de soul con un magnífico disco de debut que, además de mostrarle como un aventajado discípulo de los maestros de los '60, dejó intuir que con un par de cambios podía convertirse en una estrella de los '10.

Y así es como Leon Bridges se ha dejado guiar por sus productores, los capos de Nile City Sound (y miembros de la fastuosa banda de rock White Denim), para viajar al oeste y trabajar con Ricky Reed (productor de Jason Derulo, Meghan Trainor o Cee Lo Green, entre otros) con el propósito de .

Y el resultado es estupendo. . «Good Thing» se desliza con tal suavidad que hace parecer que la misión de sonar completa y radicalmente actual sin perder la elegancia vintage no era en realidad tan difícil.

Esta afilada y seductora tensión creativa entre dos eras derrapa en un par de curvas («Forgive you», «If it feels good»), pero sin duda conquistará a los amantes de lo añejo y a los buscadores de nuevos talentos 2.0 con una música que derriba los complejos de ambos, que hará explotar su talento como coreógrafo profesional y que, en un mundo ideal, serviría para desbancar a Bruno Mars y dejarlo muy, muy atrás.

7,5 / 10

NACHO SERRANO

2

Gaz Coombes «World's strongest man»

El tercer trabajo en solitario de Gaz Coombes supone la continuación de «Matador» (2015), un disco concebido, grabado y mezclado en total soledad que ayudó a que Gaz dejara de ser el «ex-líder de Supergrass» para convertirse en un solista altamente respetado. Siguiendo la máxima de «si funciona no lo toques», este nuevo álbum ha sido compuesto, grabado y producido por el propio Coombes en su estudio casero y en los Courtyard Studios de Oxford con la co-producción de su colaborador habitual, Ian Davenport.

«World’s Strongest Man» es una reflexión sobre el anacronismo de la masculinidad desaforad a (de ahí el título del álbum) en la que, como si de la escritura de una novela se tratara, el artista británico da entidad de personajes a influencias más que variopintas que van desde el ensayo «The Descent of Man» de Grayson Perry al disco «Blonde» de Frank Ocean, pasando por la marihuana de California, Neu!, los bosques ingleses, Daft Punk o el folk de alcoba, trazando un viaje por un universo sonoro marcado por la más sana, equilibrada y estimulante opulencia estilística que, a pesar de todo, permite decir que es sólo rock'n'roll pero nos gusta. Por momentos, es el disco que esperábamos que hubiera sacado Jack White.

7,5 / 10

NACHO SERRANO

3

Damien Jurado «The horizon just laughed»

Culminada la ambiciosa y titánica trilogía «Maraqopa», proyecto que le embarcó en suerte de búsqueda espiritual y que se tradujo en tres discos en cuatro años, Damien Jurado vuelve a encerrarse en su caparazón de cantautor hipersensible y voz prodigiosa para firmar su primer trabajo autoproducido e intentar sacarle alguna que otra sonrisa a Nick Drake. Esto último, de hecho, es una de las más destacadas señas de identidad de un disco con el que el de Seattle se mueve ligeramente de la baldosa del folk tristón y cabizbajo para explorar todos los matices de la melancolía, deslizar sutiles pinceladas de optimismo bajo el soul-folk de «Percy Faith» o, ya puestos, abrir de par en par las ventanas para que el sol inunde una «Florence-Jean» que no hubiese desentonado en el repertorio de Love.

Para Secretly Canadian, sello del estadounidense, todo se explica asegurando que «The Horizon Just Laughed» es el disco más personal de Jurado pero, más allá del manido tópico promocional, lo que sí es este álbum es un decidido paso al frente; un trabajo con las raíces firmemente ancladas en la tradición con el que el autor de «Caught In The Trees» ha empezado a ver el vaso medio lleno después de años de no ver ni siquiera el vaso. El duelo sigue alimentando salmos de tristeza oceánica como «Over Rainbows And Rainier» o moldeando la voz de «1973» pero, a cambio, Jurado también es capaz de marcarse una samba juguetona como «Marvin Kaplan» o inyectar un poco de color al folk británico de los setenta con «Dear Thomas Wolfe». Será que, después de todo, no sólo de penas y cicatrices al aire vive el folk indie .

8 / 10

DAVID MORÁN

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