Arcadio Falcón & The Bandits: «Mi generación no sabe la que se le viene encima»
Presenta su nuevo disco «Millennials, tiranos and other stories» el sábado 5 en la sala Rockville de Madrid
Con sólo nueve años, el madrileño de raíces gallegas Arcadio Falcón cogió su primera guitarra y a los trece escribió su primera canción. Desde ese momento, la fiebre por la música y la literatura de raíz norteamericana se apoderaron de su cuerpo y sólo apellidos como Dylan o Whitman servían para calmarle. Con este bagaje musical y su guitarra, aterrizó en la Berklee College of Music de Boston con diecisiete años, donde se graduó en tiempo récord y llamó la atención por sus dotes como compositor. También fue parte del núcleo duro del Club de Canciones para el Mundo creado por el productor Javier Limón, además de unas prácticas escribiendo música para anuncios en TCAA Boston. En 2017 forma el grupo Falcon´s Bandits, con quien publicó un EP homónimo en Estados Unidos y que le abrió las puertas de lugares emblemáticos de la escena Bostoniana como el Hard Rock Café, Cantab Lounge, Midway Café y el Club Bohemia, un verdadero logro para un músico español en tierras norteamericanas.
Ahora publica «Millennials, tiranos and other stories» , un segundo álbum de american folk, soft rock y melodías singer-songwriter cantadas en inglés, español y gallego, para el que ha contado con la participación de prestigiosos músicos nacionales e internacionales. Es el caso de uno los mejores con la steel–guitar en España, Álvaro Lamas (Los Secretos, Antonio Vega…); el innovador grupo internacional de americana Track Dogs; Valentín Iturat (Patax, Afrodisian Orchestra, Orquesta Nacional de Jazz…), los incombustibles del soul-funk madrileño Watch Out, la exquisita voz de Guadi Galego (Berrogüetto…), el compositor, pianista y productor musical de teatro, cine y televisión, y primer compositor de la Orquesta filarmónica de Lisboa, Juan Antonio Simarro o el gran guitarrista de la ukelelista hawaiana Taimane Gardner, Ramiro Marziani… Y, por supuesto, The Bandits (Fabbio Alonso al bajo y Víctor Martín, guitarra y coros).
¿Cómo surgió el título del disco?
Recoge muy bien la temática del disco; un siglo XXI en el que se van a tomar decisiones muy importantes para nuestra especie y una generación, la mía, que, en mi opinión, no sabe lo que se le viene encima.
Hay una considerable variedad de estilos en el disco, ¿eso fluye de forma natural, o de alguna manera es el enfoque que buscabas para este álbum?
No me gusta «obligarme» a ir en una dirección especifica cuando hago algo. Sí que es cierto que he estado explorando más estilos para este segundo trabajo que para el primero, pero ha sido natural; simplemente mi evolución como fan de la música.
Una de las destacadas del disco, «Tommy the killer», se inspira en la historia de un tiroteo en un centro educativo en Estados Unidos. ¿Fue complicado dar con un enfoque que no acusara ni victimizara?
Exacto, eso fue lo más complicado. La letra la he retocado varias veces y creo que, aunque es una versión bastante completa, evolucionará algo más. Es complicado pensar en uno de estos tiroteos masivos que se producen en colegios en EE.UU. desde España, es una realidad totalmente ajena a la nuestra. Yo quería saber qué le tiene que pasar a una persona durante su vida para llegar al punto de cometer un acto así, intentando juzgarle lo menos posible.
¿Cómo cree que van a ser las sensaciones en Rockville, al haber distancia, mascarillas, etc…?
Creo que será un poco más frío, como todo en general en estos meses. Dependerá también de la banda; si damos un buen show la música debería hacer el resto.
¿La combinación de inglés y español está definitivamente normalizada en su opinión?
En mi caso, desde muy pequeño. Empecé a escribir en Inglés por la música con la que crecí e inspiré para dedicarme a esto. Antes de conocer a Sabina o M-Clan pasé mucho tiempo con Paul Simon, The Rollings' y Leonard Cohen. Dylan apareció después para pasarlos a todos por la derecha.
La portada del disco simboliza la muerte de… ¿quién?
En el disco hay una canción, «Faceless Men», que habla de los hombres sin cara que están detrás de las bombas y las vendas.
¿El confinamiento le ha hecho componer canciones nuevas de una forma distinta?
No, en todo caso lo ha hecho más difícil. Creo que para escribir una canción verdadera hay que estar en contacto con el mundo que te rodea y eso está complicado ahora.
¿De qué iba la primera canción que escribió con 13 años?
Jeje, la escribí en una avión de vuelta a Madrid para una chica que quedaba atrás y la que no he vuelto a ver. Aunque esto de las redes le quita el misterio a este tipo de cosas.
¿Qué le aportó tu estancia en el Berklee College of Music de Boston?
Una perspectiva realista de lo que es el mundo de la música. Viendo DVD's de Clapton de niño uno piensa que se trata de tocar y hacer poses en el escenario. Mi tiempo en Boston me enseñó todo el trabajo y los detalles que hay detrás.