M Clan: «En la pandemia nos íbamos al hotel a la once de la noche... ¡Fue la gira del antirrock!»
El veterano grupo murciano lanza 'En Petit Comité', un emocionante registro discográfico de su gira pandémica en CD, vinilo y DVD
La capacidad de adaptación es la clave de la evolución de las especies, y también de la supervivencia en el mundo de la música. Cuando España empezaba a recuperarse del puñetazo pandémico y el circuito de música en directo aún se recolocaba la mandíbula, a los murcianos M Clan se les ocurrió que la única forma de salir a tocar, era hacerlo con el único formato que podía resistir cualquier embate de las idas y venidas con las restricciones. Es decir, a dúo y en acústico. Aquella decisión no sólo les permitió trabajar, sino también redescubrir la emoción de sus canciones al desnudo en un momento histórico «que esperamos que no se vuelva a repetir», como dice su cantante Carlos Tarque, y también plantearse la idea de reflejarlo en un disco. Así es como nació 'En Petit Comité' .
El disco recuerda qué es lo verdaderamente importante de la música.
Ha sido un disco sin pretensiones. Es un reflejo del directo que hicimos como buenamente pudimos durante la pandemia, y te recuerdo eso, lo importante: que si una canción se sostiene con una voz y una guitarra, es que funciona. Esa reflexión fue la que nos llevó a decir, «esto hay que grabarlo». Algo que empezó como una forma de salvar los muebles para poder seguir haciendo lo que nos da vida y lo que nos da de comer, terminó convirtiéndose en algo más. Durante la gira empezamos a darnos cuenta de que había una emoción especial, que hizo que a muchos seguidores les gustarán más estos conciertos que los eléctricos. Que no hubiera una gran logística, no impedía que fueran grandes conciertos. Fue una manera más íntima de conectar, aunque algunos fueran en plaza de toros con miles de personas.
Siempre se dice que los discos son fotografías de un momento en la vida de los grupos, y en ese sentido, podría parecer que un disco acústico y sin canciones nuevas es una obra menor, pero en este caso no es así: es una fotografía perfecta de un momento trascendental en la vida de M Clan y la de todos.
Me alegra que lo digas, porque lo hemos hecho con la mayor humildad, sin pensar en si sería una obra menor o no. Y no lo es. Es una obra a secas, con todo su sentido. Hemos hecho bien en dejar testimonio de ese momento, de lo que estaba pasando en el mundo y del valor de la música en ese momento. En la pandemia, todo el mundo habló de lo importante que es el arte y la música en nuestras vidas. No quiero decir que nos hayan salvado, pero nos han ayudado a no volvernos locos. Es el alimento del alma, un bien de primera necesidad.
Ya habéis hecho giras y discos acústicos, pero esta vez, con la gente tan atenta por las distancias y las mascarillas, ¿ha sido la que más ha sentido la desnudez en el escenario?
Sí, hemos hecho este formato más veces, y ya hemos visto que la gente conecta igual o más que con el eléctrico. Pero yo no había visto llorar de emoción a tanta gente como en esta gira. Mirabas a los ojos del público y casi sentías la desnudez por ambas partes.
Entre los compradores del disco van a sortear un concierto intimísimo como quien dice, para el ganador y unos pocos acompañantes.
Sí. Yo pensé: «Si soy fan de un grupo, y de repente llaman a la puerta de mi casa y son ellos diciéndome que vienen a tocar para mí y mis amigos, me parecería acojonante». Es una manera de motivar la compra de discos. Más allá de los coleccionistas, la música no se vende en físico. Y esta me pareció una idea divertida de estimularlo.
¿Sufrieron muchos cambios kafkianos en la restricciones durante la gira?
La situación en sí era bastante kafkiana. Acabar un concierto y que no haya nadie en el camerino, ni el propio promotor, es extrañísimo. En la época más dura íbamos con las mascarillas, había que tener cuidado con todo para no contagiarte, comiendo caterings de bolsas precintadas y cosas así... Nos íbamos al hotel a la once de la noche... Muy aséptico todo. ¡Fue la gira del antirrock! Lo bueno es que como no hablaba con nadie, mi garganta se mantuvo muy bien toda la gira.
El reconocimiento que la sociedad hizo hacia los músicos en la pandemia, ¿se diluirá?
Cuando yo veía a tanta gente llorar en esta gira, sabía que no era porque el concierto fuese mejor o peor. Era por la emoción de asistir a un acto cultural público. La gente que venía a vernos se sentía como el preso que sale de la cárcel y ve el mar después de muchos años. La música, y esto no es un tópico, tiene un poder especial. Esperemos que la gente no se olvide de aquello de «qué importante es la música». Es un sector que se ha descuidado, y tiene que haber más ayudas porque esta industria no es un mercado, es algo más, y ha sufrido dos años sangrientos. Si no lo cuidamos, dentro de un tiempo lo echaremos de menos y nos arrepentiremos.
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