El nº 1 de Mägo de Oz: «Somos los hijos bastardos de la música, pero de vez en cuando damos un golpe en la mesa»
Tres grupos de heavy-rock dominan el Top5 de la lista de ventas en España. ¿Hay una resurrección de estos géneros?
La resurrección implica la muerte como paso previo. Y lo cierto es que no han sido pocas las voces que estos últimos años han proclamado que el heavy-rock había muerto o estaba punto de hacerlo. No en los locales de ensayo, pero sí en las listas de ventas. Pero si uno mira las españolas a día de hoy, verá que de los cinco artistas que copan el Top5 actual, tres son veteranos practicantes del género: Mägo de Oz, plantando su 'Bandera Negra' en la cima del primer puesto, Iron Maiden con 'Senjetsu' en el tercero, y Metallica con la reedición del 'Black album' en el quinto. Y no es una anécdota de esta semana. En lo que llevamos de 2021 otras cuatro bandas de este estilo han llegado hasta lo más alto del podio, dos de ellas extranjeras (Helloween o los mismos Iron Maiden, que fueron número uno antes de bajar al tres) y dos españolas (Angelus Apatrida y Sôber).
Un repaso a las listas de años anteriores evidencia que hacía tiempo que esto no pasaba, lo que hace pensar que quizá estemos asistiendo a un nuevo revolcón de la música de guitarrazos. «Valoramos de forma muy positiva este número uno», dice Txus Di Fellatio , líder de Mägo de Oz, «porque demuestra que el rock también vende, que sigue teniendo su sitio». Para ellos esto no es nuevo, porque ya lo fueron hace tres años y en sus más de tres décadas de carrera han atesorado 13 Discos de Oro, 8 de Platino y uno de Diamante. Pero el que acaban de sumar «constata que a la gente le sigue interesando el género» en un ecosistema de creciente monopolio reguetonero.
En los buenos números del heavy-rock influye decisivamente la pasión de su hinchada por el formato físico. «Los amantes de las músicas más 'puras', por decirlo de alguna manera, no consumen música rápida como ocurre en otras escenas que son como McDonald's, y por eso se nota en las ventas que aprecian el vinilo, el cedé e incluso el cassette», dice Di Fellatio. Su colega Carlos Escobedo , cantante y bajista de Sôber , coincide. «El público del rock y el metal busca esa parte física, y por eso los grupos la trabajamos mucho para aportar algo más, valor añadido».
Este verano, Sôber llevaron su álbum 'Elegía' no sólo al número uno de las listas de vinilo de Promusicae, sino también al número uno de la lista nacional y al dos de la internacional (sólo superados por Helloween: fue otra semana muy heavy). «Para nosotros sí que fue una sorpresa muy grata, no entraba en nuestras expectativas», dice Escobedo, muy feliz de ver que «el termómetro» que son las listas ha dado estas alegrías a su escena este año. «El rock y el metal están de vuelta», añade el líder de Sôber. «Durante unos años se quedó en un nicho, pero cada vez afloran más festivales y más gente que lo demanda».
En febrero, los albaceteños Angelus Apatrida , que arrancaron su trayectoria discográfica hace quince años, consiguieron superar en la lista de ventas a Aitana, Rauw Alejandro, Anuel Aa & Ozuna o incluso Bad Bunny con su nuevo disco, de título homónimo. «Es cierto que fantaseábamos un poco con llegar al número uno», declaró a este periódico su guitarrista y cantante Guillermo Izquierdo, que hasta ahora no había conseguido el 'maillot amarillo' con su banda. «Viendo la increíble acogida que estaba teniendo el nuevo disco desde el lanzamiento de los primeros singles, no podíamos evitar hacernos un poco ilusiones, sabíamos que entraría fuerte, pero llegar a ser número uno era algo prácticamente imposible. Nos hace felices poner el heavy metal de nuevo en lo más alto. Llevamos muchos años demostrando que se pueden romper barreras en España haciendo música Metal. Esto no hace más que corroborarlo». Igual que sus compañeros, Izquierdo señala y agradece la importancia del coleccionismo físico de sus seguidores. «En comparación con otros estilos, en el metal todavía se compra muchísimo formato físico, prueba de ello es que no solo fuimos número uno en ventas generales sino también en las listas físicas y en las de vinilo».
Preguntamos a las tres bandas españolas que han sido número uno este año si creen que, en definitiva, esto viene a ser un motivo de esperanza para la música de guitarras.
«Me gustaría creer que España todavía es muy grande en cuanto a este género se refiere o que estamos cambiando la tendencia, ojalá sea así», dice el líder de Angelus Apatrida. « Para mucha gente del entorno mainstream esto quedará como una anécdota más. Pero por fin rompemos esa barrera . Es algo increíble tanto para nosotros como para nuestro estilo musical, pero en comparación con otros géneros más mainstream como el trap o el reguetón, es relativamente poco. Hay mucho trabajo por hacer todavía, sobre todo volver a entusiasmar y atraer al público más joven y adolescente»
Txus Di Fellatio cree que el género vive un buen momento creativo, pero da un ligero baño de realidad respecto al tema de la 'popularidad' del género. «Yo creo que no podemos decir que haya 'esperanza' como tal. El heavy metal y el rock duro somos los hijos bastardos de la música, cuando hay visita nos esconden en el sótano para que no molestemos. Siempre ha sido una música odiada, repudiada. De vez en cuando damos un golpe en la mesa y decimos 'aquí estamos'. Pero aun así es muy difícil que, por ejemplo, un telediario abra con la noticia de que Mägo de Oz ha publicado un disco nuevo . Eso lo dejan para bandas modernas, que son más amables de cara a hacer una noticia. Es más fácil que cuenten que Love of Lesbian, por poner un ejemplo, ha sacado un single a que cuenten que nosotros hemos grabado un disco en directo con la Orquesta Sinfónica de México ante dieciocho mil personas. Es una pena que no se nos trate con el mismo respeto, pero lo tenemos asumido».