Andrea Motis: «La voz del crítico no suele ser relevante»
Presenta en el Jazz Palacio Real su último disco, «Do outro lado do azul»
La joven trompetista, cantante y compositora Andrea Motis (Barcelona, 1995) va a dar un concierto muy especial este domingo en el festival Jazz Palacio Real , que va a llevar al Patio de La Armería a otros cuatro prestigiosos artistas en los próximos días: el violinista Ara Malikian (24 julio, 21.30 horas), el prestigioso vocalista Zenet (25 julio, 21.30 h), la formación Bob Sands Big Band (26 julio, 22.30 h) o la célebre intérprete y compositora de fado portuguesa Dulce Pontes (27 julio, 21.30 h). Motis tendrá su turno el domingo a las nueve de la noche, hora a la que empezará a hacer sonar su espléndido último álbum « Do outro lado do azul».
¿Cómo está? ¿Todo razonablemente bien tras la cuarentena?
Sí, hemos tenido pérdidas familiares durante esta pandemia. Pero aun así coincidimos con mi familia que hemos disfrutado un tiempo en casa juntos de calidad y esto es muy valioso. Estoy contenta de la experiencia, aunque haya sido forzosa, hemos ganado en tiempo con familia y reflexión personal.
Veo en su web que el del Palacio Real no es sin mucho menos su regreso a los escenarios tras el confinamiento, ya ha hecho varias actuaciones ¿verdad? ¿Qué ambiente se respiraba en ellas?
Sí, hasta ahora hemos sido afortunados de haber sido reprogramados en distintos festivales de la Península. Muy felices de tener estas oportunidades de volver a tocar y cada una de ellas tiene mucho valor en estos tiempos. La ilusión y expectativas que pienso que tienen las personas que salen a ver un espectáculo son altas, es muy emocionante. Hasta ahora, como el próximo concierto en el Palacio Real de Madrid, se han vendido completamente la mayoría de las actuaciones, así que pinta que va a ser una noche especial estupenda!
Imagino que nunca había tocado en el Palacio Real, ¿supone una emoción o ilusión especial? ¿se imagina cómo será este concierto en Madrid?
Hemos tocado en Palacios de Marqueses y todo tipo de monasterios, residencias y no me extrañaría que en algún Palacio Real actual o del pasado también. Para mí el hecho de que sea de la realeza no me genera un vínculo especial , aunque la magia de estos lugares puede estar por supuesto en su arquitectura y en como se ven de espectaculares . Vamos a ver cómo es el Palacio Real de Madrid donde tocamos. Me alegra mucho que se inicie un ciclo de jazz en un lugar emblemático. ¡Muchos años a la nueva iniciativa!
Imagino que como en otras escenas musicales, en los círculos del jazz se estará hablando mucho de cómo esta crisis puede afectar al género en España… ¿Qué se comenta, y qué perspectivas hay en la escena sobre todo esto?
Bueno, ahora mismo yo lo que oigo no son charlas a nivel teórico sino práctico . Lo que preocupa en el sector es cómo van a sobrevivir los músicos que no tienen ahora mismo un puesto en una escuela donde dar clases, y tampoco clubes abiertos o con aforo suficiente como para pagar un caché de concierto. Esto es lo que nos preocupa, la supervivencia de los compañeros, más allá del que pueda pasar musicalmente.
¿Rosalía estaba en su curso en la Esmuc verdad? ¿Le aburre o molesta que te pregunten por eso?
Sí, me gusta mucho Rosalía como músico y lo que ha hecho en su disco «Malamente». Soy admiradora así que no me molesta que me pregunten si la conocí. Y sí, coincidimos en el Esmuc de Barcelona y en una ocasión hicimos un trabajo de Formación Corporal juntas con otra compañera trompetista.
¿Por qué lo dejó? Creo que tuvo que ver con que se desató cierta vorágine de trabajo de estudio y de escenarios, ¿verdad?
Sí, ya antes estaba trabajando abundantemente, me inscribí en el Esmuc para profundizar, estudiar y hacer un hueco en la vida para seguir aprendiendo con profesores y no dar por finalizada mi época estudiantil. Pero es verdad que la grabación del disco con Impulse! y demás proyectos que surgieron por aquella época requerían de tanto trabajo paralelamente a los estudios, que decidí centrarm e en aprovechar la oportunidad que estaba teniendo en mi carrera profesional.
¿El único machismo que hay en el jazz es el de los críticos? ¿Alguna vez ha tenido algún desencuentro de ese tipo?
Sí, recuerdo una crítica que comentaba únicamente mi vestido , otra que c omentaba mi actitud , que no era de mujer porque era demasiado joven, críticas en la forma de cantar canciones románticas… Esto hoy en día está muy desfasado ya, creo que el crítico ya se jubiló. Era cuestión de que la persona tenía una óptica un poco fuera de su tiempo , yo creo. Tampoco me lo tomé para nada personal. El jazz tiene audiencia y críticos mayores, algunos actualizan las ideas y otros no. Además siento decirlo, pero la voz del crítico, para los músicos que conozco, no suele ser relevante. Al contrario.
Durante el confinamiento he escuchado más jazz que nunca antes en mi vida, se ha convertido en una obsesión. ¿Cómo le ha ayudado la música a sobrellevar toda esta locura?
¡Qué bien! Me alegro mucho que te haya enganchado la magia de este estilo, ¡creo que se puede gozar muchísimo con buena música ! Es siempre una renovación para uno encontrar una nueva fuente de inspiración para la vida. Sí que he escuchado y descubierto artistas, pero también en el confinamiento me he dedicado a otras aficiones como cocinar, hacer cosmética, leer , hacer pasos hacia una vida más sostenible... y descansar.
Su último trabajo ha sido «Do outro lado do azul», un homenaje a la básica brasileña. ¿Le apena ver la situación de Brasil en esta pandemia?
Sí... Me apena que se resuelvan problemas que son grandes a modo de «show» internacional. Hay gente tan descontenta y gente que está sufriendo en sus carnes tan gravemente esta situación, que esto me da pena.
¿Qué planes y proyectos tiene para el resto del año?
Tenemos bastantes conciertos este verano en julio y agosto , y después en septiembre ya no cojo más conciertos porque a finales de mes espero a mi primer hijo. A partir de ahí es toda una incógnita lo que me depara el resto del año.
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