Concierto

Fito & Fitipaldis: El rock se impone en Sevilla pese a los problemas técnicos

La banda presentó en el Auditorio Rocío Jurado su último disco en un concierto que se inició con una hora de retraso

Fito & Fitipaldis: El rock se impone en Sevilla pese a los problemas técnicos Vanessa Gómez

Fran Piñero

Venían «huyendo», y en el camino regalaron una sesión de puro rock&roll. recalaron anoche en el Auditorio Rocío Jurado para desgranar su último disco «Huyendo conmigo de mí» , pero sin dejar de repasar sus clásicos.

El concierto comenzó con «Viene y va», uno de los enérgicos emblemas de «Por la boca vive el pez», su exitoso álbum de 2006, y del que ayer se extrajeron himnos como «Me equivocaría otra vez» o «Medalla de cartón», además del que le daba nombre al disco.

Enseguida llegaron los singles más recientes, que mantuvieron el nivel de entrega de un público que no miró al cielo en ningún momento, pese a la continua llovizna que protagonizó el principio de la tarde. Y que provocó ciertos problemas técnicos que obligaron a retrasar el espectáculo durante una hora de reloj. Justo hasta la medianoche.

Así, sonaron «Lo que sobra de mí», «Garabatos» y «Entre la espada y la pared», todas puntales de la última producción que les ha embarcado en esta visual gira, de potentes proyecciones a medio camino entre la animación y lo conceptual, y que culminará el próximo 24 de octubre en el Bilbao natal de su líder, Rodolfo ' Fito' Cabrales .

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Una serie de conciertos conectados entre sí en forma de saludo. Anoche Sevilla recibió el cálido recuerdo de Daimiel, donde la banda había tocado el día antes, y desde el Auditorio de Rocío Jurado se envió el correspondiente, palmas «flamencas» incluidas, al siguiente, a Madrid.

Una serie de conciertos donde constatar que esos Fitipaldis son mucho más que un acompañamiento, y que el apartado musical es impecable, con virtuosos «solos» de saxofón, batería y guitarra .

Como ocurrió en «Antes de que cuente diez» y «Corazón oxidado», apoteosis canalla que hubiera sido un perfecto cierre de no ser porque aún faltaba más de la mitad del repertorio, que alcanzó los 22 temas y las dos horas y media de duración. Y porque ya estaba previsto el infalible tándem de «La casa por el tejado» y «Acabo de llegar» como últimos acordes.

No faltó el guiño a su etapa previa, Platero y Tú , con «Alucinante», revisada en clave intimista, y los habituales homenajes a otros grandes del rock español, como Los Secretos , con «Quiero beber hasta perder el control», o el recientemente fallecido Javier Krahe , con «Nos ocupamos del mar».

Pero, sin duda, una de las atmósferas más especiales la creó «Soldadito marinero», contrapunto melódico en el que el cantante cedió varias líneas a sus entusiastas.

Los Zigarros y M-Clan

«Después de un invierno malo, una mala primavera», versos coreados que poco tuvieron que ver con una noche de rock&roll a tres bandas, que había comenzado a las 20 horas con Los Zigarros , teloneros habituales de esta gira, y que se completó con la fuerza de los murcianos M-Clan .

De temas con poso de los 70 y 80, como «Cayendo por el agujero» o «Voy a bailar encima de ti» en el caso de Los Zigarros a los carismáticos «Llamando a la tierra», «Maggie despierta» o «Quédate a dormir», en la voz de Carlos Tarque .

Dos bandas que ofrecieron lo mejor de sí mismas durante 90 minutos, y que volvieron al escenario para cantar con Fito & Fitipaldis el citado éxito de los hermanos Urquijo, para delirio de un recinto lleno hasta la bandera.

Fito

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