Califato 3/4: «La resignificación del folclore en el pop se ha convertido en una moda, y bienvenida sea»

La banda sevillana redibuja su Andalucía de fantasía tecnopsicodélica en su segundo elepé, 'La Contraçeña'

Califato 3/4 Adri Offdelcampo

Nacho Serrano

Ya pusieron el panorama de pop independiente nacional patas arriba en diciembre de 2018 con su EP de debut 'L'ambôccá', y un año después con su primer largo, 'Puerta de la Cânne', recibido con ovación por la crítica especializada. Y este viernes, los sevillanos Califato 3/4 redibujan su Andalucía de fantasía psicodélica con 'La Contraçeña' , un nuevo disco más orgánico (más instrumentos, menos samples) que despliega híbridos imposibles como una zambra de Antonio Molina mutando en rompepistas hiphopero, el verbenero 'Quiero verte' de Los Sobraos atravesando la estela experimental de Genesis P-Orridge, o el 'Omega' latiendo a ritmo de The Prodigy.

El disco se hizo el pasado verano. ¿La grabación se imbuyó de esa energía positiva que teníamos todos, antes de que la pandemia volviera a atacar?

(Esteban Espada, bajo) Si, entramos en el estudio poco después de acabar el confinamiento, cuando volvieron a abrir todo y parecía que lo peor había pasado. Estábamos locos de ganas de hacer música juntos otra vez, y sí, en las canciones se nota esa intensidad, ese desfogue que necesitábamos todos.

¿Cómo ha sido el proceso que os ha hecho ser 'menos digitales'?

Las bandas tocan las canciones en el local, y luego van al estudio a grabarlas, y nosotros hacemos un poco lo contrario. Primero grabamos, y después lo tocamos. Ahora nos hemos familiarizado más con los instrumentos y hemos usado un poco menos los ordenadores. Pero en realidad el proceso sigue siendo el mismo.

El título viene de la canción 'Sevillanas del pañuelo' de El Pele. ¿Qué significa este artista para vosotros?

Le tenemos mucho cariño y admiración, porque él era corista de Camarón, y nos encantaba lo que hacía. Todo lo que ha hecho después, como la historia de amor de 'Sevillanas del pañuelo', lo plasma de una manera que nos gusta mucho. Sus discos han sido obras de cabecera para nosotros este último año.

¿Cómo llegaron a la conclusión de que Carmen Porter es un icono pop, digno de ser inmortalizado con un fandango?

Ella es la matriarca de Cuarto Milenio (risas). El tema es muy sarcástico, y tira de ironía para hablar de esas apariciones de los posos del amor cuando una relación se acaba. La figura de Carmen Porter nos vino al pelo.

¿Qué tal está funcionando 'Te quiero y lo sabes'? Suena a que podría convertirse en la típica anomalía mainstream.

Ahí hay mucha guasa (risas). Jordi Gil, que hizo el mastering en el Sputnik Recording Studio, nos decía: 'chavales, esta no la veo'. Pero a nosotros nos encanta incorporar el componente del petardeo, de la feria. Y ese tema de Los Sobraos, que es una de las cosas más casposas que hay, lo hemos usado para empoderarnos, dándole la vuelta a algo que te hace sentir prejuicios, para hacer que te guste. Sacarlo en formato single ha sido una especie de cambio de rumbo. Pero en realidad, ningún single es representativo del disco. El álbum es un caleidoscopio de cosas, que juntas hacen el disco. Pero cada tema es un mundo.

Estamos en una época en la que se resignifican cosas que antes eran rancias, casposas como has dicho. ¿Por qué cree que está sucediendo ahora?

En todos los procesos, incluso a nivel personal, hay una etapa de rebeldía, de rechazo a las cosas que pertenecen a la cultura de tus padres. Pero después, cuando maduras, te das cuenta de que también forman parte de ti. Cuando viajas fuera de España, te das cuenta de quién eres, de que todo eso también forma parte de tu personalidad, y hay que ponerlo en valor. Nosotros lo hacemos a través de la música.

C. Tangana parece haber puesto ese debate en primer plano. ¿Les interesa lo que ha hecho en su disco? Se llegó a decir que les plagió alguna idea...

La música está para pasarlo bien, para divertirse. Cada uno que haga su rollo. Es admirable cómo están cambiando las cosas. Coger el folclore andaluz y mezclarlo con la electrónica y otros géneros, es algo que llevamos tiempo haciendo. Ahora parece que está en auge, que se ha convertido en una moda. Y bienvenida sea. Cada uno que haga lo que le dé la gana.

¿Fue fácil localizar a Kurt Savoy?

Eso ha sido una fantasía. Estábamos en el local haciendo coñas, y con la broma hicimos un silbido y dijimos que sonaba a Kurt Savoy. Alguien dijo '¿por qué no le llamamos?', y conseguimos localizarle. Nos metimos en su web, venía el teléfono de la manager, y fue súper amable. Él es de Andújar, le contamos la idea, le encantó y alquiló un estudio en París para grabar sus tomas. Fue una pasada. Es de estas cosas que dices en caliente con la guasa, y de pronto nos vimos trabajando con una leyenda. Que lleva más de cincuenta años en esto, el tío.

También han trabajado con un estudioso del romance andalusí, Pablo Sánchez.

Tenemos muchas ganas de ir al Museo del Prado a conocerle en persona. Él trabaja allí, es investigador. En Al-Andalus se hablaba un idioma propio, una mezcla, y él lo está estudiando y poniéndolo en valor. Nosotros le pasamos varios textos, y él los tradujo al romance andalusí, al que él ha bautizado 'andalutzi'. Ha sido una maravilla coger una cosa olvidada y reivindicarla.

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