Coldplay no salen de gira para luchar contra el cambio climático, ¿ecologismo o postureo?
La decisión de la banda británica de no presentar «Everyday Life» en gira ha desatado el debate en las redes
La semana pasada, justo antes de publicarse el nuevo disco de Coldplay, «Everyday Life» , la banda de Chris Martin anunció que no lo presentará en directo porque las giras son dañinas para el medio ambiente, muy a lo Greta Thunberg . «Nos tomaremos tiempo durante el próximo año o dos para determinar cómo nuestra gira no solo pueda ser sostenible sino también cómo puede ser activamente beneficiosa », afirma la banda británica en un comunicado. «Todos tenemos que encontrar la mejor manera de hacer nuestro trabajo para que tenga un impacto positivo sobre los demás. Nuestro próximo tour será la mejor versión medioambiental posible de una gira. Nos decepcionaría si no fuera libre de emisiones».
La decisión, que evidentemente ha sorprendido a propios y extraños, suena bien en principio. Pero, ¿están dando un ejemplo de ecologismo modélico? ¿se quedan en casa por pereza? ¿es márketing? ¿o puro postureo?
«Lo más difícil de lograr es el transporte con los vuelos », argumenta el grupo. Para empezar, como bien han señalado muchos internautas en las redes sociales, Coldplay podrían decidir salir de gira como los grupos normales, es decir, sin cincuenta «trailers» cargados de decorados de fantasía ni un séquito de cientos de asistentes y técnicos . Cuatro billetes de avión, los instrumentos a la bodega y listo. O en autobús eléctrico o de bajas emisiones, aunque sea más sufrido para sus majestades del pop. Eso sí que sería una lección de conciencia medioambiental. Sus conciertos no serían lo mismo sin un espectáculo bombástico plagado de pirotecnia, pero poder salir de gira sin liberar toneladas de CO2 en cada concierto, pueden . Sería una buena forma de contrarrestar la demencial huella ecológica que han dejado sus anteriores giras.
«Nuestro sueño es tener un espectáculo en el que no se utilicen plásticos de un solo uso », dice también el comunicado ecologista del grupo. Pues oigan, eso no es tan difícil si te ahorras tirarle toneladas de confeti al público, o darle barritas de luces para decorar la pista, o gastarte cinco millones de euros en pulseras para que parpadeen con el ritmo de la música (como hicieron en la gira de «Mylo Xyloto»). Sí, así las canciones tienen que valerse por sí mismas mucho más. ¿Qué problema hay con eso, Coldplay ?
Otra de las razones que esgrime el grupo para no convocar a sus fieles en los estadios más grandes del planeta, es que el desplazamiento de cincuenta mil personas genera muchas emisiones. Deben creer Chris Martin y compañía que sin ellos no hay vida social, que sus fans se quedan hibernando en casa cuando no hay concierto de Coldplay. Además, siempre cabría la posibilidad de no tocar en pabellones gigantescos. ¿Que así no se satisfaría la demanda de entradas? Claro que no, pero ahí entraría la conciencia ecológica de los fans. Quien tenga suerte de hacerse con una entrada de sala de medio aforo, bien por él.
Ya sabemos cómo le gustan a Chris Martin los golpes de efecto. Seguro que en cuanto ha visto las gestas de Greta, no ha podido resistirse a pasar a la historia como el primer grupo de pop que se «tomó en serio» el cambio climático . Lo importante es la declaración. Cómo cumplir lo que ha prometido, hacer giras sostenibles, no parece tan importante. Si lo fuera ya habrían encontrado la forma de hacerlo. En este texto hemos dado con varias alternativas en un par de minutos, pero a ellos, encontrar la solución les va a llevar «uno o dos años». Todo sea porque no veamos a los cuatro tocando con un panel solar en la cabeza.
Cada uno puede sacar sus conclusiones. Pero en todo caso sí hay que reconocerles un mérito, al margen del irrelevante efecto que su decisión tendrá sobre el calentamiento global: que en la industria de la música se esté hablando de ecologismo . Y están dejando de ganar unos 500 millones de dólares. Si es postureo, es el más caro de la historia.
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