Conciertos en la intimidad en Cádiz
El donostiarra Mikel Erentxun se reunirá este jueves con sus seguidores más fieles en la azotea del hotel gaditano, cuando comience a caer el sol
Actualizado:La idea partió de Los Beatles hace más de 40 años. Pero pareciera que lo hicieron pensando en Cádiz. Porque si hay un lugar donde se sabe vivir y disfrutar de las azoteas, ese es este.
El proyecto 43 Live the Roof llegó este verano por primera vez a la capital gaditana y lo hizo de la mano de dos grandes estrellas de la música de nuestro país, Coque Malla y Juan Perro. El exRonaldo presentó 'La gira fantasma' el 10 de julio y el de Radio Futura 'A solas contigo' una semana más tarde. Ambos conciertos se realizaron en el mismo escenario, el Parador Atlántico, donde actuará hoy Mikel Erentxun, a partir de las 21.30 horas, con las entradas agotadas, como sus dos predecesores.
Un lugar especial para una actividad diferente que incorpora a Cádiz como escenario. El año pasado, inspirado en aquella mítica actuación de los de Liverpool en la terraza (1969) 43 Live the Roof volvió a hacer la propuesta: ¿por qué no dar un concierto en una tarde de verano en un azotea? No cualquier actuación. Bandas potentes, aforo reducido, intimidad entre artistas y público, vistas privilegiadas, buen tiempo... Empezó en Madrid, pero también se celebra en Alicante, Barcelona, Sevilla, San Sebastián, Málaga, Valencia y Vigo.
En esta nueva edición de los conciertos en la azotea la nómina de artistas lo componen Marlango, Ariel Rot, El Pescao, Zahara, L. A., Quique González, El Kanka, Full, Carmen Boza, Carlos Sadness, Sr. Chinarro y Eric Montefusco. Además de Coque Malla con ‘La gira Fantasma’ y de Juan Perro con su 'A solas contigo'. Estos dos cantantes, que abrieron el cielo de Cádiz a la música, lograron un rotundo éxito, el mismo que se espera consiga el cantante donostiarra, que lideró la banda Duncan Dhu en los 80.
La mitad más cantante de Duncan Dhu está habituado a presentaciones en formato pequeño y a tan poca distancia que la mella dental más famosa del pop español parece una boca de túnel, con su gente sentada y custodiada.
Canciones con nostalgia
En aquellas primeras ocasiones los ciclomotores llenaban la acera de las salas donde actúa. Hoy, son ya coches y motos de alta cilindrada los que acuden a sus conciertos. Y es que los tiempos cambian, y Erentxu ha sabido como nadie crecer con su público, el doble de numeroso también por ley de vida: en su mayoría fueron parejas (aunque a la hora de cantar eran preferentemente ellas las coristas). Una buena oferta «2x1» en el hipermercado del sentimiento cantado.
El plácido Mikel se nos ha convertido en un rabo de lagartija en el escenario capaz de sacar brillo al parqué revolcándose por el suelo y todo. Hoy los fieles que acudan a la azotea del Hotel Parador Atlántico de Cádiz a buen seguro que querrán recordar canciones como ‘En algún lugar’ que fue el principio de la historia de amor de su gente con el venezolano más donostiarra del mundo.
Pese a lo que pueda parecer, Erentxu nunca fue la alegría de la huerta, su comportamiento ante el micro es más gestual y de miradas, esquivas, complacientes, cómplices... Ese tueste californiano y la rugosidad eléctrica favorece un repertorio no menor, pero sí deudor de las coplas de cuando eran dúo. El público más memoriado lo recordará, y él entre las composiciones recientes, irá goteando sus muchos éxitos de antaño como 'Una calle de París', 'Cien gaviotas', un 'Jardín de rosas' o 'A un minuto de ti'».
Y es que, como a Pedro Navajas su diente, la mella de oro de Erentxun le lleva alumbrando el camino. Ya va para tres décadas y tres generaciones, con más curvas y algún derrape o colisión al principio, y ya liso, recto, saludable y feliz en la actualidad. Ya se sabe: los que escuchan unidos a Mikel Erentxun... permanecen unidos; antes partía corazones, ahora lo une.