Bunbury: «Ya regalamos nuestra música en Spotify, regalar los conciertos sería el colmo»

El músico publica hoy nuevo disco, «Curso de levitación intensivo», y anuncia concierto en streaming de pago el 23 de enero

Bunbury ABC

Nacho Serrano

Para Enrique Bunbury , igual que para los Beatles en su momento, ha llegado un momento en el que el trabajo de estudio es más estimulante que salir de gira por el mundo. Ayer, en la rueda de presentación de «Curso de levitación intensivo» , su nuevo disco, ABC le preguntó si compartía en mayor o menor medida la reflexión que al respecto hizo Glenn Gould, el pianista que hizo las variaciones de Bach: «Cuando era joven, tenía su sentido tocar en directo. Pero llegó un momento en que se convirtió en un despropósito, porque no hay nada donde se eche menos imaginación que en un concierto. Tienes que tocar las mismas canciones, prácticamente del mismo modo, hasta agotarlas». «Cada vez me preocupa más la interpretación de un puñado de canciones durante muchos meses, de forma reiterativa» , respondió a la cuestión el músico maño. «Ahora voy a preparar otra gira, y aunque solo toque las canciones del nuevo disco, el interpretarlas durante setenta, ochenta veces, bueno... ha llegado un momento en el que he pensado que puedo hacer giras más cortas, y yo salir más contento siempre al escenario». Aun así, el ex Héroes del Silencio asegura: «Cuando subo al escenario se me acaba la tontería, siento el placer de la comunicación con el público, y siento el placer de lo que creamos los músicos, al hacer canciones que emocionan a gente que ha venido a vernos. Pero es verdad que cuando estoy en casa mucho tiempo, me doy cuenta de que podría seguir así mucho más tiempo perfectamente».

Bunbury presentará su nuevo trabajo con un concierto en streaming, que será de pago por una razón: «Ya regalamos nuestra música en Spotify, regalar los conciertos ya sería el colmo», dice el artista, que sólo dará este único show por otra razón: «Esto no es como las giras, en las que en cada ciudad va a verte la gente de esa ciudad y alrededores. Ahora, toda la gente del planeta que quiera verte en streaming puede hacerlo a la vez, así que no tiene sentido dar más de un concierto. Hemos intentado hacerlo de forma que una promotora se comprometiera a hacerlo llegar a todos los países, de tener un escenario en condiciones con luces, ensayos, toda la banda, todos los técnicos. Va a ser como un concierto normal en el Wizink Center de Madrid, o el Luna Park de Buenos Aires, o el Auditorio Nacional de México».

Respecto a la situación de parálisis de la industria del directo, Bunbury parece repartir las culpas entre el coronavirus y los gobiernos. «A la cultura nos están cortando las alas. Hay que llenar la nevera, y estamos en un punto crítico. Los conciertos eran la forma de llenar la nevera, y el hecho de que nos hayan dejado sin trabajo complica la situación ». Tan negro ve el panorama, que llegó a decir con tono misterioso: «Ojalá pueda grabar otro disco». Pero apenas unos minutos después, aseguró a sus interlocutores online que considera que está «en la mitad» de su carrera.

Hablando sobre el confinamiento, Bunbury bromeó diciendo que por primera vez había «disfrutado de una afonía» , ya que en las giras, el cuidado de su voz llega a convertirse en una obsesión de lo más excesiva. «Estás todo el día controlando el entorno para que no se te fastidie la voz. Subes a un avión y pides que bajen el aire acondicionado, en un coche que suban las ventanillas, todo el rato que si bufanda arriba bufanda abajo, porque una afonía es una pesadilla para un cantante que está de gira. Pero en casa, cuando me he quedado afónico lo he disfrutado. También el poder pasar días en chándal, como un yonqui. He tenido alguna semana en la que me he cambiado un poco, en casa se acostumbraban a verme pasar así, como pidiendo papel de plata… pero por si alguien tiene dudas, en el concierto no vamos a salir en pijama tocando en el cuarto de estar, con guitarras acústicas. No es un streaming casero, van a ver un concierto real».

Bunbury confesó que este nuevo disco no hubiera existido si no hubiera habido una pandemia global, y explicó algunos detalles que evidencian que las letras se han inspirado en todo lo que está pasando. Con el consiguiente riesgo de descontextualización para el álbum . «Yo creo que los músicos queremos que nuestros discos aguanten el paso del tiempo, pero hagamos lo que hagamos el tiempo va a ser muy cabrón con todos nosotros. Por mucho que queramos hacer canciones universales y que tengan lecturas válidas décadas después, es casi imposible. Elvis Presley, que es el gran intérprete de los años cincuenta, el Rey del Rock and Roll, es un artista que los muchachos de quince años o estas nuevas generaciones apenas escuchan, porque no siente esa conexión. El que nuestras canciones sean universales y aguanten décadas es prácticamente imposible. Así que una vez aceptada la derrota, la derrota a la que está destinada Paul McCartney también, yo creo que lo que nos queda es reflejar el momento que vivimos, intentando llegar a la universalidad y a la atemporalidad».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación