Coque Malla: «El 15-M fue algo muy potente, pero al poco tiempo el PP estaba gobernando y la izquierda desuniéndose»
El artista madrileño, que publica «¿Revolución?», está convencido de que «si no vamos librando pequeñas batallas, nos hacen picadillo»
Siempre inquieto, casi siempre insatisfecho, Coque Malla cree que pierde la batalla contra su propio eclecticismo cada vez que hace un nuevo disco . «Nunca puedo ganarla, porque es lo que me sale. Es lo que más escucho, artistas eclécticos. Soy un eclecticista», bromea el artista madrileño, que hoy publica «¿Revolución?» , así, entre interrogaciones suspicaces.
«El disco empieza con la canción que le da título, porque con ella lanzo una pregunta, y el resto de temas son la respuesta», describe. «Hay una tendencia entre la gente joven, en las redes sociales , de creerse que están cambiando el mundo. Y no. Todo es bastante formal. Y las supuestas revoluciones de verdad... Por ejemplo, el 15-M fue algo muy potente, hasta el más escéptico se pasaba por Sol y alucinaba con lo que estaba pasando. ¡La gente no iba a trabajar para acudir a las asambleas! Y al poco tiempo, el PP gobernando. Y después, la izquierda desuniéndose. ¿Revolución?».
A pesar de su escepticismo, Malla está convencido de que «si no vamos librando pequeñas batallas, nos hacen picadillo», sin olvidar que «somos nosotros mismos los que nos dejamos anestesiar, los que no queremos una revolución porque estamos cómodos».
Libertad no sólo creativa
El primer single de «¿Revolución?», «Un lazo rojo, un agujero», no dio muchas pistas del hilo conceptual del disco. Fue toda una refrescante sorpresa que invita a la música disco, el funk y el rap a la misma fiesta. «Fue divertidísimo grabarlo, pero también muy duro. Es una canción complicadísima de sacar, ¡complicadísima!», masculla el autor, que vio clarísimo que tenía que ser la tarjeta de presentación de su nueva obra. «Hay veces que la compañía de discos te deja elegir el primer single, y otras que no. Con el anterior álbum, “El Último Hombre en La Tierra”, no me dejaron, y creo que escoger “Lo hago por ti” fue un error. En esta ocasión no hubo debate, porque es un hit de libro. Eso sí, reconozco que si hay discusión, normalmente cedo. Yo ya he terminado mi trabajo cuando el disco está hecho, y sé que la gente que se dedica a lo que viene después sabe hacer el suyo».
A partir del 9 de noviembre empieza la segunda parte de la faena de Malla, el directo, que también supondrá un desafío porque tendrá que compensar la ausencia de las partes orquestales del álbum, que no son pocas. «Lo haremos sin complejos. No van a sonar porque planteamos ponerlas pregrabadas, y sería un pastiche. Pero sonará que te cagas», dice entre risas.
La conversación acaba donde empezó, en el eclecticismo de los artistas que le apasionan a Malla. Entre ellos, el ilustre Neil Hannon (de The Divine Comedy ), coleguita suyo desde hace tiempo, que tiene ronda de promoción con este periódico al día siguiente. «¡Oye pues mándale un saludo de mi parte!», exclama el fan. «Me invitó a su concierto en La Riviera y le dije que sí, pero me acabo de dar cuenta de que no voy a poder estar porque yo también tengo bolo. Me enviaron su nuevo disco, así que dile que yo también le voy a mandar el mío, ¿vale?».