Lin Cortés: «Cada canción es una película»
El multiinstrumentista cordobés publica «Indomable», segundo trabajo de su discografía en el que colaboran Antonio Carmona, Dellafuente o Diego del Morao y que presenta mañana en la sala Joy Eslava
Maestro de la fusión de estilos y punta de lanza del nuevo flamenco, Lin Cortés (Córdoba, 1.976), es uno de los artistas más respetados del panorama nacional. Hijo y nieto de artistas y sobrino del cantaor ‘El Pele’, Lin ha colaborado con músicos de la talla de Enrique Morente, Vicente Amigo, Raimundo Amador o Kiko Veneno y con estrellas internacionales como Howe Gelb o Buddy Miles. Ahora presenta "Indomable", un trabajo que es fiel a su estilo: una mezcla de flamenco, funk, soul y rock, grandes colaboraciones (Antonio Carmona, Dellafuente, Camilla Fernández, Nita (cantante de Fuel Fandango), La Shica, Lya, Diego del Morao y Odille Lima) y una personalidad apabullante.
—Indomable ha titulado el disco...
—Indomable es la canción que abre el trabajo y en la que colabora Dellafuente, que es el que la ha titulado. Y tanto nos gustó el título que también se lo pusimos al disco porque mi entorno me ve también a mí un poco así, indomable. Y Dellafuente, con ese título, seguro que me está queriendo decir algo (risas).
—¿Cree que es indomable?
—Por la noche, sí. Por el día, se puede negociar.
—¿Y musicalmente?
—Soy inquieto, me gusta jugar y experimentar, me gusta sentirme libre a la hora de hacer música. La música y el arte en general tienen que ser libres, no se pueden atar ni reprimir.
—¿Qué ha querido contar en este trabajo?
—No he querido hacer un disco-concepto, sino que para mí cada canción es una película y un estado de lo que sucede en cada momento. Lo más destacable del disco por encima de todo son los músicos que han participado. Todo está hecho desde la amistad y desde el cariño, sin intereses de ningún tipo y creo que se nota a la hora de transmitir.
—Una de esas canciones que tiene una intrahistoria emocionante es Michele.
—Michele era una amiga mía que falleció con veintitantos años víctima de un cáncer. Una enfermedad que nos rodea por todas partes, porque siempre tenemos a alguien cercano que sufre la enfermedad. Es la peste del siglo XXI. Y una noche, mientras preparábamos los homenajes para costearle el tratamiento, soñé el estribillo de la canción. A partir de ahí me surgió la melodía aunque no era capaz de ponerle letra, era demasiado duro escribir sobre algo tan delicado como es el cáncer y la muerte por cáncer. Así que hablé con un amigo, el gran poeta Josep María Rodríguez, y él le puso la letra, que ha quedado de categoría.
—Impactante es la portada del disco.
—Es del diseñador Sete González. Creo que ha hecho una obra de arte. Me identifico mucho con lo que ha creado. Si abres el libreto ves que estoy tocando la guitarra y que me transformo en hombre-lobo, y luego la secuencia de coche, hotel y chica... en fin, todo muy cinematográfico y muy de cómic. Yo aquí en España no he visto este tipo de diseños, son más de trabajos como los que hace Tarantino.
—Presenta «Indomable» este sábado en la sala Joy Eslava. ¿Qué tiene preparado?
—Estoy un poco nervioso porque me operé hace poco de un edema de Reinke y la recuperación es lenta. Pero todo lo demás está yendo bastante bien. Además llevo una banda que es de lo mejor que hay en el panorama nacional. Siempre me gusta rodearme de los mejores músicos, que por otro lado son buenos amigos. Hemos incluido a Fanny Valentine, una chica que canta estupendamente y tocaremos alguna canción del disco anterior. Como artistas invitados estarán Elena Vargas, Dellafuente, Cristina de Fuel Fandango, mi hermano Nani Cortés y alguna sorpresa más.
—El disco lo cierra con «De Profundis», la epístola de Oscar Wilde que reza: «La sociedad tal y como la hemos constituido no tendrá sitio para mí». ¿Lo tiene para Lin Cortés?
—El público a veces todavía no me sabe ubicar. Ahora me van conociendo un poco más porque antes cuando la gente me conocía sólo por mis maquetas esperaban algo como flamenco o flamenquito, como lo llaman ahora. Así que cuando canto unos tangos flamencos pero de repente hago un funky o un rock hay gente que se queda ojiplática diciendo: ¿Qué está haciendo ahora? Creo que al manejar tantos estilos diferentes deberían comprenderme un poco, ya que estamos en el siglo XXI y escuchamos de todo. No es tan rato hacer tantos tipos de música diferente.
—Le han llegado a comparar con Prince y Lenny Kravitz
—Eso será por el pelo (risas). Es un piropo que agradezco aunque creo que es exagerado, son palabras mayores. Yo me considero más terrenal. Ellos a nivel musical son muy potentes, aunque por bulerías «me los cargo» (risas).