Antonio Orozco: «La música no tiene cura ni solución»
El artista cierra gira esta noche en el Teatro Real tras más de nueve meses sobre los escenarios

A Antonio Orozco (Barcelona, 1972) , más que adelgazar, le engordan los kilómetros. «Cuanto más se viaja, peor se come». Razón no le falta. De las giras en furgoneta ha aprendido a hacer maravillas con el tiempo, como dormir poco y madrugar más de la cuenta. Nadie diría que es un cantante... Con un lleno total a la vista , esta noche cierra gira en el Teatro Real en el marco del Universal Music Festival. Han sido más de nueve meses seguidos en el filo de los escenarios. Este cantante de Hospitalet, que está hecho de pedazos de su barrio, le recrimina al tiempo los amigos que cayeron y se resiste a ponerle nombre al héroe que le acompaña para no perder la magia. «Los héroes son héroes porque nadie sabe que lo son». De las veces que hizo daño, no fue queriendo. Perdónenle la ofensa.
¿Quién trabaja un 27 de julio?
Un músico cualquiera.
¿Cuánto lleva Antonio Orozco sin tener vacaciones?
22 años.
¿Pero la música no es vivir en unas vacaciones eternas?
Hace unos 21 años que me dedico a hacer música. Y hace 19 que dejé de considerar los viajes como parte de una vida vacacional. Me encantaría cantar siempre, pero en mi casa.
Si no hubiera música en su vida, ¿qué otra cosa habría?
A mí me gusta mucho la lectura, la informática y la biología. Son dos ciencias muy dispares, pero que aplicadas juntas pueden conseguir cosas maravillosas... Sería un biólogo manejando máquinas.
¿De qué pedazos está hecho?
Barrio profundo, de nombre La Florida, suburbio de Hospitalet. Lugar de donde lo arranqué todo. Tengo muchos amigos, que me componen. Como Emilio, Sergio, Miguel...
¿Ha perdido algún pedazo por el camino?
Sí, pero más que perderlos, el tiempo me los ha robado.
¿Qué música detesta Antonio?
No hay ninguna. Soy más de aceptar que de prohibir.
¿Y cuál escucha cuando se pone los cascos?
Esta mañana he estado escuchando un recopilatorio de Coldplay.
Para desconectar, ¿escucha música?
Sí, estoy empezando a aprender mucho gracias a mi hijo. Sobre las profundidades del hip hop de California. Como Jay-Z, XXXTentacion y la forma en que te envuelve. Para mí es un mundo completamente nuevo.
¿Y del hip hop español?
Tuve la grandísima suerte de participar en uno de los mejores discos de hip hop de la historia, que era «Retorno al principio», de Sólo los Solo. Creo que a partir de ahí, el hip hop en España tiene grandísimos exponentes. Pero a mí me gustan los que le echan cojones. Me quedo con ToteKing.
¿La fama le quema?
¿A ToteKing?
Y a usted.
A mí me quema y a ToteKing le abrasa.
¿Un ritual?
En los últimos tiempos, como han sido tan seguidos todos los conciertos, ha sido un poco todo más práctico. He tratado de calentar mucho, de estar muy en el lugar... Había semanas que hacíamos seis funciones de dos horas y media. En estos últimos nueve meses, más que rituales han sido obligaciones.
¿Antonio es un hombre maniático?
Sí, siempre llevo calcetines de rayas cuando tengo que hacer cosas importantes... No me meto rayas con calcetines, ¿vale? (Se ríe)
¿Una canción que todavía hoy le cueste cantar?
«Mi héroe» es una canción difícil a día de hoy. Se ha convertido en una de las canciones más importantes de mi vida.
¿Quién es el héroe?
Bueno, yo creo que todos los héroes son héroes porque nadie sabe que lo son. Creo que ni a la persona le gustaría ser nombrada. Era héroe hasta para eso.
¿Una mano a la que agarrarse?
Vivo suspendido de la mano de mi hijo, vivo ahí de forma rotatoria. O sea, todo gira, menos él.
Un consejo vital para su hijo.
Estudia. Lo único que conlleva la felicidad absoluta es poder elegir. Y para poder elegir, tiene que prepararse y estudiar.
La última lágrima derramada.
La verdad es que a veces es difícil lamerse las heridas, y ellas todavía hoy forman parte de un recuerdo muy corto, que todavía está sangrando.
La cicatriz es un bonito recuerdo.
Sí, además, creo que es necesario para saber hasta qué punto uno tiene que sufrir con las cosas. Hice muchas veces daño, pero también me lo han hecho a mí. Es una forma de vivir. Es la forma que tenemos de vivir. Pero seguro que todas las veces que lo hice, lo hice sin querer. Eso si lo puedo jurar. Pero lo hice igual.
¿Los artistas también madrugan?
Sí.
¡Qué sinsentido!
No sé qué artistas, pero alguno habrá. Yo madrugo, pero obviamente no soy un artista.
¿De la música uno se jubila?
Hombre, yo creo que no es una opción. Es como decir: «¿Dejarás de respirar mañana?». La música no tiene cura, no tiene solución. No hay ningún centro de rehabilitación. Una vez dentro, se lo digo a los que están empezando, lo único que te toca es respirar profundo y darte por jodido.
¿Donde no llegan los fármacos, llega la música?
Me consta que a veces los fármacos y la música juntos llegan incluso más lejos.
Algo que quiera decir off the record.
Me encantaría que los políticos se pusieran de acuerdo para que de una vez estemos subidos en un barco con gobierno. Porque no conozco ningún barco que sin tener gobierno haya llegado a buen puerto.
¿Cómo compagina la televisión con las giras?
Durmiendo poco y viajando por la noche para tener el día más despejado.
¿Es tiempo perdido con su hijo?
Jamás. Él se viene a las giras, porque en las que no asiste personalmente, siempre está de una forma u otra.