El músico Ariel Pink, despedido por su discográfica por asistir a la manifestación pro-Trump

El artista indie y John Maus admiten haber participado en la protesta de Washington, y el guitarrista de metal Jon Schaffer (de Iced Earth) fue uno de los que entró en el edificio

Ariel Pink durante un concierto en el Matadero durante el San Miguel Primavera Club De San Bernardo

Nacho Serrano

Desde hace décadas, toda gran marcha sobre Washington ha tenido a sus cantautores callejeros amenizando y animando la protesta. El pasado miércoles no se vio a ninguno canturreando para los trumpistas, pero haberlos, los hubo. Al menos, tres. Dos de ellos fueron Ariel Pink y John Maus , artistas muy conocidos en la escena independiente, cuya presencia en tan delirante pitote ha dejado estupefacta a sus respectivas hinchadas.

Ninguno de los dos dijo «aquí estoy yo». Pasaron desapercibidos entre la multitud, pero cuando todo acabó se hicieron una foto con el cineasta Alex Lee Moyer , que compartió la imagen en Instagram con el texto: «El día que casi morimos, pero en su lugar, pasamos un rato genial».

Las críticas a ambos músicos arreciaron en cuestión de segundos, forzándoles a admitir su participación en la manifestación. «Estuve en Washington D.C. para mostrar pacíficamente mi apoyo al presidente . Asistí al mitin en el jardín de la Casa Blanca y volví al hotel para dormir una siesta. Caso cerrado. Las imágenes de violencia son verdad… pero no abogo ni he abogado nunca por la confrontación violenta o los disturbios. Debe ser mi educación boomer», escribió Ariel Pink en Twitter, donde un día antes había posteado: «Votad por Trump».

Ariel Pink ABC

Por su parte, Maus se defendió con un argumento que parece expresar arrepentimiento: «Quien exalta la raza, o el pueblo, o el Estado, o una forma particular de Estado, o los depositarios del poder, o cualquier otro valor fundamental de la comunidad humana – por muy necesaria y honorable que sea su función en las cosas mundanas –, quien eleva estas nociones por encima de su valor estándar y las diviniza a un nivel idólatra, distorsiona y pervierte el orden del mundo planeado y creado por Dios; está lejos de la verdadera fe y del concepto de vida que esa fe sostiene».

Hubo otro músico famoso que fue más allá. Se trata del guitarrista Jon Schaffer, de la banda de metal Iced Earth, que llegó a entrar en el edificio junto a los protestantes más violentos y fue captado por un fotógrafo de Agence France-Presse (AFP).

La imagen fue difundida por el canal de televisión CBS, desatando una oleada de críticas de los fans del grupo. Uno de ellos incluso se hizo viral al destruir todos sus discos de Iced Earth y compartir las imágenes en Twitter, junto a un texto demoledor: «Así que Jon Schaffer de Iced Earth era una de las personas que irrumpieron en el Capitolio ayer. No quiero ver idiotas como este en mi colección de música. ¡Adiós! Espero que el Gobierno te encierre por el resto de tu vida adorando a Trump en prisión. Quizás puedas compartir una celda en la prisión junto con el babuino naranja».

A estos tres músicos les va a costar mucho recuperar la credibilidad ante sus seguidores. Ni siquiera Ted Nugent, el famoso rockero ultraconservador hiperactivo en redes, que nunca se corta un pelo cuando habla de estos temas, ha dicho una palabra de apoyo a Trump o a sus colegas de oficio desde el fatídico asalto.

Por su parte, las redes, llenas de usuarios anónimos y públicos, comenzaron a debatir sobre la cancelación a los susodichos músicos, sobre la separación entre vida y obra, y ellos fueron y son objeto de criticas de variado pelaje. Y también de apoyos, por supuesto. Ariel Pink, por ejemplo, ha subido su número de seguidores por miles. Pero también se ha llevado una de arena grande: su discográfica actual Mexican Summer ha decidido echarle (y, precisamente, este enero lanzaban referencia).

Los insurrectos, en minoría

La grandísima mayoría de los músicos estadounidenses que han dicho algo en sus redes está radicalmente en contra de esta insurrección. La cantante Selena Gómez fue especialmente contundente en su cuenta de Twitter: «Lo de hoy es el resultado de permitir que las personas con odio en sus corazones usen plataformas que deberían usarse para unir a las personas y permitir que las personas construyan una comunidad. Facebook, Instagram, Twitter, Google, Mark Zuckerberg, Sheryl Sandberg, Jack Dorsey, Sundar Pichal, Susan Wojcicki, todos ustedes le han fallado al pueblo estadounidense hoy y espero que arreglen las cosas en el futuro». Las plataformas parecen haber escuchado a Gómez, y lo han «arreglado»...

Stevie Wonder tuiteó también: «Es hora de que los líderes de este país invoquen la 25ª Enmienda. ¿No es obvio? Hoy me he entristecido de incredulidad con lo que está pasando en mi país, un país que ha inspirado mis canciones de esperanza y amor. Estoy desconsolado y asombrado de que este presidente narcisista y peligroso ponga vidas en peligro y fomente la sedición violenta contra nuestro gobierno. Ese hombre ya no puede servir como presidente porque no puede aceptar la derrota. ¿Podemos permitirnos 2 semanas más? ¡Yo digo que no!».

La cantante Pink añadió: «Como ciudadana de los EE UU, hija de dos veteranos y hermana de otro, me avergüenza lo que está sucediendo en Washington. Hipocresía, vergüenza. Ovejas hipócritas antipatriotas bebiendo veneno. Este es un día triste para EE UU».

O el rockero Paul Stanley, de los míticos KISS , que también se manifestó contra lo ocurrido: Estos son terroristas. Esta es una insurrección armada. Las llamas fueron avivadas hoy y con el tiempo por el presidente y senadores específicos a quienes no se puede permitir ahora distanciarse o denunciar lo que han causado directamente. Conozca sus nombres. Este es el resultado de su engaño. Vergüenza».

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